Artículos de mesa Laguiole

El credo de Benoît Mijoule (maestro artesano) es la fabricación de cuchillos que combinan tradición y creatividad. Hace más de veinte años que se instaló aquí. Benoît recibió el sello de empresa del patrimonio vivo y el premio Star et Métiers por la dinámica artesanal de su empresa en 2011, y también fue finalista del Meilleur Ouvrier de Francia. El artesano ha creado su cuchillo insignia de Laguiole: el Tribal, un cuchillo contemporáneo de líneas limpias que se adapta cómodamente a la mano. Como novedad: con motivo de su décimo aniversario, el Tribal se adaptó a un cuchillo más pequeño y manejable de 10 centímetros. En su tienda, la selección es amplia. Todas sus creaciones comparten el respeto por los elementos característicos de Laguiole: abeja y resortes forjados y grabados a mano, hojas de acero damasceno... Junto a los cuchillos, también cuenta con una gama de arte de mesa refinada y original.

Maestro artesano, Benoît Mijoule también ofrece seis visitas diarias a su taller durante todo el año, así como personalizaciones a medida, grabados en hojas, muelles o abejas. También organiza cursos de cuchillería con cita previa.

Fundado en 1991 por Jean-Pierre Mijoule, el taller ha pasado a manos de su hijo Benoît, y ofrece una amplia gama de Laguioles tradicionales, así como creaciones como el Sarrans, un cuchillo intemporal tallado en la madera del lago del norte del Aveyron cuando se vació y se secó durante casi cuatro años. La Maison du Laguiole trabaja exclusivamente con maderas locales. Los cuchillos Sarrans se producen en ediciones limitadas y numeradas. También existe toda una gama de vajillas, elaboradas con el mismo saber hacer artesanal.

Le Couteau de Laguiole fue una de las primeras empresas que en 1985 recuperó la tradición cuchillera del pueblo. Con una promesa: "Cada cuchillo que sale de nuestro taller es una garantía de nuestro saber hacer". La empresa fabrica todos sus productos, ensamblando y puliendo cada uno a mano. Las hojas también llevan estampado un toro, símbolo de la raza Aubrac. Además de los modelos plegables tradicionales, la empresa también ofrece cuchillos de mesa, cuchillos para el pan y cuchillos para el queso, y siempre una cálida bienvenida.

Elaborados en la fábrica según la tradición cuchillera que se remonta a 1828, cada cuchillo Forge De Laguiole lleva la firma de sus cuchilleros. Un centenar de cuchilleros trabajan a diario en la fábrica para elaborar a mano piezas únicas. Si se toma la molestia de visitar el taller, descubrirá, por ejemplo, demostraciones sobre cómo montar un cuchillo o el secreto de los mangos de madera tallados y moldeados en cuerno, hueso o incluso muelas de mamut. ¡Un auténtico viaje en el tiempo!

En patois aveyronnais, lou barri significa "el barrio". Sin embargo, esta cuchillería, que tiene más de treinta años, ha traspasado las fronteras. Hay que decir que los cuchillos que fabrica Antoine merecen ser vistos. ¿Su secreto? El uso de materiales tradicionales, por supuesto, pero también un saber hacer inigualable. Los mangos son de madera de olivo, boj, enebro, ébano, tuya, cuerno de bovino e incluso hueso de jirafa, corteza o muela de mamut y abulón para la gama Prestige. En 2020, su hija Elodie tomó el relevo probando nuevos materiales.

La fachada de madera sigue teniendo un aire retro y las ventanas están llenas de cuchillos. Las más bonitas son también las más clásicas, las que tienen asas con punta de cuerno. La gama es completa, proporcionando cajas de cuchillos de mesa, cuchillos plegables de una sola hoja, otros de dos y tres piezas - sacabocados y sacacorchos. Las cuchillas son de varios tipos, de excelente acero inoxidable o de acero al carbono tradicional que requiere un poco más de mantenimiento pero cuya calidad de corte sigue siendo insuperable.

Al crear Laguiole Village, cuyo taller se encuentra en Espalion, Cathy y Francis se fijaron el objetivo de combinar tradición e innovación. Cada cuchillo es fabricado por el mismo cuchillero desde el primer paso hasta el último, lo que le confiere un alma y refleja a la persona que lo ha fabricado. Las piezas Laguiole se cortan con chorro de agua, lo que permite crear muchos modelos nuevos y originales. Puede visitar el taller y conocer mejor sus técnicas y procesos, ¡sin olvidarse de hacer grabar su cuchillo!