Las consecuencias ya visibles del calentamiento global

El impacto del calentamiento global tiene una resonancia particular en Fiyi, un Estado archipiélago especialmente expuesto a los riesgos climáticos. En 2021, Fiyi llegó a figurar entre los 15 países del mundo con mayor riesgo. Alrededor del 75% de la población de Fiyi vive cerca de la costa, lo que la expone especialmente a la subida del nivel del mar, la erosión costera y las inundaciones. Esto también repercute en sus ecosistemas y recursos naturales, y por tanto en la agricultura y la pesca. La subida del nivel del mar es el principal factor de reubicación de la población de Fiyi. En 2012, los habitantes de Vunidogoloa (140 personas) se vieron obligados a desplazarse debido a las inundaciones periódicas. Fueron los primeros en ser considerados "refugiados climáticos" en Fiyi, seguidos desgraciadamente por otras comunidades. Dado que la tierra es especialmente importante en la cultura indígena de Fiyi, esta experiencia es traumática para los afectados, con una pérdida de identidad y cultura, además del estrés del traslado.

Fiyi también corre el riesgo de sufrir ciclones y en febrero de 2016 se vio duramente afectada por el ciclón Winston. 40 personas murieron y los daños materiales ascendieron a más de mil millones de dólares.

La comunidad política de Fiyi es, por tanto, sensible a esta cuestión y Fiyi se encuentra entre las principales figuras en la lucha contra el calentamiento global. En 2016, Fiyi fue uno de los primeros Estados en ratificar el Acuerdo de París, que refrendó el objetivo a largo plazo de limitar el aumento de las temperaturas por debajo de 2 °C e, idealmente, por debajo de 1,5 °C. En 2017, se celebró en Alemania la 23ª edición de la Conferencia Internacional sobre el Clima (COP23), pero bajo la presidencia de Fiyi, que no dejó de destacar los riesgos naturales a los que se enfrenta su país, mientras el paso del ciclón Winston en 2016 por Fiyi seguía muy presente en la mente de la población.

El país también está tomando medidas a nivel nacional: en 2021, el Parlamento de Fiyi aprobó la Ley de Cambio Climático, que proporciona un marco legal para acciones y políticas a largo plazo en materia de desarrollo sostenible y lucha contra el calentamiento global. Se están tomando varias medidas a distintos niveles para preservar el medio ambiente de Fiyi, por ejemplo construyendo diques con recursos naturales o preservando los arrecifes de coral.

Los retos económicos del país

Como Fiyi es un país en vías de desarrollo, todavía hay varios proyectos en marcha para mejorar el nivel de vida y la economía nacional. El turismo se ha identificado claramente como el motor de la economía fiyiana, y el impacto de la crisis de Covid ha afectado especialmente a la economía fiyiana, provocando incluso su contracción. A partir de 2023, la vuelta a la normalidad está en el horizonte, por lo que el país tendrá que seguir desarrollando su turismo y, al mismo tiempo, preservar su ecología.

La distribución de la riqueza también es un tema delicado en Fiyi. Alrededor del 30% de la población vive por debajo del umbral de pobreza, con las zonas rurales especialmente afectadas, y no se han registrado mejoras significativas en los últimos años. Los pobres padecen un acceso deficiente al agua potable, la sanidad y los servicios públicos, sobre todo la educación. Las mujeres y los jóvenes son especialmente vulnerables a la pobreza. El sistema de propiedad de Fiyi, que históricamente ha asignado la inmensa mayoría de la tierra a los fiyianos nativos, también contribuye a este ciclo de pobreza, al dificultar enormemente el acceso a la propiedad y a las herramientas, en el caso de los agricultores.

En 2023, la Comisión Fiscal emitió un informe un tanto alarmante, en el que se destacaba que Fiyi tendría dificultades para resistir un nuevo choque económico, vinculado, por ejemplo, a una nueva pandemia, un ciclón o un terremoto. De hecho, el nivel de endeudamiento del país ya es muy elevado, lo que limita su capacidad de endeudamiento. Esto también repercute en la capacidad del país para financiar infraestructuras esenciales como agua, electricidad, carreteras y puentes, sanidad y saneamiento. Y sin el desarrollo de estas infraestructuras esenciales, el desarrollo económico del país también sigue estando en peligro. Otra señal preocupante se refiere al Índice de Desarrollo Humano: en lugar de progresar, Fiyi ha perdido casi veinte puestos en un periodo de 20 años.

Restablecimiento de la estabilidad política

La economía y el desarrollo del país también se resintieron durante los años de inestabilidad política, y el país se vio a menudo aislado en la escena internacional e incluso excluido de la Commonwealth en varias ocasiones. Las elecciones de finales de 2022 confirmaron la vuelta a una cierta estabilidad democrática que ya existía desde hacía varios años (con las elecciones de 2014, pero a una parte de la población le resulta más fácil aceptar la realidad democrática de las elecciones celebradas en 2022). Parece que aún queda mucho camino por recorrer para lograr una unidad política perfecta, pero todavía quedan algunos destellos de esperanza, y está por ver si se confirmarán en los próximos años.

Fiyi en la geopolítica del Pacífico

Fiyi también se ve afectada por las recientes tensiones entre China y Estados Unidos. Tradicionalmente, los países del Pacífico Sur no han querido tomar partido, y su lema se traduce literalmente como "amigos de todos, enemigos de ninguno ". En las últimas décadas, Fiyi ha conseguido mantener buenas relaciones con Occidente y con Australia, uno de sus principales donantes, a pesar de ser crítico con la política de desarrollo sostenible de su gran vecino. Fiyi también había mantenido buenas relaciones con China, sobre todo durante el convulso periodo de los golpes de Estado, cuando Fiyi fue condenada al ostracismo por la comunidad internacional. Sin embargo, las relaciones con China sufrieron un duro golpe cuando a principios de 2023 el Primer Ministro fiyiano puso fin a un acuerdo de seguridad con China que permitía a oficiales de cada país llevar a cabo misiones de corta duración en el otro.