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Un crisol de climas europeos

Montenegro está bañado por tres grandes tipos de clima, que corresponden aproximadamente a las tres principales regiones geográficas del país. Por lo tanto, habrá variaciones significativas en cada entorno y en cada estación.
La delgada franja costera tiene un clima mediterráneo, con veranos largos y secos e inviernos cortos y suaves. Noviembre suele ser el mes más lluvioso. La temperatura media en enero es de 9 °C, frente a los 23-25 °C del verano. Las montañas dominan el mar como una muralla, por lo que las influencias climáticas del Mediterráneo se limitan a la costa.
Cetinje, a pocos kilómetros de Kotor, así como la llanura central, están por tanto sometidas a un clima continental típico de Europa Central. Los veranos son más calurosos y los inviernos más fríos que en la costa. Podgorica, con una temperatura media de 22,09 °C en la ciudad, es la más cálida del país y una de las más cálidas de Europa. Los meses de julio y agosto son especialmente calurosos, con una temperatura media de 34 °C.
Las altas cumbres del norte tienen un clima de montaña. Los inviernos son fríos, incluso muy fríos (la temperatura máxima media es de 2 °C en enero), y la nieve puede alcanzar los cinco metros de espesor.

Estaciones marcadas por lluvias dispersas

Otra característica del país es la pluviosidad, que es regular durante todo el año y a veces intensa. Pero la temporada turística en Montenegro puede dividirse en tres. En invierno, la abundante nieve entre enero y marzo permite a los amantes del esquí disfrutar de las cordilleras; en la costa adriática, las suaves temperaturas permiten realizar hermosos y vigorizantes paseos. En primavera, descubrirá el país con placer ya que las agradables temperaturas, entre 15 y 20 °C, le ofrecen la oportunidad de darse sus primeros baños y pasear por la montaña. El único problema son las breves pero a veces intensas lluvias. En verano, Montenegro es fiel a su clima continental, muy cálido. Con una temperatura mínima del agua de 21 °C, es un paraíso para los nadadores; en las montañas, el clima suave hace que se quiera escapar. Por otro lado, el otoño es un periodo con fuertes lluvias, no muy agradable para el turismo.