La cohabitación de varias religiones

Antes de la llegada de los primeros misioneros en la década de 1830, los fiyianos adoraban a muchos dioses y abundaban las leyendas en su cultura. Los misioneros contribuyeron a que el cristianismo se convirtiera en la religión mayoritaria en Fiyi (alrededor de 2/3 de la población actual). Actualmente, la corriente principal es la de la Iglesia Metodista, lanzada por el predicador inglés George Whitefield y continuada después por John Wesley. Se trata de una rama del protestantismo y el metodismo encontró su público principalmente en los países de habla inglesa o en sus antiguas colonias. El movimiento metodista se posicionó muy pronto en contra de la esclavitud y se pronunció sobre numerosas cuestiones sociales. Los cristianos fiyianos son muy religiosos, y la misa dominical es un importante ritual social. También hay católicos y de otras confesiones, aunque en minoría.

La llegada de los indios en 1879 con el Girmit trajo el hinduismo, el sijismo y el islam a las islas. En la actualidad, algo menos del 30% de la población se identifica como hindú, y muy pocos como sij. Los templos más importantes de Fiyi son los de Nadi (Sri Siva Subramanya Swami) y Labasa (templo Naag Mandir). Diwali, el Festival de las Luces, es una fiesta importante para los hindúes. Su fecha exacta varía de año en año (finales de octubre-principios de noviembre en 2024).

Alrededor del 6% de la población es musulmana, y las principales ciudades tienen mezquitas bastante grandes, fácilmente reconocibles por su altura y sus colores verde y blanco. El nacimiento del profeta Mahoma y el Ramadán son momentos importantes para los musulmanes.

Mitos y leyendas de Fiyi

Las leyendas son una parte importante del folclore fiyiano y existe una tradición oral de transmitirlas. Aquí te contamos la leyenda del dios-serpiente Degei, que, según la cultura fiyiana, fue el responsable de la creación del mundo. Al principio, el único amigo de Degei era Turukawa, un águila, que le abandonó y Degei se encontró solo. Cuando Turukawa se marchó, Degei encontró dos huevos abandonados en el nido de Turukawa, que se llevó a casa para cuidarlos. Tras varias semanas, los huevos eclosionaron y nacieron dos pequeños humanos. Degei crió a los bebés, plantó vegetación para alimentarlos y les contó historias. Pasaron varios años y Degei cruzó el océano con los humanos y llegaron a la aldea de Viseisei, reputada como la primera aldea fiyiana. Según la leyenda, Degei creó Viti Levu y las islas circundantes. Degei vive ahora en la cordillera de Nakavadra, y las almas de los que acaban de morir pasan por su cueva, esperando el juicio de Degei para enviarlos al paraíso o sumergirlos en el lago a la espera del castigo por sus males pasados. Desde entonces, durante la ceremonia del kava se suele ofrecer primero un cuenco al dios-serpiente Degei en señal de respeto y agradecimiento por la creación de la vida humana.

Lutunasobasoba es también una figura importante de la leyenda fiyiana. Se dice que llegó con su familia en una canoa, la "Kaunitoni", a Vuda, en la región de Lautoka. Se le atribuye el título de primer fiyiano, pero a veces también se le llama hermano de Degei. Posteriormente, Lutunasobasoba se asentó en una cadena montañosa del centro de Viti Levu. Se dice que su tumba está en Lewa y que la región está bendecida. Según otra leyenda, Lutunasobasoba era un señor de la guerra y los kaunitoni llegaron de Egipto con una caja mágica que cayó al agua en dirección a las Mamanucas. Degei, que era su general en aquel viaje, decidió contra las órdenes de Lutunasobasoba volver a buscar la caja, pero se transformó en serpiente y la caja permaneció en el mar cerca de los Mamanucas, trayéndoles prosperidad.