Un pasado antiguo y tradicional

El yacimiento funerario de Ca na Costa revela los ritos de los primeros ocupantes de la isla, que se asentaron aquí entre 2000 y 1600 a.C.. Los difuntos iban acompañados de objetos simbólicos: botones tallados en hueso y concha, sílex y fragmentos de cerámica grabada. Estos restos se conservan en el Museu Arqueològic d'Eivissa i Formentera de Ibiza.
La historia y las tradiciones de Formentera se cuentan en el Museu d'Ethnografia de Formentera. Organizado por temas, el centro etnológico y cultural muestra que la segunda mitad del siglo XX marcó un punto de inflexión en la vida local... ¿pero cuál?

Felices años 60

A partir de los años sesenta, artistas e intelectuales de todo el mundo contribuyeron a la aparición de un hervidero creativo en el archipiélago. Formentera, como Ibiza, atrae a mentes creativas que vienen a renovar su inspiración en las extensiones turquesas del Mediterráneo. Siguiendo los pasos de Pink Floyd, los pintores se han dejado seducir por el más salvaje de los Pityuses.

Gilbert Herreyns. Nacido en Bruselas en 1943, Herreyns se enamoró de Formentera en 1969 y decidió instalar su estudio de pintor y grabador en la meseta de La Mola. Fue durante este periodo cuando creó sus famosos laberintos geométricos, obras bicolores que sirvieron para decorar una estación de metro de Bruselas en la década de 1970. Tiempo después, fue en Ibiza donde conoció al galerista Carl Van der Voort, con quien inició una colaboración que le llevaría a instalarse definitivamente en el archipiélago. Herreyns vivía ahora entre Bruselas, Ibiza y Formentera. En 1979 abandonó los laberintos para dedicarse a sus obras repetitivas, una sucesión de símbolos reproducidos ad infinitum sobre lienzo. No fue hasta 1981 cuando construyó su famoso Atelier Bleu en La Mola. Durante cuatro años organizó cursos de grabado a los que asistieron artistas y estudiantes de todos los horizontes. Después ayudó a crear el Marché des artisans de La Mola, donde se exponían artistas contemporáneos internacionales. En 1991, viajó a Nueva York en compañía del artista Michel Mouffe. Durante su periodo americano, las manchas y los puntos introducidos en su pintura sustituyeron a los "cruces" repetitivos experimentados en su Atelier Bleu. Su regreso a Ibiza tres años más tarde marcó el inicio de su periodo de pincelada exaltada en 1996, antes de sus experimentos con el color en 2012, cuando incorporó elementos naturales a su obra y comenzó a crear obras tridimensionales. Sus obras se exponen regularmente en la isla.

Michel Mouffe. Al igual que su amigo Gilbert Herreyns, Michel Mouffe nació en Bruselas (en 1957) y estableció su estudio en La Mola. Descubrió Formentera en 1986, momento que él compara con un punto de inflexión estético. Sus pinturas casi monocromas insinúan, sin embargo, una presencia, tal vez un rostro o una silueta. En 2017, Michel Mouffe presentó la exposición Els Pelegrins en la Sala Municipal de Exposiciones (Ajuntament Vell) de San Francesc. Luego, en 2019, dio a conocer una serie de pinturas en homenaje a las víctimas del franquismo fusiladas en la isla: A las cinco de la tarde. El acto se celebra en una de las mansiones más antiguas de la isla, situada a la entrada de Sant Francesc Xavier. Esta antigua casa de labranza está destinada a albergar el futuro Museo Insular. Continuación..

Antoni Taulé. Arquitecto, pintor y fotógrafo catalán, nació en Sabadell en 1945. Tras estudiar arquitectura en Barcelona, Taulé se sumergió en la escena artística sabadellense de los años sesenta y pronto realizó su primera exposición de pintura. En 1970 firmó un contrato para construir un hotel en Formentera y aprovechó la oportunidad para dejar sus maletas en la isla. No fue hasta 1975 cuando decidió dedicarse plenamente a la pintura y la fotografía. Dejó Formentera para instalarse en París e iniciar una carrera internacional. La obra figurativa de Antoni Taulé se caracteriza por la representación de grandes espacios, entre la naturaleza y la arquitectura. En el lienzo destaca un objeto o un personaje, en una inquietante puesta en escena en la que las sombras desempeñan un papel predominante. Los conjuntos Ombre (1974) y Lumière de terre (1984-1988) -que toman como modelo las cuevas de Formentera- confirman la importancia del claroscuro en la obra de este pintor cercano al movimiento del Nouveau Réalisme. A Taulé le gustaba combinar pintura y fotografía. El Consell Insular de Formentera expuso su serie de grabados en plata resaltados con pintura de color. Su sensibilidad para el juego de luces y sombras, así como para la perspectiva, es evidente en estas obras.

Lugares de exposición

De mayo a mediados de octubre, los mercados de arte muestran todo lo que se fabrica en la isla. En el Mercado de Artesanos de La Mola, cuadros de calidad conviven con joyas, cestas y ropa de fabricación local. No se lo pierda. Aquí podrá conocer a Firefox, un artista berlinés afincado en Formentera. Se le identifica por su larga barba blanca, su sombrero multicolor y, por supuesto, sus cuadros, que combinan motivos tribales y abstracción.
Formentera vista por... Karine Bartoli: esta joven artista plástica plasma en el lienzo momentos robados, sobre todo en las playas de las Baleares. Su serie dedicada a Formentera está bañada de despreocupación, pero con cierta tensión. Bartoli expuso en la Sala Municipal de Exposiciones (Ajuntament Vell). Este espacio, situado en los edificios del Ayuntamiento, muestra la obra de artistas locales e internacionales durante todo el año.
En el Centro Antoni Tur Gabrielet de Sant Francesc, se puede comprar en el mercado agrícola por un lado y visitar la galería de arte por el otro. Visitante habitual de la isla y de este centro, la pintora Cynthia Díaz nació en Asturias en 1987.
Sus obras figurativas, de paleta deslumbrante, exploran la relación entre los paisajes y los elementos agua-aire-tierra. Desde 2019, el Espai cultural i educatiu Far de la Mola, en elfaro de la Mola, cuenta con salas de exposiciones y un renovado espacio polivalente. Situado a 120 metros sobre el mar, el faro de la cultura muestra el patrimonio de Formentera en un edificio simbólico que llega lejos