Deforestación intensa
Los bosques de Tailandia cubrían antaño más del 60% del país. Hoy sólo representan el 30% de la superficie del país. La causa es el tráfico de maderas preciosas, la agricultura de tala y quema y la falta de conciencia ecológica de gran parte de la población. Pero el mayor culpable, con diferencia, es la agricultura. Se talan bosques primarios a gran escala para sustituirlos por monocultivos de arroz y maíz. El sur de Tailandia también se ve afectado por las tristemente célebres plantaciones de aceite de palma, que cubren 1.600 hectáreas en las provincias de Krabi, Ranong, Phang Nga, Satun y Trang. Sin embargo, el problema sigue siendo marginal en comparación con Indonesia y Malasia.
La deforestación es tal que está provocando una cascada de otros problemas medioambientales. Los suelos pierden vitalidad y se vuelven impermeables. Durante los monzones, esto desempeña un papel activo en las graves inundaciones que afectan cada vez más a Tailandia. El problema es especialmente preocupante en Bangkok, donde la urbanización ha vuelto impermeable el suelo. Para colmo, la ciudad se hunde a un ritmo de 2 cm al año, debido a la erosión y la urbanización.
El Reino se está dando cuenta poco a poco de la magnitud del problema y avanza lentamente hacia la reforestación. En particular, ha utilizado la técnica de las "bombas de semillas": bolas de arcilla, compost y semillas locales, bombardeadas por avión. Aún más original: ¡algunos de los árboles han sido ordenados monjes! Para protegerlos, los monjes budistas los cubrieron con sus famosas túnicas naranjas, haciéndolos sagrados e intocables.
El aire contaminado amenaza la salud pública
La capital, Bangkok, se ve regularmente sumergida en un espeso smog, una niebla irrespirable de contaminación. La contaminación atmosférica es una grave amenaza para la salud pública en Tailandia. En 2024, casi 12,3 millones de tailandeses sufrieron problemas de salud relacionados con la contaminación atmosférica. Problemas respiratorios, ojos inflamados, dolor de garganta y dermatitis son síntomas de un grave problema medioambiental que afecta al país. La causa: la industria pesada, los gases de escape y los incendios forestales provocados por la agricultura de tala y quema, aún muy extendida en el norte del país.
Impacto del turismo
Con 35 millones de visitantes al año, Tailandia sufre daños considerables a causa del turismo. Uno de los más notorios es el daño al coral. Aunque el calentamiento global es la principal amenaza, el turismo no hace sino sellar el trágico destino de los corales. Algunos lugares, víctimas de su propio éxito, acogen hasta 60.000 buceadores al día. Las islas de Krabi, Koh Phi Phi y las Similan han sufrido especialmente.
El ejemplo de la playa de Maya Bay dio que hablar en 2018. Entonces, el Gobierno tailandés tomó la audaz decisión de cerrarla al público para preservar su ecosistema y, en particular, sus arrecifes de coral. Víctima de su popularidad, debida en particular a su aparición en la película La playa, protagonizada por Leonardo DiCaprio, ¡la playa recibía casi 5.000 turistas al día! Como consecuencia, el 80% del coral de la bahía había desaparecido, junto con la mayor parte de la vida marina. Cuando la playa reabrió sus puertas a principios de 2022, el coral se había recuperado gracias a un programa de reintroducción de 15.000 especies, los tiburones de puntas negras(Carcharhinus melanopterus) habían vuelto a la zona y la biodiversidad había mejorado. Para mantener el impulso, ahora se limita el número de turistas, bajo la atenta mirada de los guardas, y se limita el baño y el buceo, así como el amarre de embarcaciones. Otros parajes naturales de Tailandia están siguiendo el mismo estricto planteamiento de gestión turística, pero aún no se han evaluado los resultados.
Residuos: un problema sin resolver
En todo el país proliferan los vertederos ilegales a cielo abierto, especialmente en las islas, aisladas de las infraestructuras del continente. Su impacto es inmenso: algunos acaban en los océanos, mientras que otros contaminan el agua cada vez que llueve. Sobre todo, el problema se deriva de una gran falta de infraestructuras.
Desdeel 1 de enero de 2025, Tailandia ha dejado de importar residuos plásticos, principalmente de Estados Unidos y Japón. El país también espera alcanzar una tasa de reciclaje del 100% en 2027. Pero como los residuos buenos son los que no se han producido, las principales cadenas de supermercados de Tailandia se han comprometido a dejar de suministrar bolsas de plástico. Pero aún queda mucho camino por recorrer.
Zonas protegidas de Tailandia
Tailandia cuenta con unos 150 parques nacionales, además de cientos de santuarios, parques marinos, zonas de veda, sitios Ramsar, etc. El sur del país está bastante mimado, con algo menos de veinte parques nacionales. Entre ellos, el parque nacional de Khao Pu-Khao Ya, de 700 km2, recibe el apodo de Bha Brommajan, por "el bosque de la virginidad". Es escenario de ceremonias rituales, además de albergar numerosas especies, algunas de ellas protegidas.
El sur de Tailandia alberga también el Parque Nacional de Khao Sam Roi Yot, el más antiguo del país. Su nombre se traduce literalmente como "La montaña de los 300 picos". Lejos de ser sólo relieves calcáreos, el parque cuenta con una excepcional diversidad de paisajes, como algunos de los mayores pantanos del país, agua marina, cuevas, manglares, etc
El parque marino de Mu Ko Surin ofrece una protección inestimable a la vida marina. Es otro buen ejemplo de parque en el que los visitantes están regulados para proteger la fauna: durante toda la temporada de monzones, la entrada está prohibida. El parque, muy bien conservado, es lugar de anidamiento de la tortuga verde(Chelonia mydas), en peligro de extinción, y de la tortuga carey(Eretmochelys imbricata), en peligro crítico.