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Barlavento y Sotavento

La región se subdivide en dos zonas, una occidental llamada Barlavento (donde empieza el viento) y otra oriental, Sotavento (al este de Faro, hacia donde sopla el viento). Desde el punto de vista administrativo, cada una de estas zonas cuenta con 8 municipios, con Faro como ciudad principal para el Sotavento y Portimão para el Barlavento. La complementariedad entre estas dos vertientes, con la sierra, el Barrocal y el litoral, ha contribuido a la identidad y unidad de la región del Algarve. Todas son de gran belleza y merece la pena visitarlas.

Le Barrocal

Situada sobre un macizo de rocas calizas y esquistosas, enclavada entre la montaña y la costa, presenta una sucesión de colinas que se extienden desde el cabo de San Vicente hasta Castro Marim. Esta región de colinas bajas, que no superan los 300 m, es una zona de transición entre la costa y la montaña. La rica y diversa flora mediterránea encuentra aquí su mejor expresión. También conocida como beira-serra, esta zona ha sido siempre la principal proveedora de productos agrícolas del Algarve, entre los que destacan el madroño y el corcho, así como los huertos de arido-cultura, un paisaje agrícola de inspiración árabe. Las formas redondeadas de las colinas cubiertas de alcornoques, paisajes ondulantes de casas blancas rodeadas de huertas y verdes vergeles, confieren un carácter especialmente apacible a esta región.

La Serra

Es la parte montañosa formada por rocas esquistosas y graníticas, donde dominan tres macizos: la Serra de Monchique, el punto más alto del Algarve con el Monte Foia a 902 m. Luego vienen la Serra de Espinhaço de Cão y la Serra do Caldeirão o Mù. Estas montañas ocupan la mitad de la región y sus cumbres actúan como una barrera que protege la costa meridional de los efectos de los fríos vientos del norte. El frescor de las montañas sorprende a quienes llegan directamente de las tórridas playas. Sus paisajes invitan a recorrer uno de los muchos senderos y a refrescarse en los manantiales cristalinos que fluyen entre las rocas.

La zona costera

La costa está bañada a ambos lados por el océano Atlántico y concentra la mayor parte de la actividad económica regional: el turismo. Comprende territorios diferenciados: al oeste, el Planalto Vicentino, esencialmente silíceo, formado por arenas y pizarras. El promontorio Vicentino, en la península de Sagres, alberga la única reserva biogenética. Por último, al sur, la estrecha llanura sedimentaria de tendencia seca a subhúmeda se extiende a lo largo del borde del mar y es aquí donde se concentran los acantilados calcáreos de Barlavento y las arenas doradas de Sotavento.

Alrededor del cabo de San Vicente, la costa pierde poco a poco sus altos acantilados que enmarcan sus playas, hasta llegar a las largas extensiones de arenales del este.

La Costa Vicentina es una meseta limitada al este por la Sierra de Espinhaço de Cão y abierta al Atlántico por el oeste. Se eleva hasta los 157 m en Torre de Aspa y se caracteriza por altos y escarpados escarpes y playas muy anchas y ventosas, que se han convertido en el patio de recreo de los surfistas. Este imponente litoral es principalmente rocoso, con acantilados excavados en el antiguo macizo paleozoico de pizarra y grava oscura, de estructura plegada y fracturada, excepto las puntas de Carrapateira y Sagres, excavadas en calizas mesozoicas más recientes.

En la costa sur, las playas ofrecen largas extensiones de arena dorada, bañadas por aguas cálidas y salpicadas de calas y cuevas. Alrededor de los acantilados hay muchas advertencias, ya que el derrumbamiento es un fenómeno natural debido a la erosión. En estos acantilados se realizan periódicamente trabajos de consolidación para reforzarlos antes del inicio de cada temporada estival.

Las lagunas costeras y su riqueza

El Algarve cuenta con dos zonas de lagunas costeras de increíble riqueza ecológica: las marismas protegidas del río Guadiana (la reserva de Castro Marim y Vila Real de Santo Antonio) y las llanuras del estuario del Faro, llamadas Ría Formosa. La Ría Formosa es un complejo sistema de lagunas e islas (Barreta, Culatra, Armona, Cabanas) que forman un cinturón de dunas con playas muy codiciadas. Las marismas, bancos de arena, marismas, salinas, lagunas de agua dulce e islotes constituyen un hábitat o refugio para una fauna variada y permiten actividades económicas como la cría de moluscos, especialmente de almejas. También es un humedal de interés mundial para muchas especies animales, especialmente aves que permanecen en este importante corredor migratorio, además de especies endémicas. El turismo, ya sea medioambiental con observación de aves o simplemente de playa, contribuye en gran medida a los ingresos económicos de la Ría. Esta impresionante zona de 18.000 hectáreas se extiende a lo largo de 60 km de costa y atraviesa los municipios de Loulé, Faro, Olhão y Tavira.

El Arade, el Guadiana y los otros..

Hidrográficamente, el Algarve está atravesado por ríos como el Arade, el Gilão y el Guadiana. Con una longitud total de 928 km, el Guadiana nace en la meseta manchega, en España, y fluye por Mérida y Badajoz hasta la llanura portuguesa antes de servir de frontera. La cuenca del Guadiana es la mayor de la Península Ibérica, drenando una superficie total de 66.800 km²; el 17% de esta superficie se encuentra en territorio portugués. El Arade nace en las montañas algarvias y atraviesa Portimão y Silves antes de desembocar en el Atlántico, al este de Praia da Rocha. En la época de los descubrimientos, era navegable hasta Silves, donde había un importante puerto. Hoy en día, debido al enorme encenagamiento, sólo pueden acceder a él pequeñas embarcaciones. Es posible navegar por sus orillas y descubrir un paisaje bucólico preservado, mientras se "toma las cosas con calma". En Tavira, el Gilão (también conocido como río Sequa) contribuye al encanto de la ciudad, separándola en dos partes históricas distintas y permitiendo largos paseos por sus orillas empedradas.