Los mejores restaurantes Languedoc Roussillon

Saint-Quentin-de-la-Poterie es un lugar festivo para todas las generaciones. En este espacio verde, podrá relajarse en familia o tomar una copa con los amigos, sin ver pasar el tiempo. Planchas, tártaros, hamburguesas, paninis, perritos calientes y patatas fritas con una amplia selección de salsas se cocinan con productos locales. Podrá saciar su sed con una cerveza bien fría, un vino de la tierra o un batido hecho en el local, al igual que la repostería. El ambiente es decididamente veraniego y el servicio amable

En La Cueva podrá degustar lo mejor de España, con paellas y tapas, así como deliciosos platos del día que a menudo tienen sabor a mar. Couteau o calamares a la plancha, vieiras, bogavante, alioli, a menudo al estilo andaluz, pero sobre todo con sabor mediterráneo. Podrá disfrutar de su comida en la terraza -un marco único al pie de las murallas de la antigua fortaleza- o cómodamente sentado en el interior, en el comedor climatizado, en un día soleado. De vez en cuando se organizan conciertos de flamenco y veladas festivas.

Es cerca del Cellier Saint-Roch y de las cubas de los Vignerons de Tourbes que esta mesa, con un nombre muy apropiado, oficia. En una atmósfera amistosa y protegida del ruido del camino, uno se sienta a devorar, en la terraza o en una habitación más bien simplista, una cocina generosa. Aunque la dirección ofrece un menú bastante variado, destaca especialmente las carnes, sobre todo las asadas sobre un fuego de leña. Los productos son de alta calidad, frescos y sabrosos, generalmente van acompañados del inevitable gratinado casero. De postre, los pasteles son igual de deliciosos. ¡Buen humor garantizado!

Combinando productos de temporada con platos caseros, este restaurante se ha labrado una buena reputación en poco tiempo. Establecimiento tradicional con un lugar destacado en el centro del pueblo, ofrece un menú obrero, que incluye una copa de vino y café, a muy buen precio. Tomate-mozzarella, roast beef, patatas fritas caseras con salsa de cebolla, pudin de frambuesa y vainilla son algunos de los platos que degustamos un día de primavera. El menú cambia a diario, así que puede volver una y otra vez para disfrutar de esta generosa cocina.