Guía de viaje Rieupeyroux

Esta ciudad condal ha prosperado a lo largo de los años, gracias sobre todo al cultivo de la patata, por el que es famosa por la calidad de sus plantas. El pueblo se remonta al siglo XI, con la llegada de los monjes benedictinos de Saint-Martial. Sin embargo, la presencia de una fuente galo-romana y los vestigios descubiertos en las cercanías atestiguan una actividad aún más antigua... Pasee por las callejuelas que atraviesan Rieupeyroux. Podrá ver la casa de los cónsules, la casa del juez y la actual biblioteca, que conservan sus puertas originales y algunas de cuyas entramadas han sido restauradas. Tres fuentes abastecen de agua al pueblo, entre ellas la fuente de Griffoul, mientras que en la parte baja del pueblo, cerca de la iglesia, se puede ver un tramo de la antigua muralla de la ciudad juiciosamente conservado. La iglesia de Saint-Martial ( siglos XI-XVI ) posee un campanario octogonal y un pórtico lateral con oratorio. Tiene tres naves, con dos pilares, y ha conservado unas bellas vidrieras. El gran hueso expuesto junto a la entrada es probablemente un hueso de ballena, pero la leyenda cuenta que se trata del omóplato de algún gigante, Sansón o Gargantúa, que ayudó a los aldeanos a construir la iglesia... Cerca del pueblo, culminando a 804 m, la capilla de Saint-Jean-Baptiste domina el paisaje. A menudo está cerrada, pero la subida merece la pena: la vista desde el Cantal hasta los Pirineos es impresionante. Una mesa de orientación ayuda a orientarse en el vasto panorama, aunque un embalse instalado cerca de la capilla oculta parte de la vista.