Un paisaje montañoso
Entre el valle del Garona y la meseta de Lannemezan, el Gers se sitúa en el corazón del suroeste de Gascuña. Limita al norte con Lot y Garona, al este con Tarn y Garona y Alto Garona, al sur con Altos Pirineos y Pirineos Atlánticos y al oeste con Las Landas. Su prefectura, Auch, se sitúa en el centro de la zona y cuenta con más de 24.000 habitantes, algo más del 10% de la población total del departamento. La mentalidad local divide la región en dos partes: Armagnac y el resto. Si bien esta división puede explicarse a nivel histórico o cultural -en Armagnac, una cultura vitícola única en el territorio de un antiguo estado feudal-, carece de legitimidad a nivel geológico o geográfico. Como lo describía Gustave Laurent en los Annales de Géographie de 1911, "el paisaje gascón en su conjunto es profundamente suave, con una calma que penetra incluso en su monotonía [...]. [El aspecto uniforme de Armagnac y del Gers gascón se debe esencialmente a la composición geológica del suelo" Durante el Cretácico, al abrirse la placa oceánica para formar el Golfo de Vizcaya, la placa tectónica ibérica inició una lenta rotación hacia el sureste y se incrustó en la placa euroasiática para formar los Pirineos. El tapiz del Gers se enrosca formando suaves valles que siguen un eje norte-sur. Durante el Mioceno, el mar se retiró de las Landas y las marismas de la región de Agen se secaron, dando paso a margas calizas, molasas y arenas cuarzosas hacia el oeste. El suelo del Gers puede dividirse en dos grandes categorías: "terres fortes" y "boulbènes". Las primeras son calcáreas y suelen encontrarse en la cima de las colinas y en sus laderas orientales, mientras que las segundas son de color blanquecino y menos fértiles, se concentran en el fondo de los valles y al oeste de las laderas. El resultado es una vegetación natural y una agricultura diferentes. El brezo, el abedul y la vid florecen en el barrio noroccidental, correspondiente a la región de Armagnac. La reseda de gaude o tintorera, la retama y el pequeño cardo prosperan en los suelos duros donde se cultiva maíz, soja y girasol. Las escasas mesetas kársticas esconden cuevas ideales para la espeleología, como la cueva de Buguet en Bazian o la de Sinaï en Gazaupouy, que se pueden explorar con el GAS o el Spéléo Club de Gascogne. Estas raras grutas calcáreas y cámaras profundas deben explorarse con una persona experimentada, ya que están "en perte", es decir, atravesadas por ríos subterráneos.
Un territorio formado por ríos y arroyos
El agua es uno de los principales factores que configuran el Gers. El departamento toma su nombre del río que lo atraviesa de sur a norte. Nace en la meseta de Lannemezan, en los Altos Pirineos, y desemboca en el Garona al sur de Agen. Es sólo uno de tantos. La región del Gers está surcada por ríos que nacen en los Pirineos y desembocan en el Garona, al este y al norte, o en el Adour, al oeste. El Baïse, el Save, el Osse, el Arrats, el Gimone y el Arros son sólo algunos de los ríos que forman valles poco profundos que discurren de norte a sur. Sólo un río atraviesa el Gers: el Adour, que serpentea por el suroeste del departamento y se puede descubrir a pie o en bicicleta de montaña siguiendo el "Sentier de l'Adour ". Una red de arroyos secundarios alimenta escasamente los ríos principales. Un rápido vistazo al mapa hidrológico del Gers muestra que los ríos principales forman un amplio espectro, mientras que la red secundaria teje una red bastante densa. Sobre el papel, la zona parece generosamente regada, pero la realidad sobre el terreno es bien distinta. El caudal es a menudo modesto, y muchos de los arroyos son poco más que una serie de charcos con apenas un hilillo. El poeta romano Venantius Fortunatus describió así el Gers en los años 550: "El Gers se arrastra con gran dificultad, tan lánguido como sus peces que mueren en la arena". Sin embargo, los ríos han sido acondicionados para limitar los efectos devastadores de las inundaciones en las llanuras y los fondos de los valles. Sólo algunos tramos son navegables, como el Baïse entre Valence-sur-Baïse y Saint-Léger en Lot-et-Garonne. Puede alquilar una gabarra para pasar unos días navegando por el río. Los agricultores han creado numerosos lagos y embalses para hacer frente a la distribución desigual y aleatoria del agua, que es absorbida rápidamente por los suelos de molasa. En el último medio siglo se han creado cerca de 2.900 zonas de almacenamiento en los valles. Algunos de ellos son lugares notables, como los estanques de Armagnac, repartidos en 1.000 hectáreas de antiguos estanques, y los embalses de Astarac. Muchas de las cuencas hidrográficas del Gers son también reservas naturales, y las charcas son zonas de descanso o de vida para la avifauna, a la espera de ser descubiertas.
Bosques dispersos
Habitado desde la antigüedad, el Gers ha sufrido una deforestación regular para dejar sitio a las tierras de labranza. Como consecuencia, los bosques prácticamente han desaparecido y el paisaje está adornado con bosquecillos, setos y franjas boscosas que delimitan las parcelas. Este clareo contribuye a reforzar el efecto de mosaico del paisaje. El Gers es el departamento menos arbolado de Occitania, pero lleva invirtiendo en sus bosques desde los años cincuenta. Ha adquirido nuevas superficies y posee actualmente 706 ha de bosque. Gestionados por la Office National des Forêts (ONF), estos bosques se utilizan principalmente con fines comerciales. Los robles albar y los pinos laricios se utilizan para la construcción y la ebanistería, como leña o para fabricar pasta de papel. El ONF ha introducido una gestión sostenible para preservar la biodiversidad y almacenar carbono. Al igual que los bosques, los pastizales naturales prácticamente han desaparecido de la región. Quedan algunos en las estrechas llanuras aluviales. Aunque la zona sigue siendo esencialmente rural, con sus laderas, cursos de agua y mesetas, el paisaje ha sufrido profundas alteraciones a lo largo de los siglos y apenas quedan vestigios de su naturaleza original.
