Autores

El dialecto de Gévaudan es similar a la langue d'oc. Así que es natural que también haya tenido sus defensores. Al igual que Frédéric Mistral, Félix Remize (1865-1941) escribió su obra más famosa en esta lengua: Les Contes du Gévaudan.

En otro orden de cosas, Jean Larteguy (1920-2011), nacido en Aumont-Aubrac y autor de Les Centurions, así como de Si tu reviens en Margeride, describió el norte de Lozère con humor y amor: "Un país tan pobre que los cuervos necesitan una bolsa de musette para atravesarlo, pero el país más bello del mundo".

Paul Éluard se refugió en 1943 en el castillo de Saint-Alban, que en aquella época albergaba un manicomio, y escribió su poemario Souvenirs de la maison des Fous.

El destino de Céleste Albaret, nacida en Auxillac, cerca de La Canourgue, también está ligado a la literatura. Esta humilde sirvienta saltó a la fama gracias a su patrón, que la hizo figurar en algunos de sus libros. Se dedicó por completo a su caprichoso amo. Le asistió en su muerte, en 1922, y le sobrevivió más de 60 años. Se llamaba Marcel Proust

Algunos otros escritores han ambientado sus novelas en Lozère: Aubrac para Christian Signol en La Promesse des sources, Rieutort-de-Randon para Henri Dellerba en Les Irascibles o Lanuéjols para la novela negra de Pascal Lainé Trois petits meurtres et puis s'en va... Entre los escritores regionalistas, Marie de Palet gozó de gran éxito. Sus novelas Les Terres bleues, La Demoiselle, Retour à la terre... están ambientadas exclusivamente en Lozère. La profesora, nacida en Mende en 1934, narra las historias de la población local y su vida en otra época. Yves Pourcher, profesor universitario nacido en Mende en 1955, también comparte su pasión por Lozère en sus libros. Entre ellos, Le Rêveur d'étoiles, una novela bélica sobre Jérôme Charbonnel, que abandona los campos de la granja familiar de Coulagnettes para ir a los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial. Jean-Paul Mazot ha escrito Visages de la Lozère au XXe siècle, un relato histórico de la política, la economía, el ocio y el turismo, la sanidad, la religión, la cultura, la educación y el patrimonio entre 1901 y 2000.

Y eventos

Lozère también demuestra su apego a los libros y a sus autores a través de los eventos que se celebran regularmente en Saint-Chély, donde la librería Le Rouge et le Noir organiza encuentros literarios. Cada año, Marvejols celebra otro salón del libro, mientras que Sainte-Enimie se especializa en el cómic... La biblioteca departamental de préstamo dispone también de varias sucursales y de un bibliobús móvil que recorre la región. Vinculadas o no a un centro comunitario rural, las bibliotecas municipales, gestionadas por voluntarios, son magníficos viveros de lecturas de todo tipo. A veces también hay actos, lecturas y cuentacuentos, sobre todo para el público joven. Y si añadimos unas cuantas librerías de lujo en Mende, Florac, Nasbinals y Marvejols, ¡no le faltará material de lectura durante su estancia!