Posidonie dans les eaux de l'île© Eduardo Jarnac de Freitas - Shutterstock.Com.jpg
Le relief relativement plat de l'île rend les balades à vélo très agréables © Martin Silva Cosentino - Shutterstock.com .jpg

Áreas protegidas y preservación de la biodiversidad

Formentera cuenta con una biodiversidad excepcional. En concreto, la isla alberga el 40% de las praderas de posidonia de España, en una pradera marina de más de 7.600 hectáreas. Estas plantas proporcionan valiosos servicios al ecosistema, como la producción de oxígeno, la filtración del agua, el hábitat de numerosas especies y la prevención de la erosión del fondo marino. La concienciación sobre este precioso patrimonio natural ha ido acompañada de medidas para su conservación. Un ejemplo de ello es la regulación del fondeo, con la indicación de las praderas de posidonia en los mapas. También se están llevando a cabo iniciativas de concienciación, como el proyecto multisocial Save Posidonia, que pretende combinar la conservación de las praderas de posidonia con el turismo sostenible (www.saveposidoniaproject.org/es/).
El Parque Natural de Ses Salines de Formentera, situado entre Formentera e Ibiza, alberga marismas antiguamente explotadas. Su costa, poblada de praderas de posidonia, y sus marismas, fueron clasificadas como patrimonio de la Unesco en 1999. El parque protege notables ecosistemas terrestres que incluyen especies endémicas de lagartos y aves migratorias. La biodiversidad marina del parque es rica, asociada en particular a las praderas de posidonia.
La artificialización del suelo, la fragmentación de los entornos naturales y la contaminación son otros factores de la erosión de la biodiversidad. En respuesta, el municipio ha establecido restricciones normativas en materia de planificación urbana, lo que ha limitado en gran medida la construcción en la isla. El acceso es sólo por barco. El consejo consular también promueve la movilidad activa (a pie, en bicicleta) con más de 100 km de rutas dedicadas (ver para más información: www.formentera.es/fr/explorer/activites/en-velo/).

Una ambiciosa política de reducción de residuos

La producción anual de residuos en las Islas Baleares se estima en unos 800 kg por habitante, una de las tasas más altas de España (fuente: www.zerowastefrance.org). Esta producción, ligada al número de turistas (20 millones de visitantes en 2017) supera a menudo la capacidad de los centros de tratamiento de residuos del archipiélago (incineradoras). Esta situación contribuye a la contaminación por plásticos del mar. El Mediterráneo, que constituye el 1% de las aguas marinas del mundo, concentra el 7% de la contaminación por plásticos (fuente: WWF). La mayor parte de esta contaminación es invisible a simple vista (plásticos en forma de nanopartículas y micropartículas) y procede de efluentes acuosos. También se encuentran residuos plásticos sólidos en la isla, a menudo después de los períodos de lluvia. Las asociaciones de protección del medio ambiente inician regularmente campañas de limpieza de playas. Ante estos retos, el archipiélago ha promulgado en 2019 una ley destinada a reducir los residuos en origen. Compromete a las Islas Baleares a un enfoque de economía circular, pionero en España, con objetivos cuantificados. En particular, prohíbe muchos plásticos de un solo uso que contienen micro y nanopartículas y las botellas de agua. Esta ley se aplica a los hogares, pero también al sector de la hostelería y los eventos. Se acompaña de actividades de sensibilización e incentivos financieros. Formentera es conocida por su política de "plástico cero" y el compostaje de los biorresiduos de los restaurantes.

Enfrentarse al cambio climático

Formentera, al igual que el archipiélago, está especialmente expuesta al cambio climático. Esto podría traducirse en una mayor frecuencia e intensidad de los fenómenos extremos: sequías, inundaciones, tormentas, todos ellos fenómenos que agravan la erosión del suelo y la degradación del medio ambiente. Además, existe el riesgo de que la tierra quede sumergida (debido a la subida del nivel del mar). El aumento de la temperatura del mar provoca la alteración de los ecosistemas con efectos nocivos para el plancton y toda la cadena alimentaria. Como resultado, todos los seres vivos están amenazados. Un informe de la ONU publicado en diciembre de 2020 indica que estamos siguiendo una trayectoria de +3,1°C a escala mundial. La Red Mediterránea de Expertos en Cambio Climático y Medioambiental (MedECC), que reúne a más de 600 investigadores, elaboró en noviembre de 2020 un informe sobre los riesgos medioambientales en la región mediterránea dirigido a científicos y responsables de la toma de decisiones. Pide que se actúe para limitar el calentamiento global y adaptarse a sus efectos. Ante la emergencia climática, el Gobierno balear promulgó en 2018 una ley para establecer una estrategia de bajas emisiones de carbono. Se basa en la prohibición de nuevos coches diésel a partir de 2025, el desarrollo de las energías renovables (incluyendo la solar térmica, los coches eléctricos, el alumbrado público por LED) y el cierre de las centrales térmicas para 2035. El objetivo es conseguir la neutralidad en carbono para 2050. Los visitantes también pueden contribuir a esta estrategia. Formentera ofrece muchas oportunidades para el ecoturismo (alojamiento, restauración, movilidad). La topografía plana de la isla, combinada con las facilidades disponibles para el senderismo y el ciclismo (alquiler de bicicletas, rutas específicas), hacen que estas prácticas sean muy accesibles y agradables. También es posible ser locavore en Formentera y descubrir finas tradiciones culinarias, basadas en productos promovidos por la red Slowfood(www.formentera.es/en/slow-food/), recetas a base de pescado o plantas locales. El consumo razonable de recursos (agua, energía), la adopción de un enfoque de "residuo cero" (véase: www.zerowastefrance.org) y la elección de productos no perjudiciales para el medio ambiente (cremas solares sin filtros químicos) son ejemplos de una estancia "ecofriendly" en Formentera. Tenga en cuenta que en 2016 se introdujo en Baleares un impuesto turístico cuya recaudación se destina a financiar proyectos medioambientales. Para conocer tu huella climática, haz el test: datagir.ademe.fr/apps/our-climate-actions/