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Reservas naturales

Al norte del departamento se encuentra la reserva nacional de Baie de l'Aiguillon. Situada en la gran ruta migratoria Este-Atlántico, este importante lugar para las aves migratorias es compartido por la Charente-Maritime y la Vendée. Cubre cerca de 5.000 hectáreas y cambia cada día con las mareas, entre praderas saladas, marismas e incluso inmersión total. Esta agua, a veces dulce o salada, es un lugar predilecto para la vegetación costera, como la glicinia o el obione. En cuanto a la fauna, hay muchas especies de aves playeras, entre ellas las famosas avoceta elegante de plumaje blanco y negro y la aguja colinegra, ave reproductora amenazada en Europa.
La reserva natural de Moëze-Oléron, situada al sur del estuario de la Charente, es una de las escalas preferidas de muchas aves. Creada en 1985, está formada por extensas marismas sujetas a las mareas, praderas naturales, franjas arenosas y dunas. Gestionada por la Liga para la Protección de las Aves, esta zona es a la vez explotada por el hombre (cría, ostricultura), pero también un territorio de gran riqueza reconocido como de importancia internacional para los migrantes de larga distancia como los correlimos. También se pueden observar paseriformes. Gracias a su elevada insolación y escasa pluviosidad, ha visto desarrollarse una flora variada como el junco de Gerard.
A las puertas de La Rochelle se encuentra la reserva natural del Marais d'Yves, uno de los lugares más propicios para la observación de la fauna. En invierno se pueden ver limícolas, patos y ánsares comunes, mientras que en primavera las cigüeñas crían a sus polluelos. No sólo son numerosos los animales, sino que la zona también cuenta con una flora notable, con más de 500 especies de plantas con flor. La zona se compone de una gran variedad de ambientes entre la orilla fangosa, las dunas, las lagunas y los setos de tamariscos.
La isla de Ré alberga también una reserva natural nacional: Lilleau des Niges. Situada en el interior del Fier d'Ars, esta zona está formada por antiguas marismas, praderas salinas y marismas cubiertas en marea alta. Es una zona de refugio, nidificación y alimentación para muchas aves. Se pueden observar el charrán común, la avoceta elegante, la cigüeñuela blanca y el mirlo común.

Parques naturales y de vida silvestre

Esta red, puesta en marcha por el departamento en colaboración con las autoridades locales y las asociaciones, reúne espacios naturales excepcionales por su flora, fauna, paisajes e historia. En total, 14 lugares de Charente-Maritime están abiertos a los visitantes, cada uno de ellos con una "Maison" dedicada a acoger al público. Su objetivo es preservar y valorizar los espacios naturales, sensibilizar a la opinión pública y desarrollar lugares accesibles al mayor número posible de personas. Entre ellos, la Asinerie du Baudet du Poitou, la Cabane de Moins, el ecomuseo de las marismas, la Maison de la forêt y el Parc de l'Estuaire. También hay varios parques naturales, como el Marais aux oiseaux, fundado en 1982 y situado en el corazón de la isla de Oléron. Bordeado por antiguas salinas, este parque de 10 hectáreas alberga más de 40 especies y unos 600 animales. Con una minigranja pedagógica, el pantano permite a los niños descubrir animales conocidos, así como garzas y el famoso martín pescador.
Dos parques de animales son símbolos de la región Charente-Maritime: el acuario de La Rochelle y el zoo de Palmyre. El acuario es una de las atracciones más conocidas de La Rochelle. Instalado en el centro de la ciudad en 2001, ofrece a los visitantes la posibilidad de conocer más de 12.000 animales marinos del Atlántico, el Mediterráneo y los trópicos. Pulpos, tiburones, tortugas y peces payaso son las especies más conocidas, pero el zoo también alberga muchas especies sorprendentes.
Creado en 1966, el zoo de La Palmyre cuenta con unos 1.500 animales. Con una superficie de 18 hectáreas, es uno de los parques de animales más visitados de Francia. Más que una simple excursión, el zoo de La Palmyre desempeña un papel clave en la conservación de especies amenazadas, intentando recrear su entorno natural y participando en programas europeos de conservación.

La costa de Charente-Maritime

Dos veces al día, por el juego de las mareas, el océano cubre el litoral. Esta zona, llamada la playa, es un espacio poblado por una biodiversidad excepcional. En cuanto la espuma se dispersa, los pescadores recorren esta franja de playa desnuda en busca de marisco. Algunos sondean el fango, otros levantan rocas en busca de gambas, nécoras y otros cangrejos. Pero cuidado, esta zona es frágil y hay que aplicar buenas prácticas de pesca, como devolver las piedras volteadas o respetar las tallas mínimas. Además, la región de Charente-Maritime incluye parte del estuario de la Gironda y el Parque Marino del Mar de Pertuis, el segundo más grande de Francia. Su objetivo es preservar una vasta zona oceánica de gran riqueza y contribuye al conocimiento de este patrimonio fomentando el desarrollo sostenible de las actividades marítimas.

Una flora notable

Aunque no siempre es fácil de observar, la flora de las dunas y los bosques desempeña un importante papel en la protección de las zonas costeras. Entre las plantas más emblemáticas de Charente-Maritime está la malvarrosa. Florece en muchos pueblos costeros, incluidos los situados en las dos grandes islas del archipiélago. Rosa, blanca o azul, a menudo supera los dos metros de altura y se balancea con el viento. Emblemática de la isla de Ré, esta flor perenne disfruta del ambiente yodado y es una de las favoritas tanto de los turistas como de los artistas locales. Otro arbusto que sabe hacerse notar: ¡la mimosa! Aunque es más frecuente verla en el Mediterráneo, también está presente en la isla de Oléron para difundir su dulce perfume. La ciudad de Saint-Trojan-les-Bains está especialmente apegada a este árbol y le dedica todos los años una fiesta.