Los mejores restaurantes Pouilles-Calabre-Basilicate

Una pizzería correcta si deseas cenar en el lungomare Galilei con un vaso de Primitivo.

Este restaurante, que fue inaugurado en 2016, brinda un ambiente cálido en su sala abovedada o bajo la veranda con vistas al campo. Ofrece platos muy logrados con acento calabrés, con propuestas de tierra y mar que celebran los productos locales como el aceite de oliva virgen extra de Gerace, el regaliz y la bergamota. También puede optar por la pizza, cocinada en horno de leña, con ingredientes deliciosos. L'Antico Borgo también dispone de algunas habitaciones con baño privado, y el desayuno se sirve en el jardín.

Un restaurante en el casco antiguo muy conocido por su cocina tradicional, centrada en el marisco, y por la calidad. Los platos de pez espada son especialmente sabrosos, y el marisco, crudo o cocido, es muy fresco. El ambiente es cálido y romántico, con platos muy elaborados y una atractiva carta de vinos. El local no es muy grande e incluso la terraza se llena muy rápido, así que recuerde reservar su mesa con vistas, especialmente en temporada alta. Preciosas vistas al mar desde la terraza.

En este restaurante, solo se puede disfrutar. El chef Daniele Caldarulo junto a Emilio, al servicio, sabrán mimarle para darle lo mejor de su cocina, siempre con una sonrisa en los labios. Las pizzas están muy ricas, como el resto de la carta en la que encontrará carne tártara, risottos, pastas de mil sabores y pescados con recetas inimaginables... La tarta de ricotta con crema de caramelo es una delicia, al igual que la tarta de chocolate negro con coulant de chocolate blanco. Excelente relación calidad-precio y muy buenos vinos.

Un festival de los sentidos, un descubrimiento culinario y humano: esto es lo que le ofrece Gigi, el joven chef de Scinuà. En la entrada, un cartel marca el tono: «El mayor éxito en la cocina es llenar el estómago con imaginación. Aquí podría disfrutar de la mejor comida de su viaje. Zanahorias rojas, verduras antiguas y otras sorpresas se cocinan con arte y habilidad. Platos vegetarianos, carnes, postres: todo es una delicia. Y por una extraordinaria relación calidad-precio. Una visita obligada.

El portón de entrada de este restaurante, situado justo detrás del puerto de Monopoli, da paso a un patio interior y a la sala con una acertada decoración industrial, chic pero no recargada. Este establecimiento se ha convertido recientemente en el digno representante de las delicias de Apulia. Disfrutará de una cocina fina, viva y precisa en un registro marino, con numerosas propuestas de mariscos crudos para combinar al gusto, platos de pasta entre tradiciones campesinas e ingredientes nobles, y algunas carnes. En resumen, se enamorará a primera vista de este establecimiento tan especial, muy gourmet y que, además, tiene precios razonables.

Este pintoresco restaurante, con una bonita terraza con vistas al mar, se esconde en un pequeño callejón. El interior parece una cueva con mil objetos marinos y fotos antiguas. Las especialidades de la casa son las recetas de pescado y marisco, con buenos surtidos de antipasti, platos de pescado del día a la plancha y el inevitable pez espada que se pesca en las aguas de Scilla y que se sirve a la plancha, en carpaccio o con un plato de pasta fresca. Buena cocina marinera en un entorno idílico.

Idealmente situado en lo alto del casco antiguo de la bella Tropea, a un paso de la hermosa Duomo, y con una panorámica que disfrutar: el puerto y las montañas como telón de fondo. El servicio y la cocina son impecables, con una excelente relación calidad-precio para una gama de platos mediterráneos. Buenos boquerones fritos y mariscos, acompañados de un vino blanco fresco. Le gustará todo: desde el pescado a la parrilla hasta la pasta con tinta de calamar, y desde el atún con cebollas rojas de Tropea hasta las pizzas. Un entorno idílico con una terraza a la sombra. 

Este trabucco, donde las redes de pescadestacan sobre el mar de fondo, ofrece un marco insólito para una comida junto al agua. La familia Ottaviano, propietaria del trabucco desde hace cinco generaciones, elabora recetas tradicionales o más innovadoras con el pescado capturado en las redes de pesca y las verduras de su huerta de Peschici. También es un lugar muy agradable para el aperitivo, con una copa de vino de Apulia acompañada de algún marisco. Ofrece sesiones de jazz en directo en verano. Este pequeño refugio, antes secreto, es ahora conocido por muchos turistas.

Nos encanta este restaurante ecológico: ubicado en un trullo tradicional muy bien restaurado, se puede sentar bajo las bóvedas o en la veranda frente al huerto, donde los propietarios recogen las verduras delante de uno. Kilómetro cero garantizado. La bienvenida es cálida y respetuosa, y la decoración, con sus menús y citas escritas directamente en las paredes, contribuye a un ambiente envolvente. En Terra Madre se está a gusto y la cocina, multivitamínica y delicadamente preparada, es un desfile de sabores.

Parada imprescindible si se visita Savelletri. Los pescados y mariscos se sirven crudos, y por supuesto son muy frescos, porque se trata de una pescadería. "Ni sal ni aceite de oliva": este es el consejo del propietario, Vito, para sacar lo mejor del mar. El gran carpaccio permite degustar unos seis pescados y mariscos diferentes, según la pesca del día. También sirven numerosos tartares y la posibilidad de elegir ostras, gambas, etc., de forma individual acompañado de un buen vaso de vino blanco local.

Prepárese para un exquisito viaje de olores y sabores, guiado por el gran (y muy modesto) chef Pietro Zito, digno representante de la cocina de Apulia, de las materias primas que ofrece su generosa tierra y de la experiencia de sus productores. Aquí uno se siente como en casa de un amigo. Puede ver a los cocineros trabajando con entusiasmo a través de un ventanal, y el ambiente es acogedor y auténtico. Esta cocina tradicional se elabora con productos frescos de temporada, muchos de los cuales proceden del huerto cercano. Un verdadero placer.

Un típico café-restaurante en la parte baja del pueblo, un lugar de encuentro para los vecinos. El pequeño local con paredes de piedra vista, decorado con antiguos materiales de labranza, anuncia una comida con los colores de la tradición rural lucana. Frente a un trofeo de caza que hace compañía a una foto del Papa, se puede saborear una cocina auténtica y generosa en la que los productos de calidad no se ven avergonzados por lo superfluo. Mención especial para el cordero, fundente y deliciosamente acompañado de verduras en aceite de oliva.

Auténtica cocina salentina y productos de kilómetro cero: ésta es la garantía de esta osteria, abierta desde 1999 y regentada por Salvatore Campilongo, conocido como Totu, que siempre tiene un ojo en el comedor y otro en la cocina. Así que espere encontrar cocina casareccia, "como en casa", sin aspavientos pero siempre generosa. El menú satisface todos los gustos, desde abundantes antipasti para compartir, pescado fresco y platos típicos de carne como el turcinieddrhi.

El chef Gigi Sanrocco es estricto: todos los productos deben ser frescos y comprados el mismo día antes de llegar al consumidor. Orgulloso de haber recibido a Mel Gibson en su mesa, le dedicó una receta: fettucine alla Mel Gibson, con habas, tomates cherry y champiñones. Otras especialidades de esta cocina inspirada en la tradición familiar: braciole al ragù con polpette (chuletas y albóndigas), agnello al cutturiello (cordero) o cardoncelli della passione (tarta elaborada con una planta que crece en el Murge).

Como su nombre indica, el mesón se encuentra cerca de la catedral de Santa Maria Maggiore, en el centro histórico. Su cocina es poco pretenciosa pero bastante buena. La carta ofrece muchas especialidades regionales de pescado y marisco, con orecchiette con cime di rapa e vongole (con grelos y marisco), sopas y frituras de pescado, pasta con bisque de marisco, todo ello fresco y cocinado con sencillez. Los productos de la tierra también están representados, con algunos platos de carne y tablas de mozzarella y embutidos.

Es uno de los establecimientos emblemáticos de Bari, donde se puede disfrutar de la cocina local en un ambiente elegante, con una pequeña terraza cubierta y una clientela más bien «formal». Se presta especial atención a la elección de las materias primas locales y de temporada, y a la frescura del pescado y el marisco del mar Adriático, que se cocinan a la parrilla o se sirven como antipasti crudos y cocidos. Los amantes del marisco estarán encantados con las grandes bandejas de erizos de mar. Pasta casera y buena selección de vinos. Cerca del teatro Petruzzelli.

¡El punto de encuentro de los habituales! Sirven marisco ultrafresco y especialidades de Bari como el sencillo y delicioso riso patate e cozze (un plato tradicional que, como su nombre indica, se compone de arroz, patatas y mejillones, todo ello al horno), el polpo arrosto in panino (bocadillo de pulpo a la parrilla) o el pescado frito crujiente. Primero, se paga en caja, donde le dan un número, y luego se recoge el pedido cuando está listo. Típico y popular, con vistas al pequeño puerto, casi tendrá los pies en el agua.

Una sala estrecha, de piedra y con techo de bóveda, situada a dos pasos del casco antiguo. Platos típicos de la región sin carta. Conviene saber que el antipasti y el postre se imponen sin elección. En cuanto al menú, tres entrantes y dos platos (carne o pescado). Al salir, un paseo nocturno a lo largo de las murallas.