
Bienvenido a Languedoc-Rosellón , una región rica en historia, cultura e impresionantes paisajes. Tanto si le gustan las playas soleadas como los pueblos medievales, los famosos viñedos o los parajes naturales vírgenes, esta región del sur de Francia tiene algo para todos los gustos. En este artículo, el Petit Futé le guía por los 19 lugares que no debe perderse durante su estancia en Languedoc-Rosellón.
1. Visitar Castelnaudary, una ciudad rica en historia

Castelnaudary, situada en el departamento de Aude, en la región de Occitanie, es una ciudad rica en historia y cultura. Conocida por su famoso cassoulet, esta encantadora ciudad ofrece mucho más que delicias culinarias. Colinas onduladas hasta donde alcanza la vista, una paleta de colores inimaginable, vestigios de castillos y antiguos molinos pasteleros y harineros: éste es el paisaje de Castelnaudary. El casco antiguo, con su encanto típicamente meridional, guarda huellas de un rico pasado en cada rincón. En este artículo, le presentamos los 11 monumentos que no debe perderse durante su visita.
2. Gruissan, un destino familiar

Gruissan, encantador municipio del sur de Francia, es conocido por su ambiente pintoresco y familiar. Con su puerto enclavado en el corazón de un paraje natural y sus calles circulares a los pies de la Torre Barbarroja, restos de un castillo fortificado construido en los siglos X y XI, Gruissan ofrece un marco histórico y auténtico. Las extensas playas de arena fina, incluida la de los chalets sobre pilotes, accesibles en bicicleta por un carril bici que bordea el canal, la convierten en un destino ideal para las familias. El bonito mercado al aire libre, con sus puestos de frutas, verduras y productos locales, añade un toque de convivencia y sabor local. ¿Qué hacer y ver en Gruissan? Descubra los 13 lugares imprescindibles en este artículo.
3. Banyuls-sur-Mer, "la Lumineuse

Banyuls-sur-Mer, apodada "la Lumineuse", está situada en la Côte Vermeille, donde los Pirineos se encuentran con el Mediterráneo. Esta estación balnearia es famosa por sus magníficas playas y calas aisladas y protegidas, al tiempo que conserva un rico patrimonio de visita obligada. Banyuls es también un pintoresco puerto pesquero con típicas callejuelas escalonadas, famoso por su vino dulce natural que se puede degustar admirando el mar. La ciudad es también la cuna de Aristide Maillol (1861-1944), uno de los más grandes escultores franceses del siglo XX. A él está dedicado un pequeño pero magnífico museo, así como un itinerario titulado "Tras las huellas de Aristide". Es una escapada ineludible en la Côte Vermeille y uno de los lugares más bellos de los Pirineos Orientales.
4. Pasar un día en la Reserva Africana de Sigean

Enclavada entre Narbona y Perpiñán, la Réserve Africaine de Sigean le invita a descubrir un mundo salvaje único repartido en 350 hectáreas. Esta vasta zona natural alberga varios miles de animales, algunos de los cuales viven en semilibertad, lo que les permite conservar su carácter salvaje y vivir según sus instintos. ¿Está preparado para pasar un día inolvidable? Descubra nuestros consejos y trucos para organizar su visita a la Reserva Africana de Sigean, una de las mejores experiencias de Occitania.
5. Béziers, la ciudad más antigua de Francia: una visita obligada en Languedoc-Rosellón

¿Sabía que Béziers es la ciudad más antigua de Francia? Si es un amante de la historia y la cultura, ¡ha elegido bien su próximo destino de vacaciones! Enclavada entre el mar y la montaña, en el departamento de Hérault, Béziers domina su llanura vitícola. Entre las cosas que no debe perderse, podrá pasear tranquilamente por el Canal du Midi, al ritmo de los barcos, y descubrir las nueve esclusas de Fonseranes, que conducen a la majestuosa Cathédrale Saint-Nazaire. Le sorprenderá la animación del centro de la ciudad y el bullicio de las callejuelas en verano, que recuerdan a las famosas Ramblas de Barcelona.
Qué hacer en el Canal du Midi Los 15 mejores lugares para visitar
6. Dormir en una cabaña en el bosque, en Villalier (Aude)

Se trata deuno de los alojamientos más insólitos de Francia: situadas a las afueras de Carcasona, en el corazón de una finca de 115 hectáreas, estas magníficas cabañas de madera sobre pilotes se esconden bajo los árboles, despertando su espíritu infantil. Una mezcla perfecta de lujo y respeto por el medio ambiente. Ofrecen todas las comodidades, con una terraza para disfrutar de un café o leer tranquilamente un libro al son del canto de los pájaros. También puede pedir que le sirvan comidas preparadas con productos locales, y comer o cenar directamente en su cabaña. Ya sea en pareja, enamorados o hasta 4 personas con niños, hay algo para todos los gustos. Haga clic aquí para consultar los precios y la disponibilidad de este alojamiento en plena naturaleza.
7. Canet-en-Roussillon, una estación balnearia muy apreciada por los habitantes de Perpiñán

Bienvenido a Canet-en-Roussillon, la estación balnearia preferida de los habitantes de Perpiñán, a sólo 12 km de Perpiñán. Esta encantadora localidad costera del sur de Francia es un destino ideal para los amantes del mar, la naturaleza y el patrimonio. Con su pintoresco casco antiguo, su playa de arena fina de casi 3 km y su lago inscrito en la red europea de espacios ecológicos Natura 2000, Canet-en-Roussillon ofrece multitud de actividades para todos los gustos. Es también uno de nuestros 11 mejores destinos para acampar este verano.
8. Visite Aiguèze, uno de los pueblos más bonitos de Francia

Aiguèze, uno de los pueblos más bonitos del sur de Francia, domina las impresionantes gargantas del Ardèche. Clasificado también como uno de los Pueblos Más Bonitos de Francia, no sólo ofrece impresionantes vistas panorámicas de la campiña circundante, sino que también alberga un notable patrimonio. Sus pintorescas callejuelas revelan magníficas casas de piedra, así como los restos de su fortaleza y su iglesia con portada renacentista. Tras una pausa en la encantadora plaza bordeada de plátanos, dé un paseo por las "Castelas", el antiguo camino cubierto del castillo fortificado. Podrá admirar el entorno natural de la pequeña ciudad, con las Ardèche, el Mont Ventoux, los viñedos de Côtes du Rhône y los paisajes de garriga como telón de fondo.
9. Collioure, la pequeña perla de la Côte Vermeille

Más que un pueblo de pescadores, Collioure es la pequeña perla de la Côte Vermeille. Enclavada en el corazón de los Pirineos Orientales, esta encantadora ciudad costera, ideal para unas vacaciones en familia, revela a cada paso su patrimonio y sus tesoros arquitectónicos. Las coloridas callejuelas le sumergirán en el encanto local, antes de invitarle a relajarse en una pequeña playa. De los monumentos históricos a la autenticidad del litoral, pasando por el patrimonio artístico de la ciudad, descubra los 13 imprescindibles de Collioure durante sus vacaciones.
10. Argelès-sur-Mer y sus magníficas playas

Al sur de Perpiñán se encuentra una estación balnearia especialmente popular en los Pirineos Orientales. Argelès-sur-Mer atrae cada año a miles de turistas en busca de un destino costero relajante. Sus playas son sin duda magníficas, entre las más bellas de Francia, e invitan tanto a la ociosidad como a los deportes náuticos. Pero la ciudad reserva muchas otras sorpresas que prometen unas vacaciones inolvidables. Haga clic aquí para descubrir las 13 actividades imprescindibles en Argelès-sur-Mer.
11. ¿Qué hacer en Languedoc-Rosellón? En bicicleta por Narbona

Situada a pocos kilómetros del Canal du Midi, a orillas del mar Mediterráneo, Narbona posee una larga historia y un rico patrimonio. Es una ciudad muy agradable para recorrer en bicicleta, gracias a sus numerosos carriles bici e itinerarios señalizados. El centro de la ciudad es una de las visitas obligadas de Narbona. Aquí podrá admirar la catedral de Saint-Just-et-Saint-Pasteur, un edificio gótico del siglo XIII inacabado, así como el Palacio Arzobispal, que hoy alberga el Museo de Arte e Historia de Narbona.
12. Nîmes: uno de los lugares más bellos que visitar en Languedoc-Rosellón

Sede de los romanos hace 2.000 años, Nîmes conserva magníficos monumentos históricos. Una de las atracciones imprescindibles es el Arènes, un majestuoso anfiteatro construido a finales del siglo I d.C., que le transportará al ambiente de los juegos romanos. La Maison Carrée, el único templo completamente conservado del mundo antiguo, es también una auténtica joya arquitectónica. La Torre Magne, por su parte, ofrece una vista impresionante de la ciudad y sus alrededores desde lo alto de sus murallas, un espectáculo que no debe perderse. Continúe su exploración con una visita al Castellum, punto de llegada del acueducto de Nîmes, y después dé un paseo por el corazón histórico de la ciudad para descubrir la catedral de Notre-Dame-et-Saint-Castor, la capilla de los Jesuitas y magníficas casas urbanas como la mansión Boudon.
¿Qué hacer y ver en el Parque Nacional de las Cevenas? Las 13 visitas obligadas
13. ¿Qué hacer en Languedoc-Rosellón? Visitar Sète y sus coloridos barcos

Cuando uno piensa en Sète, le viene a la mente la pintoresca imagen de la Pointe Courte, con sus barcas de colores y sus redes de pesca. Esta ciudad única ha inspirado durante mucho tiempo a artistas de renombre como el poeta Paul Valéry y el cantante Georges Brassens, que han encontrado en ella una fuente inagotable de creatividad. Sète vibra al ritmo de sus canales y de su auténtica tradición marítima. Desde sus callejuelas animadas por las justas náuticas hasta sus mercados repletos de marisco, Sète le invita a explorar sus múltiples colores y sabores. Entre los 10 imprescindibles de su visita, no se pierdael Musée International des Arts Modestes, uno de los museos más insólitos que visitar en Francia.
14. Aigues-Mortes

¿Qué hacer en Languedoc-Rosellón? Si tuviera que visitar una sola ciudad de la Camarga, sería Aigues-Mortes. Sus salinas, de un bello tono rosado, figuran entre los mejores lugares de Francia para ver animales, en un marco encantador. Desde lo alto de las murallas, podrá admirar a los flamencos rosas que deambulan libremente por estas salinas de colores insólitos. Mientras pasea por la ciudad amurallada, tendrá la oportunidad de visitar algunos de sus mejores monumentos, como la Tour de Constance, antes de detenerse a tomar algo en la bonita Place Saint-Louis. Rica en historia, la ciudad medieval de Aigues-Mortes le invita a un increíble viaje en el tiempo.
A saber: a finales de agosto, la ciudad celebra su festival medieval anual. Durante dos días mágicos, la historia del lugar cobra un nuevo sentido y transporta a los visitantes a la época de los caballeros.
15. Una escapada urbana en Montpellier

Montpellier, muy soleada durante todo el año, es también una de las ciudades más animadas del sur de Francia. Comience su visita por la plaza de la Comédie, uno de los lugares imprescindibles de la ciudad, para admirar la arquitectura de sus monumentos. A continuación, pasee por las calles del antiguo barrio de Écusson, donde las casas burguesas y las bonitas plazas, como la plaza de la Canourgue, no dejarán indiferente a nadie. Para evadirse, el Jardin des Plantes y el Paseo del Peyrou ofrecen unas vistas inmejorables de las Cevenas, del mar a lo lejos y de los ineludibles alrededores de Montpellier.
Descubra nuestro artículo dedicado "Visitar Montpellier en 2 días: qué hacer en un fin de semana"..
16. Carcasona, un esplendor medieval que visitar en Languedoc-Rosellón

Carcasona, la ciudad medieval de las mil y una maravillas, es una visita obligada en el Aude. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, esta ciudad fortificada, una de las más bellas de Francia, le sorprenderá por su arquitectura bien conservada y su ambiente único. No se pierda la ciudad medieval, con sus impresionantes murallas, calles adoquinadas y casas con entramado de madera. El castillo Comtal y sus majestuosas torres le harán retroceder en el tiempo, mientras que la basílica de Saint-Nazaire le cautivará con su arquitectura gótica y sus coloridas vidrieras. Por último, el Pont Vieux, que atraviesa el Aude, y el barrio de Trivalle, con sus animadas callejuelas y tiendas de artesanía, son algunos de los tesoros que descubrir en Carcasona.
Los 15 castillos cátaros más bonitos de Occitania
17. Perpiñán, una bonita ciudad cerca de la frontera española

¿Qué hacer en Languedoc-Rosellón? Perpiñán es una encantadora ciudad situada cerca de la frontera española y del Mediterráneo. Antaño capital del Reino de Mallorca, su centro histórico está repleto de tesoros del pasado de influencia catalana. Entre las visitas obligadas de Perpiñán, no se pierda el Palacio de los Reyes de Mallorca, auténtico emblema de esta suntuosa época, el Castillet, monumento medieval emblemático de la ciudad, el soberbio Museo Hyacinthe-Rigaud, o la imperdible ciudadela de Perpiñán.
18. Cap d'Agde, una ciudad costera que ver en Languedoc-Rosellón

Cap d'Agde es conocida por sus playas naturistas, pero eso no es todo. Además de sus playas, podrá disfrutar de bares, discotecas y otras animadas fiestas. El Luna Park, abierto todas las noches de verano, es una de las visitas obligadas de la ciudad y hará las delicias de los amantes de los parques de atracciones gigantes. Para unas vacaciones más relajadas, puede explorar el Etang de Thau en un crucero. No dude en prolongar sus vacaciones en Le Grau-d'Agde, a sólo unos kilómetros. Este antiguo puerto pesquero se encuentra frente a La Tamarissière, a la que podrá llegar en pocos minutos a bordo de una pequeña embarcación capitaneada por el barquero Mimi.
¿Qué hacer en el Hérault? 19 lugares de visita obligada
19. Las gargantas del Verdon, esplendor natural del Gard

¿Le gustan las actividades dinámicas y los parajes naturales encantadores y se pregunta qué hacer en Languedoc-Rosellón? Las Gargantas del Verdon, uno de los lugares más bellos que ver en el Gard, es el lugar ideal para usted. Situadas entre los departamentos de Alpes de Alta Provenza y Var, albergan varias gargantas de magníficas aguas e impresionantes paisajes. Es el lugar ideal para los amantes de la naturaleza y del deporte Rappel, toboganes y otros deportes acuáticos le esperan en este entorno natural intacto. ¿Qué ver y hacer en las Gargantas del Verdon? Descubra nuestras 13 mejores actividades
¿Qué lugares insólitos visitar en Languedoc-Rosellón?
Languedoc-Rosellón está repleto de lugares insólitos que bien merecen una visita. Ya sea amante de la naturaleza, de la historia o de las curiosidades, esta región tiene mucho para sorprenderle. Le proponemos algunos lugares insólitos que no debe perderse:
- El Pont du Gard: aunque famoso, este puente romano es una auténtica obra maestra de la ingeniería que sigue asombrando a los visitantes.
- Las Orgues d'Ille-sur-Têt: estas formaciones rocosas únicas, esculpidas por la erosión, ofrecen un espectáculo natural fascinante.
- El Canal du Midi: declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, este canal es una maravilla de la ingeniería y un lugar ideal para pasear en barco.
- Las salinas de Aigues-Mortes: Estas salinas ofrecen un paisaje único y son un lugar ideal para avistar flamencos rosas.
- Puente del Diablo en Aniane: este legendario puente medieval está rodeado de misterio y de leyendas locales.
¿Qué excursiones se pueden hacer en familia en Languedoc-Rosellón?
Languedoc-Rosellón está repleto de actividades y lugares perfectos para un paseo en familia. Tanto si busca diversión, descubrimientos culturales o actividades al aire libre, esta región tiene algo para todos los gustos. A continuación, le proponemos algunas excursiones familiares que no debe perderse:
- Le Parc des Dinosaures de Mèze: un parque temático donde los niños pueden descubrir réplicas de dinosaurios a tamaño real en un entorno natural.
- Le Seaquarium du Grau-du-Roi: un acuario que alberga una gran variedad de peces y mamíferos marinos, ideal para pasar un día divertido y educativo.
- Zoo de Montpellier: Parque zoológico donde podrá observar multitud de animales en un entorno natural.
- Parc de Loisirs de Valras-Plage: Un parque de atracciones con atracciones para todas las edades, perfecto para pasar un día de diversión en familia.
- El Canal du Midi: Un paseo en barco o en bicicleta por este canal declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO es una actividad relajante y gratificante.
- El Museo de la Romanidad de Nîmes: un museo interactivo que sumerge a los visitantes en la historia romana de la región, con exposiciones adaptadas a los niños.
- Las Gargantas del Tarn: Un paseo en canoa o kayak por estas magníficas gargantas, una aventura en plena naturaleza que hará las delicias de toda la familia.
¿Le ha gustado este artículo? Consulte también este otro "¿Qué hacer en Lozère? 21 visitas imprescindibles".