Parques Nacionales

Parque Nacional de Durmitor: situado en el noroeste del país y clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, protege los notables ecosistemas del macizo de Durmitor, formado por bosques y lagos. También alberga el cañón más profundo de Europa, el desfiladero de Tara, también conocido como las «lágrimas de Europa».

Parque Nacional del Lovćen: situado en el suroeste del país, entre el mar y la montaña, protege ecosistemas montañosos y bellos paisajes. Alberga hermosos bosques mixtos, numerosas especies de aves y especies vegetales endémicas.

Parque Nacional de Biogradska Gora: situado en el centro del país, protege, además de la cordillera de Bjelasica y sus lagos glaciares, un bosque primario con una biodiversidad muy rica.

Parque Nacional del lago Skadar: situado al sur de Montenegro, en la frontera con Albania, protege parte del lago Skadar. Los ecosistemas del parque son variados, con humedales y bosques, que albergan numerosas especies de aves.

Parque Nacional de Prokletije: situado en el sureste del país, este parque fronterizo con Albania, en el seno de un macizo montañoso, alberga entornos preservados y paisajes impresionantes.

La situación actual de los residuos

La gestión de los residuos, que es deficiente en Montenegro, y también en algunos países fronterizos, es motivo de preocupación. En Montenegro, hay vertederos ilegales en las orillas de los ríos. Cuando llueve mucho, los residuos son arrastrados al agua, donde forman enormes montículos, como ocurre en el río Lim. Estos llegan a otros ríos como el Drina, donde se ha instalado una barrera en Višegrad (Bosnia y Herzegovina) para intentar detener su migración. La cooperación entre países es casi inexistente, las distintas autoridades se muestran poco activas y se escudan, en particular, en la falta de medios financieros. Esta situación se prolonga desde hace veinticinco años, según una ONG sobre el terreno. Otro problema es el vertido de plásticos en el Mediterráneo. Montenegro es uno de los mayores contribuyentes per cápita, según un informe publicado por la UICN en 2020, con 8 kg per cápita al año.

Impactos medioambientales relacionados con la energía

Montenegro sigue teniendo centrales eléctricas de carbón, herencia del periodo yugoslavo, que se alimentan de la explotación local de minas de lignito. Estas centrales térmicas emiten tanto gases de efecto invernadero como otros contaminantes perjudiciales para la salud, como el dióxido de azufre. En 2018, las energías renovables representaban casi el 39 % del consumo final bruto de energía del país. Proceden principalmente de presas hidroeléctricas y de un parque eólico. Hay numerosos proyectos de microhidroeléctricas en marcha que se enfrentan a la oposición de la sociedad civil y las ONG, sobre todo por los riesgos para la biodiversidad.

Turismo de masas y «slow travel»

Montenegro atrae a muchos turistas a lo largo de su costa, lo que ha provocado una importante sobreexplotación del terreno. Las urbanizaciones, sobre todo en los alrededores de Budva, se extienden hasta la península de Luštica y amenazan también algunas zonas montañosas. Sin embargo, es posible viajar de otras formas. El país es accesible en barco y tren. Muchos viajeros optan también por recorrer el país en bicicleta, alojarse con la gente del lugar y consumir productos locales.