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El Norte, ¿tierra de Epicuro?

Sí, sin duda Aquí, a la gente le gusta comer y, sobre todo, comer bien. El patrimonio gastronómico del Norte contiene suficientes recetas y productos auténticos para todos los gustos, desde los más jóvenes hasta los amantes de la buena mesa y los que prefieren pasar un rato con los amigos ante un plato para compartir.

Conocerá estos platos típicos, pero ¿los ha probado? Entre todos los platos emblemáticos del Norte, algunos se han convertido en icónicos y hacen las delicias de todos. Los mejillones con patatas fritas, por ejemplo, se comen en todos los rincones de Francia, con muchas variantes. Aquí, nos gusta la versión con queso de Maroilles, para un maridaje tan local como sorprendente. Y qué decir del legendario welsh, con sus rebanadas de pan, queso cheddar, salsa de cerveza, huevos y mostaza Servido como plato único, saciará el apetito de los más comilones, especialmente con patatas fritas. ¿Y el potjevleesch? Esta terrina hecha de varias carnes, cocinadas juntas y luego metidas en gelatina y servidas frías, ¡es una auténtica delicia que no debe perderse! La carbonada flamenca con salsa de cerveza es otra receta típica del norte: la promesa de un sabor único, dulce y que se deshace en la boca y una experiencia culinaria que es todo un acierto. Aunque la carne ocupa un lugar especial en la cocina norteña, no es el único ingrediente de las recetas. El waterzoï, un guiso de pollo (o pescado) en un caldo de nata y verduras, es típico, al igual que el flamiche, un tipo de tarta especialmente sabrosa, ¡sobre todo cuando se prepara con queso Maroilles!

El queso...

Maroilles, Monts-des-Cats, Pavé du Nord, Boulette d'Avesnes, queso de Bergues, Vieux-Lille, Tome de Cambrai, Belval, Pavé Bleu: la sola mención de todos estos quesos del Norte basta para hacer salivar y querer sentarse. En efecto, aquí el queso es el rey y no se concibe una comida sin él A veces curados, a veces un poco blandos, con un sabor sorprendente, todos estos quesos son la mejor prueba de la vitalidad y la calidad de un saber hacer tradicional que se atreve, se renueva y se arriesga, para mayor placer de todos.

¡A los postres!

El gofre flamenco, en su magnífica sencillez, es quizás el mejor postre del Norte, y puede servirse de infinitas maneras, según los gustos de cada uno. Sin embargo, tiene muchos competidores que le llevan la delantera: tartas de azúcar, speculoos (los pastelitos que acompañan al café) y otras maravillas de chocolate. Por no hablar de todos los pequeños dulces que picoteamos sin pensarlo: Bêtises de Cambrai y Babeluttes, entre muchos otros.