Bienvenido a Occitanie, tierra de leyendas y misterios, donde los castillos cátaros se yerguen orgullosos desde hace siglos sobre colinas y montañas. Le Petit Futé le invita a descubrir estos tesoros arquitectónicos, testigos de la turbulenta historia de la región. De Montségur a Peyrepertuse, pasando por Quéribus y Puivert, estas fortalezas medievales le sumergirán en el corazón de la epopeya cátara, que marcó para siempre la identidad cultural de Occitania. ¿Listo para retroceder en el tiempo? Síganos en esta apasionante aventura y descubra los 15 castillos cátaros más bonitos de Occitania
1. Castillo de Peyrepertuse
Es uno de los lugares más bellos que visitar en el Aude: con sus 1,2 km de murallas, es el más extenso de los castillos de los "Hijos de Carcasona". El castillo de Peyrepertuse es una auténtica joya de la arquitectura militar medieval, que comprende cuatro secciones: el recinto inferior, la antigua torre del homenaje, el recinto intermedio y la torre del homenaje de Saint-Jordi. Para llegar a la fortaleza, situada a 800 metros sobre el nivel del mar, hay que tomar un camino empinado que serpentea entre la garriga y las rocas. Pero el esfuerzo merece la pena: una vez en la cima, los visitantes se ven recompensados con unas vistas impresionantes de las montañas circundantes, el Mediterráneo a lo lejos, las Corbières al norte, las Fenouillèdes al sur y hasta el mar.
2. El castillo de Montségur, uno de los castillos cátaros más bellos de Occitania
Encaramado en un pico rocoso a más de 1.200 metros sobre el nivel del mar, el castillo de Montségur es un lugar emblemático de la historia cátara, que ofrece una vista impresionante de los Pirineos de Ariège. Aquí tuvo lugar en 1244 el asedio final de la cruzada contra los cátaros , que provocó la caída del último bastión de esta comunidad religiosa. Las ruinas del castillo, parcialmente restauradas, atestiguan la importancia estratégica de esta fortaleza, que desempeñó un papel clave en la resistencia cátara. El paseo de la muralla, que ofrece una vista panorámica de las montañas circundantes, es uno de los lugares preferidos de los visitantes. También merece la pena visitar el museo histórico y arqueológico, donde podrá descubrir cómo era la vida de los habitantes de este castillo que no debe perderse durante su estancia en la región de Occitanie.
3. Castillo de Lordat
Desde lo alto de su espolón rocoso, el castillo de Lordat ofrece una vista impresionante sobre el valle del Ariège. Construido en el siglo XI, el castillo de Lordat ha sido escenario de numerosos acontecimientos históricos, en particular durante la cruzada contra los cátaros. En particular, sirvió de refugio a los cátaros que huían de Montségur. El castillo de Lordat también es famoso por su capilla románica , que alberga frescos del siglo XII excepcionalmente bien conservados. En la actualidad, el castillo es propiedad privada, pero está abierto al público para visitas guiadas que permiten descubrir su fascinante historia, desde su construcción hasta su restauración en el siglo XIX.
4. Castillo de Quéribus
Construido en el siglo XI sobre un promontorio rocoso a más de 700 metros sobre el nivel del mar, el castillo de Quéribus ha sido escenario de numerosos acontecimientos históricos, como la cruzada contra los cátaros. Las salas abovedadas, las torres de vigilancia, las murallas y las cortinas dan testimonio de la importancia estratégica de esta fortaleza. La subida al castillo discurre por un sendero con paneles explicativos que revelan detalles de la vida cotidiana en la Edad Media. La terraza de la torre del homenaje (728 metros) es una magnífica recompensa, con vistas a las Corbières, los Pirineos y el Mediterráneo.
5. Castillo de Saissac, uno de los mejores castillos cátaros que visitar en Occitania
El castillode Saissac es el más antiguo y uno de los más grandes del país cátaro. Las excavaciones han demostrado que data del año 900. Visible desde la carretera, el castillo puede visitarse y vivirse a diario. los 2.000 denarios reales encontrados en 1979, con el sello de San Luis, se suman al interés museográfico e histórico del lugar, convirtiéndolo en un verdadero tesoro, tanto en sentido literal como figurado. El castillo de Saissac ofrece además una vista ininterrumpida de la Montaña Negra y sus alrededores, lo que lo convierte en un lugar ideal para pasear.
6. Fortaleza real de Najac
Mandada construir en 1253 por Alfonso de Poitiers, hermano de San Luis, la Fortaleza de Najac desempeñó un papel activo en las batallas contra los cátaros y en la Guerra de los Cien Años, y su calabozo sirvió también de prisión a los últimos templarios de Rouergue. Es un ejemplo notable de la arquitectura militar defensiva de la Edad Media. La torre del homenaje alberga arcos de 6,80 m, únicos en el mundo. La capilla gótica, decorada con numerosas marcas de compañeros, oculta un pasadizo secreto que conduce al último refugio de los Gobernadores, antes de acceder a un imponente panorama de la ciudad de Najac.
7. El castillo de Termes
Situado en plena campiña, a una hora de Carcasona, el castillo de Termes es un castillo medieval cuyos vestigios aún se están excavando y consolidando. Termes es un importante testigo de la turbulenta historia de la región, ya que fue escenario del asedio de 1210 dirigido por Simón de Montfort y los cruzados durante la Cruzada contra los albigenses. La muralla inferior es la mejor conservada: los muros de cortina han conservado toda su altura. El segundo recinto contiene los restos dispersos de la torre del homenaje destruida y de la capilla. Al recorrerlo, descubrirá dos vanos románicos, uno de los cuales es cruciforme y constituye el emblema del castillo. La visita comienza con una película de 12 minutos que ofrece una visión general de la historia del castillo.
8. Castillo de Aguilar, uno de los castillos cátaros más bellos de Occitania
En esta bella región cátara se alza el castillo de Aguilar, del que existen vestigios escritos ya en 1020 bajo el nombre de "Puig Agilar". Dominando la llanura de Tuchan desde la cima de su colina de 321 metros de altura, controlaba el acceso a las Corbières y vigilaba la llanura de Tauch, en la frontera con el Rosellón. Tras la pérdida del castillo de Termes en 1228, se convirtió en la sede del poder señorial de Olivier de Termes. Pero al igual que las ciudadelas de Quéribus y Peyrepertuse, el castillo de Aguilar perdió su importancia estratégica tras la firma del Tratado de los Pirineos.
9. Castillo de Puilaurens
Encaramado en una cresta rocosa a 697 m de altitud, el castillo de Puilaurens se menciona por primera vez en 985, pero la mayor parte de las fortificaciones aún visibles se construyeron entre los siglos XII y XIII. Las murallas, la barbacana y las matacanes, las torres, los edificios residenciales y las cisternas atestiguan el papel defensivo esencial desempeñado por Puilaurens. Junto con Peyrepertuse, Quéribus, Aguilar y Termes, Puilaurens protegía la frontera, y estas cinco fortalezas también son conocidas como los "Cinco Hijos de Carcasona" debido a su posición estratégica. Puilaurens es la ciudadela mejor conservada del Aude desde el punto de vista arquitectónico, y también alberga la leyenda de su "Dama Blanca".
10. Castillo de Puivert, uno de los castillos cátaros más bellos de Occitania
El castillo de Pu ivert es uno de los castillos cátaros del interior de la región de Aude, declarado monumento histórico en 1907. Aunque es de propiedad privada, es posible visitar los restos del antiguo castillo del siglo XII, así como el castillo del siglo XIV, uno de los mejor conservados de la región. El acceso al castillo se realiza a través de una torre de entrada cuadrada, originalmente dotada de ocho torres de flanqueo, cinco de las cuales se conservan hoy en muy buen estado. La torre del homenaje, que originalmente estaba adosada a la vivienda del señor, tiene cuatro magníficas salas abovedadas y ha conservado toda su altura de 35 metros. El interior está prácticamente intacto , con cuatro plantas, incluida la capilla y la sala de los músicos utilizada para las recepciones.
El castillo de Puivert también es famoso por su patio de armas, recuerdo de los torneos y justas tan apreciados por los caballeros. Ha sido escenario de películas como "La Novena Puerta", protagonizada por Johnny Depp.
11. Castillos de Lastours
Impresionantes vistas, un paisaje rocoso y castillos encaramados a 300 metros de altura en una cresta que domina el valle... En 1905, los castillos de Lastours se convirtieron en el primer lugar protegido del departamento. Situados entre el río Orbiel y el torrente Grézilhou, resistieron múltiples asaltos durante la Cruzada contra los Albigenses y las Guerras de Religión. Los castillos están formados por cuatro torres: Cabaret, Surdespine, Quertinheux y la torre Régine. El acceso a los castillos es un poco complicado, pero una parada en el mirador a la sombra permite admirar dos vistas excepcionales del lugar sin tener que hacer todo el recorrido a pie.
También merece la pena visitar elpueblo castral de Cabaret, testigo de una próspera economía vinculada a la metalurgia.
12. Castillo de Roquefixade, uno de los mejores castillos cátaros que visitar en Occitania
Encaramado con orgullo en su promontorio rocoso frente a Montségur, el castillo de Roquefixade es casi invisible desde la carretera en un día gris. Mencionado por primera vez en textos del siglo XI, la fortaleza fue controlada más tarde por señores cátaros que, durante la cruzada contra los albigenses, lucharon junto a los condes de Toulouse y Foix. Tras este trágico episodio, Roquefixade fue comprada por el rey de Francia, Felipe el Temerario, que decidió construir allí una fortaleza real. Finalmente, el castillo fue destruido por orden de Luis XIII por los habitantes de Roquefixade. Se recomienda visitar el castillo de Roquefixade al atardecer. La iglesia del pueblo, recientemente restaurada, también merece una visita.
13. Castillo de Villerouge-Termenès
El castillode Villerouge-Termenès es un impresionante ejemplo de arquitectura militar medieval en las Corbières, con un recinto cuadrangular y una torre del homenaje bien conservados. El ala este del castillo es accesible a través de una visita guiada audiovisual en tres niveles, donde podrá conocer mejor la historia del catarismo y el poder del arzobispo de Narbona, Bernard de Farges. El último capítulo de la tragedia cátara tuvo lugar en el castillo de Villerouge-Termenès, residencia de los arzobispos de Narbona. Guilhem Bélibaste, el último cátaro, pasó allí sus últimas horas antes de ser quemado vivo en 1321. Gracias a documentos sonoros, guías, vídeos, diaporamas y maquetas, los visitantes se transportan siete siglos atrás en el tiempo.
14. La ciudad de Carcasona
Carcasona, ciudad medieval, antaño fortaleza real y gran centro de producción textil, ha tenido un pasado turbulento, sobre todo durante las batallas entre las fuerzas reales francesas y los cátaros. Hoy en día, es uno de los pueblos medievales más bellos de Francia. El Pont-Vieux y la Bastida Saint-Louis, el Castillo Comtal y la Basílica Saint-Nazaire son sólo algunos de los numerosos monumentos que merece la pena contemplar paseando por sus calles. También hay museos muy interesantes, como el Museo de la Inquisición, el Museo de la Escuela, la Casa de la Caballería y el centro cultural Mémoire Combattante.
15. Castillo de Foix, uno de los mejores castillos cátaros que visitar en Occitania
Suspendido como un nido de águilas en la confluencia de los ríos Ariège y Arget, el castillo de Foix sobresale de las estribaciones montañosas y parece colgar de las nubes más que descansar sobre tierra firme. Su posición estratégica ha suscitado muchos celos y formidables asedios. Las tres torres que se alzan con autoridad sobre el cielo de Foix pertenecen a épocas diferentes y son testimonio del antiguo poder de los Condes de Foix. Este monumento desafía a los siglos y es un símbolo de la historia de la región. No se pierda el gran museo interactivo, que ofrece una inmersión total en el tiempo y la historia combinando patrimonio y nuevas tecnologías.
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