Sultanahmet y la ciudad histórica

La península histórica comprende los antiguos barrios de Bizancio y Constantinopla: un triángulo delimitado al oeste por las murallas de Teodosio, al norte por el Cuerno de Oro, y al este y al sur por el Bósforo y el mar de Mármara (punta del Serrallo). Dentro de este perímetro se encuentra la mayoría de los monumentos de la ciudad: Sultanahmet (la mezquita Azul y, por extensión, el nombre se refiere a toda la zona histórica), Sirkeci (el palacio de Topkapı), Beyazıt (el Gran Bazar), Eminönü (el Bazar Egipcio y el muelle sobre el Bósforo, a los pies del puente de Gálata) y Kumkapi (las tabernas), donde es fácil, e incluso recomendable, moverse a pie. El tranvía comunica toda la zona.

Cuerno de Oro

El Cuerno de Oro es una de las zonas más ricas de la ciudad desde el punto de vista histórico, geográfico y cultural. Separa la península histórica de los barrios de Gálata y Beyoğlu (Pera). Se sitúa en el extremo sur del Bósforo y se extiende hacia el oeste en forma de cuerno, por eso los primeros habitantes lo llamaron Chrysokeras, que significa «cuerno de oro» en griego. Es una de las principales atracciones turísticas de Estambul. Se formó hace varios milenios, cuando las zonas aluviales de dos pequeños ríos, el Alibey (Kydaros) y el Kağıthane (Barbyzes), se fueron erosionando y ampliando por la acción del agua del mar del Bósforo. Fue en las orillas del Cuerno de Oro y en los valles de los dos pequeños ríos o en las colinas circundantes donde probablemente aparecieron los primeros asentamientos humanos en la región. Transformado posteriormente en una prolongación natural del Bósforo, el Cuerno de Oro ofrecía la gran ventaja de ser un puerto natural. Los residentes de esta región obtuvieron grandes beneficios tras asentarse aquí: de las fértiles tierras de los alrededores, de la abundante pesca a su disposición y de un comercio marítimo seguro, al amparo de un puerto natural único. Los barrios actuales aún conservan las huellas de las épocas bizantina y otomana. Gran parte de la población griega de la ciudad, los judíos sefardíes provenientes de España, los turcos y los armenios eligieron vivir aquí, aportando su propia cultura al crisol que era el Cuerno de Oro. Los restos de la época bizantina en esta zona son de gran importancia en la historia de la ciudad. Todavía son visibles murallas, bodegas, puertas y palacios bizantinos; quioscos, pabellones, baños turcos y antiguos refectorios otomanos; viviendas históricas que albergaron a personas de todas las naciones, y lugares de culto de las tres grandes religiones monoteístas. Más al oeste se encuentran los populares y auténticos barrios de Balat y Fener (iglesia de San Salvador de Cora y Patriarcado ortodoxo), que se extienden a lo largo del Cuerno de Oro, Samatya (mercado de pescado), al borde del mar de Mármara, y entre ellos el tradicionalista distrito de Fatih (mezquita de Mehmed el Conquistador). Más allá de las murallas de la ciudad vieja, el barrio de Eyüp también merece una visita por la vista que ofrece el café Pierre-Loti y su complejo religioso sagrado. Administrativamente, Eminönü es el distrito que incluye todos los barrios de la punta de la península, mientras que el distrito de Fatih incluye los barrios de Balat, Fener y Samatya.

Ciudad moderna

El distrito de Beyoğlu —que significa «ciudad moderna», en contraposición a la ciudad histórica— se extiende al otro lado del puente de Gálata. No obstante, es a partir de la plaza Taksim cuando la noción de modernidad adquiere todo su sentido, ya que las numerosas torres de las zonas residenciales tienen poco interés. Por otro lado, desde el Cuerno de Oro y el muelle de Karaköy hasta Taksim, los vestigios históricos están muy presentes: el barrio de Gálata (antes Pera), con su famosa torre genovesa y sus tiendas de antigüedades, Tünel, con su antiguo tranvía, sus pasajes rebosantes de bares y restaurantes, y la Istiklal Caddesi, que sube hasta Taksim. Esta calle peatonal, con una arquitectura bastante heterogénea y un tranvía nostálgico, está rodeada de tiendas y restaurantes. Pero desde los sucesos de Gezi de 2013 y el fallido golpe de Estado de 2016, Taksim ha cambiado. Los clubes nocturnos han ido cerrando poco a poco, y ya no se ve la efervescencia del pasado. Los bares y cafés económicos han dado paso a lugares orientados a la clientela adinerada de Oriente Medio. Todavía hay algunos cines independientes, y el Museo de Arte Moderno se ha instalado aquí temporalmente. Los barrios de Cihangir y Karaköy son los nuevos lugares de moda. Abajo, en el lado del Bósforo, el barrio de Tophane es muy popular por sus cafés con narguiles. Por otra parte, conviene evitar perderse en las callejuelas que llevan al oeste (más allá de la avenida Refik-Saydam), hacia el Cuerno de Oro, ya que tienen un aspecto siniestro, sobre todo al anochecer.

El Bósforo: Beşiktaş y la orilla asiática

El distrito de Beşiktaş, con sus veintitrés barrios, se extiende desde el palacio de Dolmabahçe hasta el barrio de Bebek. Originalmente, Beşiktaş era un pequeño pueblo pesquero ruso que fue creciendo con asentamientos armenios, griegos y musulmanes. En el siglo XIX, varios sultanes eligieron este lugar protegido del viento, a los pies de la colina de Pera, para construir fastuosos palacios (Dolmabahçe, Çırağan, Yıldız), cuyos enormes parques lo rodean por completo. A partir de la década de 1940, se establecieron nuevos barrios hacia el interior, entre los que destacan, en la actualidad, los de Bebek, con sus establecimientos elegantes y de moda, y Levent, con sus altas torres y enormes centros comerciales. Para el turista, solo hay un barrio que recordar: ¡Ortaköy!, muy agradable, con su mezquita en el paseo marítimo y muy animado gracias a los anticuarios, las librerías y los cafés musicales: ¡a los jóvenes estambulíes les encanta! La parte asiática de la ciudad siempre ha sido menos atractiva para los turistas. Sin embargo, sería una pena alejarse de los mercados y del constante bullicio de Kadıköy. De hecho, en los últimos cinco años se ha convertido en el barrio de moda de la ciudad. Si viene aquí el fin de semana, le sorprenderá la población tan joven que la anima. Y, sobre todo, ofrece una visión más auténtica de la vida de Estambul. Mientras que Kadıköy (antigua Calcedonia) tiene una población acomodada y cosmopolita, Üsküdar es un barrio religioso y conservador en el que se pueden ver algunas mezquitas interesantes. Al norte de Üsküdar se encuentran los típicos pueblecitos a lo largo del Bósforo, muy agradables para hacer una visita (Kuzguncuk, Cengelköy, Kanlıca...) y, más lejos, los pueblos aún más pintorescos del distrito de Beykoz.