Guía de viaje Saint-Paul-Le-Froid

En el corazón de los pastos de la Margeride, Saint-Paul, conocido como le Froid por sus habitantes, hace honor a su nombre. Los vientos soplan en todas direcciones. A poca distancia, una iglesia aislada les hace frente, ofreciendo un magnífico paisaje a quienes deseen admirarlo. Más al norte, cruzando el Ance repleto de peces, se llega a Le Chayla: un suntuoso castillo con no menos de 365 ventanas. Aparte del emplazamiento bien señalizado, hoy no queda prácticamente nada de él. En una época en la que ya corría peligro de ruina, el castillo fue comprado por el Hermano Hilarión, que creó en él un manicomio bastante innovador para la época. Fue cerrado en 1850.