Los mejores restaurantes País Vasco

Parada imprescindible en la ruta de los pintxos de San Sebastián. Situado en el barrio del Gros, no lejos del Kursaal, el bar Bergara ofrece una cocina en miniatura en un entorno moderno. No se pierda los pintxos emblemáticos de la casa, como el txalupa (gratinado de setas y cigalas), el bacalao ajoarriero, el itxaso (rape con crema de puerro), los huevos revueltos con anchoas y pimientos... ¡Todo está delicioso y bien explicado!

El mejor bar de pintxos de Hondarribia, sin dudarlo. En primer lugar, procure llegar temprano para encontrar sitio en la terraza, ya que no aceptan reservas. En el mostrador, una gran cantidad de pintxos muy apetecibles, pero le aconsejamos que mire la carta para probar delicias mucho más elaboradas. No hay que perderse el huevo mollet y el hondarribia, que han ganado numerosos premios en concursos de pintxos, pero también el delicioso jaizkibel (setas con espuma de queso) y el txerribeltz, cerdo en tres texturas con mayonesa de remolacha. ¡Divinos! 

Esta es una sidrería tradicional que sólo abre sus puertas durante la temporada del Txotx. En el menú: chorizo a la sidra, tortilla de bacalao, bacalao con guindillas, costillas a la parrilla, queso Idiazábal y deliciosas galletas de Tolosa. Un menú simple y tradicional, con productos de primera calidad, especialmente carne de vacuno, perfectamente cocinada "a la brasa". Aquí comemos de pie en una habitación grande y acogedora, o junto a las kupelas (barriles de sidra). Entre cada plato, se sirve un vaso de sidra directamente de los barriles

Dirigido por el chef Ander González, este renombrado restaurante ocupa un antiguo almacén de plátanos admirablemente restaurado. Además de su bella decoración, el restaurante ofrece una cocina tradicional de calidad, heredada de una larga tradición familiar (los abuelos de Ander poseían un bar en la plaza de la Constitución). En el menú encontrará, por ejemplo, excelentes vieiras a la plancha, pequeños embutidos de Orio con pimientos asados, o una carrillera hervida a fuego lento en vino tinto. Para el postre, pruebe la torrijacaramelizada.

Aquí la sencillez y la calidad van de la mano y se combinan en todo momento. En primer lugar, cabe mencionar la gran sala con mesas simplemente cubiertas de blanco y sillas de bistró de otra época. El trato es cálido y cortés. Y, por último, la cocina, donde el chef Daniel López (una estrella Michelin) trabaja con una precisión excepcional, utilizando buenos productos locales, sin propuestas ditirámbicas, con acento vasco y con un toque que muestra su personalidad. Algunos ejemplos para convencerle: terrina de perdiz, pluma de cerdo ibérico con cerezas y albahaca, paloma de Bresse en su jugo.... ¡Muy original! Un restaurante que nos encanta.

Ambiente minimalista y concepto cuando menos curioso, por no decir más, ya que aquí se pide en el bar antes de ser servido en la mesa. Sin embargo, el lugar no es un restaurante de comida rápida, ya que elaboran una verdadera cocina de autor creada por el chef Iñigo Lavado, a base de platos sanos y refinados que se pueden disfrutar en un ambiente ultramoderno.

Este es el restaurante del simpático y talentoso Pedro Subijana -¡tres estrellas Michelin!- Magníficas vistas al mar a través de unos grandes ventanales y un equipo agradable y dinámico. La bodega y la huerta garantizan una carta de temporada con productos frescos, así como la calidad de los menús, que combinan deliciosamente la tradición y la investigación gastronómica más avanzada. El somelier del Akelaŕre, Juan Carlos Muro, es toda una institución. Es imprescindible optar por la opción de maridaje, ya que es una experiencia tan intensa como la degustación de los platos. Discreto y amable, Carlos ofrece un acompañamiento admirable.

Hemos elegido este restaurante principalmente por su ubicación, ya que ofrece unas vistas panorámicas privilegiadas hacia el mar Cantábrico. Su rústico interior, donde se mezclan la piedra y la madera, es encantador. Bajo un marco robusto, disfrutará de una excelente cocina tradicional. Las costillas de ternera a la parrilla son una de sus especialidades. La carta también ofrece una gran variedad de pescados.

El famoso chef Martín Berasategui ha instalado su restaurante gastronómico en una elegante casa de campo a menos de diez kilómetros del centro de San Sebastián, que ofrece hermosas vistas de los alrededores. Este ilustre restaurante, galardonado con tres estrellas Michelin, ofrece un servicio impecable, un menú sorprendente y una variada carta de vinos que ha convencido hasta a los paladares más exigentes. De hecho, la gente viene de todo el mundo para descubrir la cocina de Berasategui, considerada con razón uno de los más grandes chefs europeos.

Un restaurante gastronómico que hace honor a su estrella Michelin y que, además, goza de una ubicación privilegiada en el monte Ulía, con vistas panorámicas al mar. El chef Rubén Trincado desarrolla una cocina innovadora y sin complejos, aunque arraigada en la tradición. El menú degustación es, obviamente, la mejor opción para descubrir su mundo culinario: ensalada de langosta, arroz con almejas, pichón asado, y opciones vegetarianas y veganas. Tómese su tiempo y disfrute de las vistas: tendrá enfrente uno de los panoramas más bellos de San Sebastián.

En la inevitable calle San Pedro, donde se concentran los bares de tapas, el Txantxangorri es una parada obligada por sus raciones de calamares, sus pintxos variados y su gran terraza. El lugar perfecto para mezclarse con el animado ambiente de Hondarribia.

Lugar ideal para degustar pescados muy buenos y, sobre todo, su especialidad, el centollo.

Aquí se sirven menús del día, bocadillos, pollos granjeros y los típicos "tubos combinados". En temporada alta se preparan setas y caza. En resumen, es un típico restaurante de aldea donde los excursionistas encontrarán a cualquier hora de lo que se aísla.

El mejor bar de tapas de la plaza del Ensanche. Situado en el corazón de Irun, extiende su amplia terraza frente al famoso kiosco de música, un lugar de encuentro para gente de todas las edades. Puede sentarse a tomar un café, un aperitivo o degustar una buena comida regional. Los pintxos que exponen en el mostrador son una delicia, pero no olvide probar los que ofrecen a la carta (preparados al momento), sobre todo el de foie y salsa de Oporto.

Diseñado por Andoni Luis Aduriz, chef del prestigioso Mugaritz, este restaurante nació de la fusión entre las cocinas vasca y latinoamericana, heredada de los numerosos intercambios entre estas dos culturas. La carta, muy conceptual, reinventa los clásicos tacos y ceviches de productos locales para ofrecer sabores originales y ricos. No se pierda el guacamole, ¡cuya presentación le sorprenderá! En cuanto a la bebida, sin duda hay que probar las distintas micheladas, elaboradas con cerveza y zumo de limón.

Este restaurante está especializado en agricultura ecológica: proponen deliciosos platos 100% orgánicos vegetarianos.

El travieso chef Karlos Arguiñano es el propietario de esta villa con aspecto de castillo que alberga un excelente restaurante y un hotel de cuatro estrellas. Aquí podrá disfrutar de un plato de marisco delicadamente preparado mientras contempla el mar. El hotel, a pesar de sus pretensiones, ofrece un servicio correcto. Vamos allí especialmente por el restaurante, muy popular.

Una vez superado el primer impacto ante este imponente e impersonal restaurante, situado en un complejo a lo largo del puerto, podrá apreciar la exquisita cocina de Mikel Bermejo, que gira principalmente en torno al mar.

Cocina tradicional y copiosa en esta taberna con decoración rústica. El lugar es particularmente popular a la hora del aperitivo, ¡por su impresionante selección de pintxos! A menudo lleno de gente, siempre con buen ambiente, es un local ideal para degustar algunas tapas.

Restaurante situado en el pequeño puerto de Elantxobe, con una terraza muy agradable en los días soleados. En la carta encontrará pescado fresco, además debuenos pintxos. Justo al lado, en la antigua cofradía de pescadores, el Ogoñope (gestionado por los mismos propietarios) ofrece un ambiente elegante para una comida más chic.

Pequeño restaurante de cocina tradicional sin pretensiones. Una multitud de asiduos acude cada día para disfrutar de un abundante menú del día a un precio muy competitivo. En un ambiente cálido de cantina, se pueden saborear buenas recetas vascas elaboradas con productos locales: chipirones en su tinta, alubias de Gernika, sopa de pescado, merluza a la plancha... Un establecimiento popular... y ruidoso.

Ubicado en el centro de la población, cerca de la iglesia de San Salvador, este tradicional restaurante familiar está dirigido por la joven Pili Manterola, que tomó el relevo de su abuelo. En el menú, una deliciosa cocina tradicional en la que el pescado es el rey.

Servicio de bufé con marisco y todo tipo de platos.

Un buen restaurante-asadorsituado a los pies del monte San Miguel de Ereñozar, a 150 metros de las cuevas de Santimamiñe y del refugio de animales de Basondo. Se encuentra en un bonito caserío del siglo XVIII donde se puede comer al aire libre en su enorme terraza, mientras los niños disfrutan de su parque de recreo. Propone una cocina vasca tradicional y copiosa, que incluye buenos platos dealubias rojas,carne y pescado a la brasa y postres caseros, y un buen menú los fines de semana.

Esta es la parte de taberna del restaurante gastronómico Jolastoki, que ofrece una cocina tradicional de calidad. Caracoles a la vizcaína, arroz con mejillones, etc.

Uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Sus especialidades: ravioli de bacalao, pulpo a la plancha o, para los carnívoros, la costilla de ternera con sus patatas confitadas. Apetitoso.

Situado en la parte alta del pueblo de Elantxobe, y a veinte metros del hotel del mismo nombre, es posible admirar el encanto del puerto mientras se degustan los platos de su cocina tradicional, que incluye excelentes pescados y carnes.

Este restaurante especializado en bacalao prepara una cocina innovadora y refinada. Se puede disfrutar del bacalao preparado de diversas maneras (al pil-pil, a la bizkaina o en forma de croquetas). Un servicio muy cuidado y un entorno acogedor con vistas a la ría.

En la parte moderna de Durango, a 10 minutos a pie de la Basílica de Santa María de Uribarri, hay un restaurante de cocina tradicional que ofrece buenos menús a precios justos. Puedes disfrutarlos en una gran sala moderna con una curiosa decoración de vitrales y grandes mesas de madera. A la carta, delicioso foie a la plancha y compota de manzana, arroz cremoso con setas, y una gran variedad de platos de pescado y marisco: ensalada de langosta, kokotxas de bacalao con salsa pilpil, pulpo a la parrilla, chipirones con tinta... ¡Sabroso!

Situado en la calle principal de Laguardia, este restaurante (y el hotel del mismo nombre) ocupa una magnífica casona de piedra. Antes de la comida, eche un vistazo a la bodega del siglo XVI y aproveche para degustar algunos vinos y tapas. El restaurante, con su decoración tradicional y elegante, ofrece la oportunidad de probar una refinada cocina regional, con platos como la perdiz roja con salsa de trufa o el cochinillo con puré de manzana. También cabe mencionar el calado, una bodega del siglo XVI en el sótano del hotel, que se ha convertido en un espacio para la degustación de vinos y otros aperitivos.

Enclavado en el edificio de la Cofradía de Pescadores, en el puerto, este restaurante es un clásico para comer pescado a la brasa. En dos plantas, en un agradable ambiente de inspiración marítima, se puede disfrutar de sopa de pescado, besugo o merluza a la parrilla, almejas en salsa verde... En verano, la gente acude especialmente para disfrutar de las sardinas a la brasa en la terraza en un ambiente familiar e informal. Buena relación calidad-precio.

Es uno de los restaurantes clásicos de Bakio, que desde 1968 ofrece una cocina marinera muy apreciada por los lugareños. Su terraza también es muy popular en verano para tomar el aperitivo frente al mar, especialmente cuando llega el buen tiempo. Aquí podrá disfrutar de filetes de anchoa de Bermeo, alcachofas con jamón, rape a la plancha, merluza en salsa verde o un delicioso chuletón. Proponen experiencias en torno al txakoli, con visita a una bodega, degustación y menú especial.

Situado en una magnífica residencia del siglo XV, en el casco viejo, El Portalón, con su sala de exposiciones de antigüedades y esculturas, es un buen ejemplo de un interior medieval: suelos empedrados, vigas de madera, muebles de época e incluso una capilla. En este contexto, le servirán platos a base de verduras y caza, bien preparados y representativos de la cocina regional.

Esta magnífica casa del siglo XVIII, totalmente restaurada, dispone de bodega, como la mayoría de las casas de Laguardia. Aquí podrá disfrutar de unas tapas con una deliciosa copa de vino en un entorno encantador. También ofrecen visitas guiadas a la casa.