Un agradable destino de vacaciones en los meses de verano. A unos veinte kilómetros de Saint-Péray, en la meseta de Crussol, entre el valle del Ródano y la región de Vernoux, este pequeño pueblo a orillas del Duzon fue propiedad de los señores de Crussol en la Edad Media. El nombre de Alboussière hace referencia a los madroños, arbustos de la región de Midi con pequeños frutos anaranjados muy ricos en vitamina C. Encaramada en una meseta agrícola atravesada por las aguas del Duzon, la ciudad atrae a los turistas con su lago enclavado en un entorno tranquilo, verde y arbolado. En los alrededores se encuentran la iglesia de Saint-Didier de Crussol, los terrenos del castillo de Cachard, el castillo de Barjac y el castillo de Crozat. En las laderas de los alrededores maduran fresas y frambuesas. También podrá comprar queso de cabra de granja directamente a los productores. En verano, podrá disfrutar del mercado nocturno de los viernes. Este pueblo de poco menos de 1.000 habitantes está vivo todo el año. Se celebran fiestas populares en el centro del pueblo, junto al lago y en el camping. Los lugareños disfrutan de las cuatro estaciones en las rutas de senderismo cercanas. No faltan los pequeños comercios, incluido un centro médico y una farmacia. Una buena heladería italiana es un punto de referencia local. En las inmediaciones, el Domaine du Trouillet acoge diversos actos culturales y artísticos de primavera a otoño.

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