Los mejores restaurantes Pouilles-Calabre-Basilicate

Ofrece tanto un restaurante con platos típicos y refinados de la región, con excelentes productos de temporada, como una tienda de comestibles con una gran selección de vinos y otros productos. La carta se centra en el marisco, con pescado del día a la plancha, deliciosos tartares de pescado y marisco, y mejillones en tempura. También hay platos de pasta y cortes finos de carne. El restaurante se encuentra en un palacio del siglo XIII y está dirigido desde 1979 por una importante figura de la restauración de Brindisi.

Este restaurante es una cuna cultural bajo una arquitectura de gran prestigio. De hecho, forma parte de la antigua fortaleza medieval de Trani, que fue diseñada para proteger la punta oriental del puerto e incluye la iglesia de Sant'Antuono, del siglo XII. Desde la terraza se puede admirar el magnífico panorama. Pero sobre todo, esta iglesia se ha convertido en la sede de uno de los mejores restaurantes de Apulia. Le sorprenderán las combinaciones de productos del mar y de la zona, y los platos cuidadosamente presentados, que pondrán a prueba sus sentidos. Para pasar una agradable velada.

Sobre el Sasso Barisano, un restaurante idealmente situado con una amplia y agradable terraza, rodeado de los sassi. La acogida es realmente cálida. El menú incluye platos tradicionales lucanos y campesinos, como cavatelli con tomate y cacioricotta y puré de habas con achicoria, así como una variedad de platos de marisco fresco. Prueba el gran antipasto del mar para compartir y el crudo di mare. Un sitio que, sorprendentemente, revela sabrosos platos recomendados por los residentes.

Una parada perfecta para un almuerzo rápido mientras se pasea por el Sasso Caveoso. Esta pequeña panadería artesanal ofrece una excelente focaccia con tomate, aceitunas, patatas o calabacines, el famoso pan IGP Matera, calzone (pizza pero completamente cerrada por una masa) y hojaldres, además de algunas especialidades, como una buena tarta de cebolla. También son sabrosos los bizcochos de almendra y los taralli dulces y salados. Cuatro mesas delante para disfrutar del sol.

Situado en las afueras de Venosa, este restaurante es propio del hotel del mismo nombre. El lugar es animado y conocido, y el personal es muy profesional, es frecuentado por una clientela local de asiduos. Su cocina es tradicional y refinada con productos locales y de temporada, por la noche, el restaurante también sirve pizzas hechas al horno de leña. Tiene una gran terraza cubierta cuando hace buen tiempo aunque también puede disfrutar del bar del hotel y de su pequeño salón para tomar un aperitivo antes de la comida o un café para hacer la digestión.

Dos hermanos apasionados, Pietro y Domenico, le dan la bienvenida en un ambiente acogedor con una cocina típica lucana, presentada con investigación y avidez. Las sorpresas están ahí, las combinaciones a veces son sorprendentes, pero siempre respetando el producto, rigurosamente a kilómetro cero. Las orecchiette (pasta originaria de Apulia cuya forma recuerda a la de una oreja), los raviolis de patata, el puré de habas y achicoria, ¡todo está riquísimo! Buena selección de vinos. No se pierda la sabrosa panna cotta con pimientos caramelizados: ¡una combinación inesperada!

Este es uno de los mejores lugares para comer en Melfi. Se pensará que está entrando en una casa privada, pero es un restaurante. En un ambiente sobrio y refinado, descubrirá una cocina local revisada por el chef Michele Sonessa. Los platos están bien equilibrados, tanto desde el punto de vista visual como de las combinaciones de sabores. Las chuletas de cordero (local) son suculentas, al igual que las carrilleras de cerdo, el filete de salmón, los cavatelli con setas y los postres. Presentan una buena selección de vinos y el personal es amable.

En el corazón del centro histórico de Cosenza, un café acogedor y agradable

En Abbruzzino, los sabores regionales y la creatividad ocupan un lugar destacado. Este restaurante con estrella Michelin desde 2014 promete placer y descubrimiento. Al frente de la cocina están Antonio Abbruzzino y su hijo, Luca, ambos humildes y apasionados. Desde el pequeño comedor, que solo tiene siete mesas, se puede ver como se afanan en la cocina; mientras, el servicio lo presta Rosetta, la madre, ayudada por un equipo sonriente y próximo. Definitivamente, un lugar para añadir a su itinerario gastronómico. Se recomienda reservar.

Esta excelente trattoria ocupa una antigua carnicería de la ciudad. El ambiente se asemeja al de una taberna —el ambiente es a la vez rústico y cálido—, y la acogida amable. En el menú: finos surtidos de embutidos calabreses, tartars y carpaccios de ternera y pato, judías cu l'oghiu bonu (judías sicilianas), una rara tagliata, macarrones caseros con ragú de jabalí, entrecotes... Como puede ver, la especialidad aquí es la carne. Buena lista de vinos, principalmente calabreses.

Un buen restaurante especializado en los sabores del mar. Un lugar que puede parecer incongruente teniendo en cuenta el entorno montañoso, pero la magia de Calabria reside precisamente en que el mar nunca está lejos: Morano se encuentra a unos cuarenta kilómetros del mar, tanto de la vertiente jónica como de la tirrena. Además, los platos de pescado y marisco son de gran calidad, con una cocción perfecta, acertadas asociaciones de sabores y refinadas presentaciones. Pruebe el risotto de salmón y regaliz.

Situado en un promontorio con vistas al mar, es un elegante hotel-restaurante con jardín y piscina. En verano, la terraza, situada en la parte baja, es un lugar encantador, con sus mesitas, que parecen colocadas sobre el agua. Grandes celebridades se han dejado seducir por el lugar: Claudia Cardinale, Lucio Dalla o, recientemente, Bob Sinclar. La cocina, basada en especialidades marinas, ofrece buenos antipastos de pescado, aunque a precios elevados. Pruebe el pez espada a la parrilla, una especialidad de Crotona. Este es uno de los mejores lugares para disfrutarlo.

No muy lejos de la zona arqueológica, encontrará una locanda de larga tradición que ofrece una cocina local de calidad, muy cuidada. Antonio y Rocco Simone, dos hermanos, trabajan para defender el patrimonio culinario de Calabria elaborando una cocina auténtica basada en productos de kilómetro cero. ¡Sabores, generosidad y sol en el plato! El menú cambia en función de los productos frescos del día. Entre los platos estrella estan las pastas caseras con ragú de cabra, las albóndigas y el stocco en salsa (bacalao). Buena relación calidad-precio.

Uno de los mejores restaurantes de Castrovillari, situado en el centro histórico frente al castillo aragonés. El entorno es agradable y acogedor, con una sala rústica y bien cuidada, y una terraza que da a una de las enormes torres de la fortaleza. La osteria sirve una cocina local sencilla y muy sabrosa basada en carnes y productos frescos de montaña. Tendrá que descifrar el menú, que utiliza términos dialectales, así que pida consejo al camarero en función de lo que quiera comer. Un espacio muy apreciado por los locales.

El restaurante está situado en las afueras de la ciudad, en un barrio poco atractivo, pero esta carencia se compensa en gran medida con la calidad de una cocina inspirada en los sabores del mar. Mezcla la sencillez de las preparaciones, exaltando así el sabor de las materias primas, con algunos toques creativos que estimulan la curiosidad, como, por ejemplo, los espaguetis con carbonara de pez espada, que son realmente excelentes. La frescura del pescado y del marisco está garantizada. Ambiente moderno y un poco frío. Servicio profesional y buena selección de vinos.

El restaurante se encuentra en una pequeña villa de los años 1920, con una agradable terraza en verano y un interior kitsch (cursi). El ambiente es el de una típica trattoria, con una atmósfera familiar y relajada, para una cocina clásica y sencilla que destaca por sus especialidades marineras como los mejillones con tomate, la pasta con vongole, el atún con sésamo, las frituras mixtas de pescado y la carne a la parrilla. Siguen los postres caseros, los helados y las tartas. Personal atento y con buenos consejos, sobre todo en la elección del vino.

Este restaurante rural en medio de las montañas es frecuentado por los lugareños, especialmente los domingos. Sentado en la terraza, con el río debajo, podrá disfrutar de una cocina tradicional auténtica y generosa. En la carta hay antipasti variados compuestos de capocollo y soppressata, acompañados de verduras en aceite, pastas con ragú de cabra, setas (en temporada), trucha y buenas carnes a la parrilla. Una parada gastronómica y tonificante, perfecta a la vuelta del paseo hasta las cascadas de Marmarico.

Este restaurante, aunque sea turístico, es apreciado por su agradable ubicación frente al puerto deportivo de Pizzo y por su buena cocina a base de pescado, una cocina clásica y sin pretensiones, pero bien ejecutada y con productos frescos. Las especialidades de la casa son el pescado mixto a la parrilla, los fritos y los platos de pasta como los paccheri con atún fresco y tomates cherry. También merece la pena probar: el pez espada a la parmesana y el atún con cebollas rojas de Tropea. Por la noche, el restaurante también es una pizzería.

Uno de los mejores restaurantes de Cosenza, ideal para descubrir los productos calabreses. El gran salón de arriba, rústico y elegante a al vez con sus hermosas vigas a la vista, acoge a una clientela local bastante adinerada. Pruebe el antipasto Calabria Bella, elaborado con quesos y embutidos regionales, verduras a la parrilla y aceitunas, con una copa de vino local Donnici. El personal es encantador y cocina generosa y sincera, suficiente para reconciliarse con el casco antiguo de Cosenza que, a primera vista, puede parecer poco atractivo.

En el centro del casco antiguo, con una decoración de piedra vista, este restaurante propone una cocina elegante, sencilla y sabrosa, que apuesta por el el marisco, con antipasti de pescado crudo y cocido, pasta con marisco y pescado frito, así como tablas de quesos y embutidos, y carne para los incondicionales. Ofrece una interesante selección de vinos regionales por copa o botella. Cuando hace buen tiempo, la terraza de la calle, con sus adoquines lisos y pulidos, es muy agradable. Personal amable y cordial.

Este lugar se parece un poco a su nombre: poético y auténtico, con un toque de elegancia que nos recuerda que el poeta campesino es también el príncipe de los buenos modales. Una clientela bastante exigente y de alto nivel para un restaurante con una reputación inquebrantable. Pruebe los platos de pasta o los ñoquis con habas, espárragos y trufa negra. Disfrute mientras ve cómo las mammas preparan la pasta fresca y los postres; una gran experiencia. Recuerde reservar con antelación, ya que el establecimiento es bastante popular.

El restaurante está ligeramente alejado de la calle muy transitada, al fondo de un bonito alambre de piedra bordeado de flores. Se sirven pizzas y platos típicos de la región.

El restaurante del hotel Patria Palace es la mejor opción gastronómica de la ciudad. En verano, la cena se sirve en la terraza con vistas a Santa Cruz, la obra maestra barroca de Lecce. En invierno, ofrece una elegante sala abovedada del palacio donde las papilas gustativas se rinden a los manjares. El chef resalta brillantemente los sabores de cada alimento, y las especialidades de marisco están realmente logradas. La presentación de los platos es sencilla y elegante. El servicio es de alto nivel y el camarero conoce la historia de cada uno de sus vinos.

Una hermosa terraza cubierta y con sombra frente al castillo, donde se le recibirá con mucha amabilidad. La especialidad del restaurante es el pescado y el marisco, frescos y locales. La lubina y la dorada se cocinan a la parrilla o al horno con aceitunas (¡una delicia!). Pruebe la langosta marinada o los mejillones, seguidos de un risotto del mar o pasta con tinta de calamar, acompañado de un buen vino de Apulia. Para los carnívoros, ofrecen filetes a la parrilla. Ojo, la guarnición se cobra como suplemento. De postre, pruebe la pastiera (un pastel de ricotta).

Un lugar único en el mundo, este restaurante, excavado en el promontorio rocoso de la fascinante cueva de Palazzese, permite divisar el mar y el cielo a través de una delicada abertura. Es uno de los establecimientos más fascinantes de Apulia, y uno de los más románticos de Italia... La cocina es correcta pero sin pasarse. Aun así, debe probar la especialidad regional, la tiella alla pugliese, hecha con arroz, patatas y mejillones. Los precios se ven inevitablemente afectados por un entorno tan mágico y atípico, pero la experiencia es espectacular.

Esta pequeña tienda, situada bajo los pórticos de la plaza Maria Immacolata, con su armoniosa forma semiovalada, vende los quesos y el capocollo de producción propia. Puede sentarse en una de las pocas mesas a la sombra de los soportales para un almuerzo rápido, y disfrutar de un surtido de sus ricos productos en platos de plástico, acompañados de pan, algunas aceitunas y taralli (roscas saladas tradicionales). O bien, opte por un panino caliente relleno con una generosa capa de embutido capocollo yqueso stracciatella : ¡una delicia! Y a un precio muy razonable.

Señalizado por sus contraventanas azul grisáceo en un rincón de la plaza principal del casco antiguo, este discreto local ofrece una cocina tradicional sencilla y honesta, que privilegia los productos del mar pero también propone grandes tablas de embutidos y quesos locales. Platos de pasta perfumados, con orecchiette con tinta de calamar, gambas, tomates, limón y crema de burrata en el menú Pregunte por el pescado del día. Se enumeran los ingredientes congelados. La habitación está bellamente decorada en tonos marinos, bajo una hermosa bóveda de piedra.

Este restaurante familiar nació de la estrecha colaboración entre dos hermanos: uno regenta la carnicería situada casi enfrente, el otro ofrece las carnes locales en su restaurante. Por lo tanto, la carta dispone de salchichas, chuletas de cordero, capocollo, bombette, fegatini (a base de hígado), parrilladas mixtas, todo ello acompañado de patatas asadas y una jarra de vino de mesa. El ambiente es rústico y muy local, con la televisión encendida de fondo. Es el lugar perfecto para satisfacer un antojo carnívoro a precios bajos.

Idealmente situada entre la plaza de la catedral y el paseo marítimo, la Locanda del Porto está siempre concurrida y este éxito está justificado: frescura de los productos, recetas sabrosas, maestría en la cocina y buena relación calidad-precio, no falta de nada. Los platos de marisco conviven con generosos platos de pasta y hermosos trozos de carne cocinados a la perfección. Si no está seguro, puede elegir la Degustazione della Locanda: diez preparaciones culinarias para obtener una visión general del menú. Se recomienda reservar.

Sin duda la mejor pucceria de Otranto... ¡de Salento, dirían algunos! A dos pasos del castillo, este pequeño local ofrece deliciosos pucce (puccia en singular), esos pequeños panes redondos típicos del sur de Apulia que, generosamente rellenos de ingredientes locales, constituyen un almuerzo abundante y realmente sabroso. Tendrá que elegir entre el pucce di mare (el de pulpo es excelente) y el di terra (relleno de stracciatella, embutidos y verduras a la parrilla). Unas cervezas artesanales para acompañarlo todo.

Una institución en Lecce, llevada con orgullo por su propietario Giuseppe Giannone, que representa la^3ª generación. La puccia salentina es un pan redondo similar al pan bagnat: aquí se elabora de forma casera y se hornea en piedra, y luego se cubre generosamente con productos regionales de calidad. Nuestra puccia favorita es la Pugliese, con burrata, capocollo y finas rodajas de calabacín, todo ello rociado con aceite de oliva virgen extra. Una delicia para un almuerzo gourmet.

A lo largo de la Via Duomo, que conduce a la catedral y al castillo, una excelente dirección para disfrutar de la creativa y sabrosa cocina de Apulia. El restaurante ocupa una hermosa sala abovedada, fresca en verano, con una decoración elegante. El personal es acogedor y disponible, y se agradecen los pequeños detalles, como la degustación de aceite de oliva local al principio de la comida. El plato estrella: espaguetis al Tettuccio, servidos con tomates cherry, stracciatella y dados de gambas crudas. Pero todo está bueno, ¡desde el entrante hasta el postre!

Siga la indicación^{"1er callejón} a la derecha, justo después del arco" para encontrar La Chicca, "la pepita", en el laberinto de callejuelas que conducen a la catedral. Para los habitantes de Ruvo, este restaurante es una apuesta segura por la calidad de sus productos de la tierra y del mar y por su excelente relación calidad-precio. Las recetas, inspiradas en la tradición culinaria de Apulia, no carecen de un toque de creatividad y se preparan con generosidad. Auténtica bienvenida. Interesante selección de vinos de la región.

Una dirección elegante donde podrá disfrutar de pizzas gourmet bajo las bóvedas de piedra rubia del hermoso comedor o, en el exterior, en los arcos góticos de la fachada. La carta incluye algunos clásicos, como la margarita, pero sobre todo pizzas con ingredientes originales y apetitosos, basados en ingredientes regionales de calidad, como la burrata de Andria y el capocollo de Martina Franca. Algunas sugerencias diarias inspiradas en productos de temporada, un poco más caros pero siempre muy tentadores. En el menú, buenas cervezas italianas y belgas.

Situada en una de las animadas calles de Brindisi, Trullo es una famosa pizzería para todos los gustos. Las pizzas se cuecen al fuego de leña en un horno con forma de trullo. Gracias a una larga cocción, la masa es ligera y fácil de digerir, y está cubierta con una variedad de ingredientes que celebran la riqueza gastronómica del sur de Italia. La frescura de la carne y el marisco está garantizada por entregas diarias. Cocina clásica y sabrosa. Una apuesta segura por una buena relación calidad-precio.

Justo al lado de la librería Liberrima, este restaurante-bar-enoteca ofrece un agradable paréntesis a cualquier hora del día, ya sea para tomar un café con pasticciotto, una copa de vino con una rebanada de focaccia o cenar. La terraza a la sombra de la iglesia de Sant'Irene invita a relajarse; la sala abovedada con sus paredes forradas de botellas de vino y libros es igual de acogedora. Buena cocina típica de Salento. Los platos se ofrecen en versión assaggio (pequeña degustación), que permite probar más cosas.

Lo más probable es que sea el único turista en esta pizzería de barrio, muy conocida entre los locales. Lo que hace que tenga tanto éxito es el gran cuidado que se pone en la masa, que se deja crecer durante 72 horas, muy ligera y digerible. En el menú se encuentran tanto los grandes clásicos (margarita, cuatro quesos, capricciosa), como algunas combinaciones poco comunes (setas y salchichas, mozzarella de búfala campana y flores de calabaza...). Con un ambiente familiar y animado, es imprescindible reservar para el fin de semana.

Establecimiento histórico en la parte antigua de Bari, abierto desde 1906, que perpetúa las tradiciones culinarias locales con total sencillez y respeto por los buenos productos. El ambiente es popular, en una gran sala blanca con mesas pesadas y bancos de madera oscura. Ofrece un buen surtido de antipasti en el bufé y generosos platos típicos como las orecchiette al ragù di cavallo y el riso patate cozze (arroz, patatas y mejillones), todo ello servido bajo la atenta mirada del propietario, al que quizá pueda sacar una sonrisa al final de la comida.

Este pequeño establecimiento con una decoración refinada, al igual que su cocina, se encuentra detrás de una fachada discreta. La chef Angela se inspira en las tradiciones culinarias y los productos locales para crear platos deliciosos y sabrosos. La carta se divide en un menú de tierra y otro de mar, y se invita a viajar de uno a otro para degustar carpaccios de pescado con cítricos, orecchiette con capocollo y puré de habas, o un risotto con azafrán y trufa negra, de aroma divino. Los vinos de Apulia son excelentes.

Cerca de la calle principal, esta discreta dirección de Aliano ofrece una cocina tradicional sencilla y sin pretensiones, elaborada por la sonriente anfitriona. En el menú hay platos de embutidos locales, platos de pasta como cavatelli con migas de pan y peperoni cruschi y secondi de carne. Una acogedora sala con paredes de piedra vista decoradas con reproducciones de obras de Carlo Levi. En la cantina del fondo hay buenos vinos de Basilicata para acompañar la comida. Buena relación calidad-precio.

En el corazón del Sasso Barisano, este restaurante-pizzería se compromete a mantener vivas las tradiciones culinarias lucanas. Los platos de la cultura campesina se cocinan con generosidad y sencillez, utilizando materias primas locales. Las pizzas también están muy buenas. Prueba el coccio La Cola Cola, a base de cordero y salchichas cocinadas a fuego lento con tomates y setas. En verano, la terraza con vistas a los sassi es el mejor lugar ; en las noches más frescas, los salones trogloditas del restaurante son ideales.

Una referencia en la escena culinaria local. En este restaurante gastronómico, los productos locales se seleccionan cuidadosamente y se cocinan a la perfección. La selección de antipasti ofrece un panorama de especialidades lucanas. La tagliata de vitello podolico (raza bovina local) será uno de los mejores recuerdos culinarios de su estancia. Al lado, el café-bistró L'Abbondanza Lucana tiene una carta más reducida y precios más bajos, pero es la misma cocina y la misma calidad.

En el corazón del Sasso Barisano, un lugar pequeño y acogedor para almorzar en un ambiente familiar y tranquilo. En el mostrador se puede elegir entre los platos del día y sentarse en el pequeño salón o en la terraza. El señor, antiguo pizzaiolo, prepara focacce y calzoni. La señora prepara una comida tradicional, la de la mamma italiana, sencilla y generosa: orecchiette al tegamino, verduras rellenas, lasaña... Déjese tentar por un trozo de tarta de albahaca de postre, ¡con una gota de amaro casero!

En una calle perpendicular a Corso Garibaldi, un letrero con una fachada discreta y una sala larga, sobria y pulcra, con luces tenues. Podrá disfrutar de una cocina marinera clásica y bien ejecutada, todo ello por una buena relación calidad-precio. En el menú, antipasti de pescado y marisco servidos en dos platos, frío y caliente, espaguetis que desaparecen bajo la cantidad de mejillones y marisco, paccheri de pez espada y buenos postres caseros. Una dirección que combina sencillez, coherencia y una acogida cordial.

Alejado de la plaza principal de Pizzo, Le Petit Jardin recibe a sus huéspedes en una agradable terraza sombreada frente al castillo. La dirección, regentada por una pareja encantadora, es una parada perfecta para comer. El menú favorece el marisco y ofrece antipasti (excelente la pepata de mejillón), platos de pasta y pescado a la parrilla. ¡Porciones muy generosas! El restaurante también ofrece hamburguesas gourmet con pez espada, calamares fritos, pulled pork y bistec picado con stracciatella.

Situado a la salida del pueblo, el caserío Al Borgo es uno de esos lugares donde el tiempo parece no tener freno. La acogida, la cocina e incluso los precios muy baratos contribuyen a esta sensación de tiempo suspendido. Aquí, todos los embutidos son caseros, como la 'nduja, que se sirve en pequeños platos tradicionales de terracota. El gargantuescoantipasto misto ofrece una visión completa de esta sabrosa cocina de montaña calabresa, y la pasta fresca con cordero, cabrito o berenjena es una auténtica delicia.

Un restaurante familiar que hace honor a la cultura griega y a sus orígenes italianos y griegos. Podrá degustar souvlakia (brochetas de carne), dolmades (hojas de parra rellenas) y pan lestopitta mojado en tzatziki fresco y cremoso. Pero el restaurante también ofrece excelentes pizzas con ingredientes tradicionales de Botte, para comer en el local o para llevar. Para una feliz unión de las dos tradiciones culinarias, opte por la original y buenísima pizza de feta.

Este asador del centro de la ciudad es muy conocido por los habitantes de Reggio Calabria, que alaban la calidad de sus calzoni fritos rellenos de mozzarella y tomate, los arancini (bolas de arroz) y la tradicional mozzarella in carrozza (mozzarella entre dos rebanadas de pan, todo frito). Los precios son bajos y el servicio es rápido; práctico para un almuerzo sobre la marcha. La casa también ofrece pizzas bastante buenas y algunos platos de pasta.

Frente al puerto deportivo de Catanzaro Lido, Kesa's afirma su apego al mar con un menú que le hace plena justicia. En la carta, tartares de pescado, mejillones y ostras, pasta con bogavante, pez espada o vongole, carnes del mar a la plancha y fritas, todo ello impecablemente fresco. También merece la pena probar el morzello di baccalà, un plato inspirado en una receta tradicional de Catanzaro, pero en el que los callos y los despojos se han sustituido por bacalao, cocido a fuego lento con tomate y guindilla. ¡Delicioso!

Es imposible pasar de largo este café que tiene una terraza en el centro del Corso Garibaldi, la vía peatonal que atraviesa Reggio Calabria. A la hora del aperitivo, es aquí donde los residentes interrumpen la tradicional passeggiata para beber un spritz acompañado de aperitivos, mientras observan distraídamente el movimiento constante de los transeúntes. El local es apreciado por su servicio a la antigua usanza y su animado ambiente local. También puede comer o saborear sus pasteles, un capuchino o un buen helado de bergamota.