Una avifauna variada
Enclavada entre Europa y África, la isla alberga más de 210 especies de aves. Los humedales de Estany des Peix y Estany Pudent y las marismas saladas constituyen un refugio para la nidificación de multitud de especies de aves. Incluida en la red Natura 2000, Formentera cuenta con varias Zonas de Especial Protección para las Aves. Es en el corazón de las salinas donde se puede descubrir el mayor número de ejemplares. Dependiendo del hábitat -charcas, litoral, montañas o rocas- florece una fascinante variedad de especies ornitológicas, desde paseriformes (currucas, jilgueros, mirlos y la alegre abubilla) hasta majestuosas limícolas (flamencos, garzas, cigüeñas, etc.), rapaces (halcones y águilas) y acuáticas (pelícanos, gaviotas, gaviotines). Todos los años, aves migratorias de África y el norte de Europa vienen a anidar en las lagunas del norte de la isla, ya que Formentera se encuentra en una de las principales rutas migratorias del mundo.
La endémica sargantana pitiusa
La sargantana, también conocida como sargantana pitiusa(Podarcis pityusensis), es una lagartija endémica de las islas Pitiusas, con más de treinta subespecies catalogadas. Las lagartijas de Formentera varían de color según su hábitat, desde el azul (principalmente en zonas boscosas) al verde (en La Mola, por ejemplo), marrón o blanco (en las playas). Estos reptiles, de mayor tamaño que los de la Península Ibérica, se alimentan de insectos y materia vegetal. Actualmente se encuentran en peligro de extinción, debido principalmente a la proliferación de serpientes no endémicas.
Un refugio acuático
La isla es famosa por la belleza de sus fondos marinos. A su fauna, típicamente mediterránea, le gusta merodear por las praderas de posidonia, donde encuentra abundante alimento. Bajo el agua, verá cientos de castañuelas negras, peces de silueta ovalada, librea negra y cola bifurcada, que se encuentran en el Mediterráneo y el Atlántico, así como sardinas comunes, barracudas, morenas, meros, cabrachos, congrios, medregales y especies típicas de las llanuras arenosas subterráneas, como rayas, uranoscopios, rayas y grandes peces blancos. También encontrará pulpos, calamares, sepias, caballitos de mar e innumerables crustáceos
Posidonia, el tesoro de los fondos marinos
Posidonia oceanica no es un alga, sino una planta con flores. Hace casi 100 millones de años, se adaptó del medio terrestre al oceánico. Endémica del Mediterráneo, forma lo que se conoce como "praderas" de Posidonia o "praderas marinas". Consideradas verdaderas ingenieras del ecosistema, desempeñan un papel ecológico esencial en el litoral mediterráneo. Aunque se extienden por gran parte del Mediterráneo, las praderas de posidonia concentradas en la reserva natural de Ses Salines, entre Ibiza y Formentera, son de las mejor conservadas de la región. La posidonia desempeña un papel crucial en la oxigenación de las aguas, contribuyendo a la rica biodiversidad de su ecosistema. Se dice incluso que un metro cuadrado de posidonia produce más oxígeno que un metro cuadrado de selva amazónica
Proyecto Save Posidonia
Las Naciones Unidas han declarado 2017 "Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo". En este contexto nació el proyecto Save Posidonia, un proyecto pionero de microfinanciación colectiva destinado a conservar la posidonia mediterránea frente a las costas de Formentera. El principio es sencillo: cada participante puede convertirse en "padrino" de un metro cuadrado o más de posidonia (1 euro/m²). Los fondos recaudados se destinan íntegramente a preservar esta flora tan especial, y ya se han apadrinado más de 250.000 m² de posidonia (2021). Si desea más información o apadrinar una parcela de posidonia, visite www.saveposidoniaproject.org.
Flora mediterránea
La flora de Formentera, muy especial, es el resultado de su modesto tamaño, escaso relieve y clima mediterráneo. Presenta una gran variedad de hábitats, desde zonas costeras a humedales, paisajes rocosos y las zonas boscosas de La Mola y Cap de Barbaria.
En los bosques, dominan la cubierta vegetal el pino carrasco(Pinus halepensis), muy pequeño en comparación con los que prosperan en el resto del archipiélago, y la sabina albar(Juniperus sabina), un arbusto resistente y oloroso con agujas y bayas violáceas. Estas especies se han adaptado perfectamente al suelo calcáreo y arenoso. La madera de enebro es abundante y los formenterenos la utilizaban como material de construcción. También hay arbustos como la retama espinosa y el tomillo, muy apreciados en la cocina mediterránea. En primavera, frágiles orquídeas y otras plantas bulbosas crecen entre los claros. Los botánicos han identificado diecisiete especies autóctonas de orquídeas en la isla.
Desde el abandono de la agricultura tradicional, los árboles frutales han proliferado en las tierras cultivables. Entre ellos destaca la higuera, originaria de Asia, que se ha convertido en uno de los símbolos de la isla. En menor medida, también hay almendros, olivos, algarrobos y limoneros. Los campos también están salpicados de bonitas flores silvestres que florecen en primavera (amapolas, caléndulas, margaritas, gladiolos, etc.). Por último, está el famoso higo chumbo, originario de México. A veces conocido como "cactus alfombra", también se ha aclimatado perfectamente a las regiones mediterráneas.
La vegetación dunar se compone de gramíneas, trébol de los pájaros (que produce flores amarillas en primavera), panoja marítima, enredadera de las dunas y hermosos y fragantes lirios de mar. Los acantilados marinos albergan el hinojo marino(Crithmum maritimum), un endemismo perenne apodado "hinojo marino" o "barrenador de piedras", y el abundante estatice(Limonium algarvense). Por último, entre la veintena de plantas endémicas se encuentra el Delphinium pentagynum, actualmente protegido. No se encuentra en ningún otro lugar del mundo