Restaurantes cocina del mundo República Dominicana

Para muchos, es el mejor restaurante de Cabarete. El lugar sorprende por su refinamiento. Se come alrededor de una piscina y un jardín tropical, en un entorno de hacienda elegante. La atención y el servicio son irreprochables. El chef honra la cocina mediterránea: el resultado es simplemente suculento. Productos del mar y de la tierra, cualquier cosa es buena para pasar un buen rato. Muy buena carta de vinos con una buena descripción de cada uno. Tan pronto como entre por la puerta, será transportado a otra época. ¡La decoración es de película!

Un lugar mágico, un restaurante refinado y una naturaleza sin parangón. Uno de los lugares más excepcionales de Las Galeras. Tomeu organiza sus excursiones mientras contempla las ballenas jorobadas desde la impresionante terraza del bar, situada en la ladera del acantilado con vistas al mar (17 metros de altura). Un auténtico rincón del paraíso. Tenga en cuenta que la pista no está asfaltada. Tardará quince minutos en llegar desde Las Galeras. Wifi.

Idealmente ubicado en el parque de Colón, es el lugar perfecto para reunirse al final del día. Las mesas de la terraza son muy populares para el aperitivo a partir de las 17 h. Se puede observar el ambiente animado de la plaza, el ir y venir de los limpiabotas, las propuestas de los vendedores de billetes de lotería, las ofertas de los vendedores ambulantes, los músicos... Perfecto también para una breve pausa, un ligero refrigerio o un almuerzo en medio de la visita a la ciudad colonial. Comida rápida, ensaladas y sándwiches, platos dominicanos sencillos, mojito y piña colada.

¡Nuestro favorito en Río San Juan! Es un espectáculo comer junto a la famosa laguna Gri Gri y ver a los lugareños reunirse en la orilla para tomar un trago y saltar con alegría al agua dulce. También puede optar por el interior y disfrutar de la pantalla gigante que transmite todos los grandes eventos deportivos. Ha llegado el momento de comer uno de los deliciosos platos que incluye el menú. Ya sea un plato europeo o típicamente dominicano, todos los productos son frescos y a precios razonables. Marco, el propietario (que con el tiempo se ha convertido en una figura local), ha recuperado el buen humor de su Gignac natal y lo destila por todo el establecimiento y entre los miembros de su amable equipo. Consejo: vaya al mediodía para probar el plato del día, que siempre se elabora con productos frescos provenientes del mercado local.

Esta es una de las mejores cocinas de la zona. Se puede comer en el exuberante jardín que rodea la piscina. Pasta, pescado o langosta... todo está fresco y bien preparado. Una apuesta segura. El restaurante es víctima de su propio éxito. Conviene reservar los fines de semana.

Este restaurante-club ofrece un ambiente de beach club muy agradable con su bonita decoración de madera y piedras coralinas. El pontón de madera está dotado de tumbonas, un bar de lujo y acceso al mar. La decoración es idílica en este establecimiento instalado sobre pilotes, donde la cocina es de buena calidad y el ambiente siempre agradable. Es bueno tanto para el almuerzo como para la cena. Podrá degustar principalmente especialidades del mar en un entorno que se vuelve muy romántico por la noche. Se recomienda la canoa de mariscos: mariscos con mozzarella gratinada y presentados dentro de una piña.

Aquí se come al aire libre en una gran casa típica del campo dominicano, servidos por muchachos con trajes de campesino. En cuanto al entretenimiento, los espectáculos de baile y música dominicanos alegrarán su comida desde los entrantes hasta el postre. Este restaurante, originalmente uno de los favoritos de los dominicanos, se ha convertido en un lugar muy turístico. El bufé de la comida es muy abundante y permite probar todas las especialidades del país. Además, es una excelente referencia para aquellos que deseen descubrir la cocina y la música dominicana del Cibao mientras aprenden a hablar cibaeño.

Este pequeño bistró está dirigido por una pareja de quebequeses que le recibirán como en casa. Ocupa una cabaña de paja cerca del mar, en pleno corazón de este pueblo de pescadores. Es el lugar de encuentro de turistas, locales y trabajadores de la industria turística, por lo que es perfecto para obtener información cuando llegue a Bayahíbe. Un ambiente dinámico en un entorno sencillo. Desde el desayuno hasta las hamburguesas, pasando por el pez león, la especialidad de la casa que encontrará en varias recetas del menú, pregunte a los dueños cómo ha llegado este pescado a la carta. ¡Una historia de amor y odio! Buena cerveza local a presión. Servicio de bar.

Sabine regentó una brasserie en Francia durante muchos años antes de venderlo todo para crear Al Pasito con su hijo Leo. Han conseguido crear un ambiente hippie chic, un lugar bohemio que recuerda los primeros tiempos de Las Terrenas. Por último, la cocina es, a imagen del lugar, original y eficaz. Nuestro consejo: déjese tentar por el pollo con salsa de curry verde, un auténtico delirio.

Un bonito descubrimiento en la autopista, a unos cuatro kilómetros al norte de la salida para Bonao. Le reciben en una auténtica cabaña con un menú puramente dominicano. El sancocho es uno de los mejores que hemos probado, la sopa de tripas seducirá a quienes gusten de la casquería y, para empezar, las croquetas (cangrejo, pollo, camarones) están exquisitas. El restaurante está siempre lleno. Todos los productos, tanto la carne como los numerosos pescados, son de una frescura irreprochable. Servicio impecable. Un local muy recomendado para una parada en la autopista. Aparcamiento vigilado y pequeña tienda de regalos.

Un establecimiento que merece la pena, aunque el camino para llegar sea malo: la recompensa a sus esfuerzos será disfrutar de un escenario idílico. Puede probar un bahía fongo (puré de mango con pescado, la especialidad local) o un filete de meru. Hay grandes chozas de paja preparadas para permitirle comer con los pies en el agua, a menos que prefiera hacer un pícnic en la costa un poco más lejos. Los empleados le llevan en lancha y le recogen por 1800 pesos por persona. Milagro de la técnica: en este lugar donde parece que esté solo en el mundo, el wifi tiene buena cobertura.

¡Bienvenidos los amantes del sushi! Propone una docena de variedades: de cangrejo, de salmón, de atún… También hay platos de carne y pescado, así como pizzas. La decoración es agradable: las tablas de surf sirven de mesa, frente al mar. La música no es ensordecedora, como en algunos bares. En resumen, nos gustó. Wifi.

El restaurante, situado en la misma playa, es muy agradable y frecuentado tanto por turistas como por dominicanos. Propone una cocina internacional sencilla, con los pies sobre la arena, y ofrece platos de pasta con camarones, langosta, carnes en salsa o a la parrilla y pescados.

Fue la primera taberna del Nuevo Mundo, un edificio centenario que data de 1505, que existía incluso antes de la construcción del alcázar. Hoy en día es un restaurante muy de moda, elegante y muy concurrido. La música lounge y las pinturas contemporáneas contrastan con una taberna de otra época. El menú está lleno de especialidades de carne y pescado (churrasco o costillas, foie gras, langosta, pescado, gambas, ceviche...), pasta y risottos. La calidad es excelente, el servicio bueno y la decoración es simplemente de ensueño. Por la noche, su gran terraza da al Alcázar de Colón iluminado. El ambiente es íntimo y se cena en buena compañía. También es excelente para tomar una copa a cualquier hora del día, a la hora del aperitivo o por la noche.

En el corazón del pueblo, XO es una de las cocinas más famosas de Las Terrenas. Su decoración elegante y refinada (el amplio espacio abierto con vistas al mar es un encanto), su ambiente relajado, que mantiene un aire romántico a la francesa, su personal competente y, sobre todo, su cocina lo convierten en una elección segura. Ghislaine y Thierry sirven un menú variado y sabroso con especialidades de mariscos como cazuela de pescado, tataki de atún o excelentes cangrejos rellenos (con su receta secreta); también platos de carne como el trío de mini hamburguesas con cebolla caramelizada, algunas buenas preparaciones de pasta y raviolis, por no hablar de las ensaladas y otros platos de tapas, cada uno más delicioso que el anterior. Añada una carta de vinos bien diseñada, postres bien preparados y hermosas puestas de sol, cóctel en mano, y lo tiene todo. Los viernes por la noche (20.30 h), un cantante anima la velada (se recomienda reservar).

Este establecimiento es ideal para comer sobre la arena. Sacha y su padre compraron la cabaña más antigua de Las Terrenas para convertirla en un restaurante imprescindible. La decoración es mágica, los platos son buenos y copiosos (las mejores pizzas para muchos) y el ambiente es agradable. Un valor seguro con una excelente relación calidad-precio.

Este agradable lugar, con grandes mesas compartidas de madera y un bonito bar bajo su techo de caña, sirve una de las mejores carnes de Las Terrenas. Puede degustar un menú del día, ensaladas, parrilladas de carne (no se pierda el cerdo del domingo, cocinado al espeto en temporada) y pescado, o una fondue borgoñona. Por la noche añade una nota más elegante e íntima jugando con las luces suaves. Un buen establecimiento con un servicio de calidad. Es posible comer en la playa, con los pies en la arena.

Esta popular cadena de restaurantes dominicana debe su nombre al hijo del dueño. La mejor sucursal es la del Malecón, con su terraza con vistas al mar. También puede comer en un salón con aire acondicionado. El restaurante solo sirve especialidades de cocina tradicional: croquetas de pollo, ceviche, cóctel de gambas, mofongo, cocido, sancocho, chivo guisado, tostones, guineos, moro... Está presente toda la gastronomía local. Tiene una buena carta de vinos y zumos de frutas tropicales. El ambiente es muy local, ruidoso y con buen humor.

Cocina sencilla y rápida. Su terraza, frente al Alcázar, es muy agradable.