Formentera : ¿Por qué ir allí?
Formentera : Las buenas razones para ir
Una puesta de sol mágica
Diríjase al Cap de Barbaria y sus impresionantes vistas para admirar la posta de sol.
El suave Mediterráneo
En este pequeño rincón del Mediterráneo hace buen tiempo más de la mitad del año.
Actividades variadas
Buceo, kayak, vela, ciclismo, senderismo... no faltan formas de explorar la isla.
Paisajes vírgenes
Sus praderas de posidonia son Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Una gastronomía yodada
Pescados y mariscos, de todo. El mar brilla hasta en el plato
Auténtico encanto
Formentera ha sabido conservar su lado salvaje y sus pueblos de tamaño humano.
Playas de ensueño
Arena blanca, aguas turquesas... ¡las costas de la isla son una escapada al paraíso!
Un remanso de tranquilidad
Fuera de julio y agosto, la isla es un remanso de paz aislado del mundo.
Vibraciones hippies
Mientras que Ibiza alberga algunos vestigios de los años sesenta, Formentera es aún más hippy.
Tierra de tradiciones
Desde bailes populares a fiestas de pueblo, Formentera vive al ritmo de sus tradiciones.
Formentera : Es bueno saber que hay que visitar
Horarios
La mayoría de los espacios culturales abren a partir de las 10.00 h y cierran entre las 19.00 h y las 22.00 h, según la temporada. Algunos descansan entre las 14 y las 16/5 horas. Fuera de temporada, los horarios pueden verse reducidos, con cierres más tempranos y aperturas limitadas, sobre todo los domingos.
Fumadores
Está prohibido fumar en espacios cerrados. En los espacios al aire libre y naturales, los fumadores son responsables de no molestar a los no fumadores y de dejar las zonas limpias.
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Formentera : Descubra
Formentera cautiva por su sutil mezcla de tradición y modernidad. Esta mezcla única se refleja en su gastronomía, tan auténtica como inventiva. Su entorno virgen es un auténtico patio de recreo para los amantes del mar, con aguas cristalinas ideales para la práctica de deportes náuticos y senderos costeros salvajes que invitan al paseo. Atravesando estos paisajes, descubrirá una flora y fauna típicamente mediterráneas. Fiestas religiosas, bailes populares, mercados artesanales y un pequeño patrimonio bien conservado dan fe del apego de la población local al pasado y a las tradiciones. El ritmo de vida aquí ha permanecido tranquilo, guiado por las mareas y el ciclo de las estaciones. Así que si busca un destino relajante, bañado en encanto y tranquilidad, ¡pon rumbo a la isla más pequeña de las Baleares!