2024

NECRÓPOLIS DE SHAH-I-ZINDA

Necrópolis y Catacumbas a visitar
5/5
6 opiniones

La necrópolis del Rey viviente, Shah-i-Zinda, es un callejón que sube a la colina de Afrasiab y que antaño conducía hasta las puertas de la antigua ciudad. Una calle insólita al borde de la cual se construyó, en el siglo XI, el mausoleo de Qassim-ibn Abbas, misionero musulmán y primo del profeta Mahoma que llegó a Sogdiana en el año 676, con la primera oleada de conquistadores árabes. Qassim-ibn Abbas fue decapitado por los infieles mientras rezaba y la leyenda cuenta que luego cogió su cabeza y bajó por un pozo que conducía al paraíso, donde presidió una corte de almas acompañado por dos asesores. Esta leyenda retoma el mito zoroastriano de los jueces del inframundo: Mithra Solar, Srôsh y Rashn, así como el mito del Rey viviente, que también tiene un origen anterior a la conquista islámica y que cuenta como, después de su muerte, el rey Afrasiab continuó gobernando en el reino de los muertos. Los conquistadores árabes y los misioneros del islam se apropiaron de muchas creencias zoroastrianas, maniqueas o nestorianas en beneficio de los héroes de la nueva religión. En los siglos XI y XII se construyeron muchas tumbas y mausoleos cerca del mausoleo del santo y de la gran mezquita contigua. Cuando la antigua ciudad de Samarcanda fue tomada y destruida por los mongoles, solo se salvó la tumba de Qassim-ibn Abbas (también conocido como Kussam o Kutham). En la época timúrida, en los siglos XIV y XV, las familias nobles y los miembros de la familia de Tamerlán fueron construyendo más mausoleos cerca del de Qassim-ibn Abbas bajo la creencia islámica de que la proximidad de la tumba de un santo proporciona protección en la otra vida. Estos nuevos edificios dieron al lugar su configuración actual. La calle parece hundirse en el suelo, porque a lo largo de los siglos los escombros de los edificios de la antigua ciudad mezclados con tierra han elevado el nivel del suelo varios metros. La impresión es aún más llamativa desde el exterior, cuando se ven los bulbos azules que sobresalen de la colina como enormes e inusuales setas. A los románticos les gustará el itinerario poético que va desde el gran pishtak hasta el mausoleo de Khodja Akhmad; es también un descubrimiento de las diferentes técnicas decorativas y los estilos arquitectónicos de los siglos XI al XV.

La puerta de entrada, o pishtak, está flanqueada por el primer chortak, un pequeño pasaje rematado por una cúpula sostenida por cuatro arcos (literalmente, chortak), donde se puede leer la siguiente inscripción: «Este majestuoso conjunto fue construido por Abd-al-Aziz Kan, hijo de Ulugh Beg, hijo de Shakhrukh, hijo del emir Timur en el año 838 de la Hégira». (1434-1435). De hecho, fue Ulugh Beg quien lo construyó en nombre de su hijo pequeño, que todavía era muy joven.

Al pie de los cuarenta peldaños de la escalera del Paraíso, o escalera de los Pescadores, hay una mezquita con iwán y columnatas finamente talladas donde los creyentes acuden a escuchar las oraciones del imán. Se dice que Qassim-ibn Abbas fue decapitado aquí.

La escalera conduce al mausoleo de Kazy Zadeh Roumi, a la izquierda, construido entre 1420 y 1435 para el tutor de Ulugh Beg. Considerado como el Platón de su época, Kazy Zade Roumi no sería, sin embargo, enterrado aquí: el esqueleto descubierto en el mausoleo era el de una mujer, quizás la cuidadora de Tamerlán. Es el edificio más grande del complejo. La sala de oración y el mausoleo están rematados por dos cúpulas muy altas. La belleza del conjunto no debe hacernos olvidar que hay que contar los peldaños de las escaleras, tal como hacen los peregrinos, que los cuentan de nuevo al bajar. Si cuentan un número diferente, tal vez no puedan acceder al paraíso... a menos que suban las escaleras 40 veces de rodillas y reciten un versículo del Corán a cada paso. La escalera fue construida en el siglo XVIII en el lugar que ocupaban las antiguas murallas que rodeaban Samarcanda durante el periodo pre-mongol. Suba hasta el segundo chortak, del siglo XIX, erigido en el emplazamiento de la antigua muralla de Afrasiab.

El primer mausoleo a la derecha del segundo chortak es el del emir Hussein, también conocido como Tuglu Tekin, hijo de un turco llamado Kara Kutkul, famoso comandante al que Tamerlán tomó como modelo mientras afirmaba ser de su ascendencia. Tamerlán hizo construir el mausoleo en 1376, aunque Tuglu Tekin había muerto como un mártir en el siglo VIII.

Frente a él, el mausoleo de Emir Zade (hijo del emir) data de 1386 y albergaría los restos de un hijo desconocido de Tamerlán. Justo encima, en el mismo lado de la calle, el mausoleo de Shadi Mulk Aka (1372) fue construido por orden de Turkan Ata, la hermana de Tamerlán, para enterrar a su hija. El emperador, para quien su sobrina era muy importante, hizo grabar la siguiente inscripción: «Esta es una tumba donde se perdió una perla preciosa». Turkan Ata también fue enterrada allí, junto a su hija. Es el mausoleo más antiguo del complejo y también la construcción más antigua de la Samarcanda de los timúridas. Los nombres de los tres arquitectos originarios de Samarcanda y de Bujará están inscritos en la hornacina de color turquesa del portal, magníficamente decorada con mayólica y terracota tallada y esmaltada. El interior está totalmente decorado. La cúpula está cortada por una estrella octogonal, símbolo del sol rodeado de ocho planetas. La cerámica es original y está sorprendentemente bien conservada para tratarse de un mausoleo con más de seis siglos de antigüedad. Sus colores adquieren diferentes tonalidades según la hora del día y la orientación del sol.

Enfrente, en el mausoleo de Chirin Bika Aka (1385),reposa la segunda hermana de Tamerlán, bajo una cúpula con una base de dieciséis lados. La fachada está decorada con mosaicos calados en azul oscuro. La decoración interior fue realizada por un artista azerbaiyano, un hecho asombroso y único para aquella época, cuando en Uzbekistán se practicaba el islam sunita mientras que en Azerbaiyán eran chiítas. Igualmente sorprendente es el hecho de que en la fachada, a ambos lados del portal, las inscripciones árabes no son suras del Corán sino palabras del filósofo griego Sócrates. Pone: «Sócrates dijo: la gente está triste en todas las circunstancias».

En el mismo lado, el mausoleo octaédrico sigue siendo un misterio. Data del siglo XV, pero, aunque se considera un mausoleo, no se han encontrado restos humanos. Según otra hipótesis, podría ser un minarete, pero su vasta arquitectura no ofrece ninguna prueba de ello. Tampoco se sabe mucho acerca de los tres mausoleos siguientes, a la izquierda del camino de entrada. El primero data de 1385 y lleva el nombre del arquitecto Alim Nassafi. El siguiente, construido el mismo año, lleva el nombre de Ulugh Sultan Begum. Y el último debe atribuirse, probablemente, a Emir Burunduk, uno de los mejores capitanes de Tamerlán. El tercer chortak se abre en el extremo norte, ya en la última parte de la necrópolis. A la izquierda están la mezquita Tuman Aka, que data de 1405, y el mausoleo adyacente, construido en 1404 para Tuman Aka, la esposa más joven de Tamerlán. Sobre una base cuadrada, su cúpula azul turquesa descansa sobre un tambor cilíndrico alto. Aunque los mosaicos del portal recuerdan el mausoleo de Chirin Bika Aka, la originalidad de la decoración se basa en el uso del color violeta, que era extremadamente raro en aquella época. El interior se ha dejado deliberadamente en blanco, lo que también es inusual, y las decoraciones se limitan a unos pocos frescos paisajísticos bajo la cúpula. Sobre la puerta de madera, finamente tallada, se lee: «La tumba es una puerta por la que todos pasan.» Frente a la mezquita Tuman Aka, la puerta de madera de olmo finamente trabajada, antaño realzada con oro, plata y marfil, fue diseñada por el maestro Yusuf de Shiraz. Conocida como la puerta del Paraíso, se abre desde hace más de 600 años en el reino de Qassim-ibn Abbas. En la pared derecha del pasillo se han descubierto restos de la muralla de la antigua mezquita del siglo XI, cuyo alminar se puede ver más arriba a la derecha. También data del siglo XI, lo que lo convierte en el monumento más antiguo del complejo y en el único de su tipo en el Shah-i-Zinda.
A través de la puerta del Paraíso, el pasillo conduce a la mezquita de Qassim-ibn Abbas. Su mihrab está decorado con mosaicos, una técnica que se utilizó en Samarcanda a finales del siglo XIV y en la cual los artesanos de Asia Central se convirtieron en virtuosos. Las piezas de mosaico de barro esmaltado representan hojas, pétalos de flores, ramas finas o inscripciones y se ensamblan sin huecos. La siguiente sala es el ziaratkhana, o sala de oración. Detrás de una cerca de madera, en el gurkhana, se encuentra la tumba del siglo XI de Qassim-ibn Abbas, totalmente decorada con mayólica. En ella se puede leer: «El que murió siguiendo a Alá no está muerto, sino que está vivo». Los arqueólogos también han investigado y descubierto un pozo de 18 metros de profundidad. La decoración de la sala puede parecer original dado lo borrada que se observa. Sin embargo, fue completamente restaurada en 1995, pero el nivel de humedad es tal que todo el trabajo se desperdició en los meses siguientes. Se ha instalado un climatizador para tratar de solucionar el problema, pero solo hay que ver las esquinas de las paredes y el suelo para darse cuenta de lo inútil de la tentativa. Para salvar lo que queda, se pide encarecidamente no apoyarse en las paredes y ni siquiera poner los dedos sobre ellas.

Saliendo de la tumba del santo, inmediatamente a la derecha y frente al mausoleo de Tuman Aka, se encuentra el mausoleo de Kutlug Aka, que data de 1360 y que alberga a otra de las mujeres de Tamerlán. Su portal está decorado con terracota tallada y vidriada.

Cerrando el extremo norte de la necrópolis, el mausoleo de Khodja Akhmad data de 1350 y es el más antiguo de Shah-i-Zinda después del de Qassim-ibn Abbas. Su portal fue decorado con mayólica azul y blanca por el artesano de Samarcanda Fakhr Ali.

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 Samarkand
2024

GUR-E AMIR

Monumento conmemorativo para visitar
4.8/5
5 opiniones

Perdido antaño entre un barrio de estrechos callejones, el Gur-e Amir (o tumba del soberano), mausoleo de Tamerlán, queda hoy frente a la avenida del Registán. Para ello se ha despejado una gran explanada y se han recreado la planta original y el camino Real pavimentado con losas blancas que, en el siglo XIV, unía el Gur-e Amir con el mausoleo del jeque Burhanaddin, conocido como Rukhobod. La desintegración
de la URSS llevó a la joven república de Uzbekistán a una nueva era, pero la privó de sus ideales y de su héroe oficial, Lenin, un héroe que era cultural e históricamente ajeno a ella pero que estaba omnipresente. Este vacío ideológico favoreció el renacimiento de Tamerlán, cuya existencia había sido cuidadosamente disimulada durante setenta años. El nuevo reconocimiento histórico, cultural y político otorga ahora a este guerrero victorioso y sanguinario el primer lugar en el panteón del Uzbekistán moderno. Su mausoleo se ha convertido así en uno de los centros neurálgicos del país, símbolo de la grandeza y el poder de la nación uzbeka. Como otro gran conquistador, Gengis Kan, Tamerlán quiso ser enterrado sobriamente: «Solo una piedra y mi nombre en ella», dijo, y su tumba fue preparada en una cripta en Shahrisabz, su ciudad natal. Pero la historia decidió algo distinto. En 1401, Muhammad Sultan, el nieto favorito de Tamerlán y su sucesor designado, hizo construir un complejo arquitectónico con cuatro minaretes, que consistía en un patio interior bordeado de cuatro iwán y con vistas a una madrasa hacia el este y a un khanqah hacia el oeste. La madrasa estaba dedicada a la educación de los hijos de las familias nobles destinados a trabajar en la administración. En el khanqah, residencia de los derviches, también había una mezquita con cúpula. Hoy en día solo las huellas de los cimientos dan testimonio de estas construcciones, pero se puede admirar el portal, aún ricamente decorado, en el que está inscrito en persa: «Construido por el débil esclavo Mohammed, hijo de Mahmoud, de Isfahán» y, frente a él, parte de la muralla del iwán que cierra el patio interior por el lado sur y detrás de la cual se encuentra el Gur-e Amir. Cuando, en 1403, Muhammad Sultan, aún joven, murió durante una campaña en Persia, Tamerlán mandó construir este mausoleo, el más bello de todos los tiempos, para el hombre en el que había visto a su sucesor. Construida la primera cúpula, Tamerlán la consideró demasiado pequeña, la hizo destruir y ordenó la construcción de una nueva, más grande, que se terminó en menos de dos semanas. Ruy Gonzales de Clavijo cuenta cómo se trabajaba en ella día y noche, y que Tamerlán, enfermo y en la cama, iba en persona dos veces al día para supervisar el trabajo. En febrero de 1405 murió Tamerlán y su cuerpo, embalsamado con almizcle y alcanfor, fue enterrado temporal y secretamente en el khanqah, junto a su nieto. Solo cuatro años más tarde, cuando se resolvieron las luchas de sucesión, los restos reales fueron trasladados a su ubicación actual en la cripta del mausoleo. Aprovechando la ocasión, también fue enterrado allí el maestro espiritual de Tamerlán, Sheikh Mir-Said-Bereke. Tamerlán descansa a sus pies, como deseaba. Cuenta la leyenda que, durante los primeros años después de su entierro, se oía al soberano gritando cada noche desde el interior de su tumba real, hasta que todos los científicos, astrónomos, arquitectos y artesanos que había traído por la fuerza a Samarcanda durante sus conquistas hubieron regresado a sus hogares. Cuando todos estos prisioneros fueron liberados, el emperador pudo descansar finalmente. Más tarde se unieron a su lugar de entierro otros timúridas, entre ellos dos de sus hijos, Shakhrukh y Miranshakh, así como su nieto Ulugh Beg. Este último también realizó cambios en el conjunto arquitectónico. Añadió una galería a través de la cual se accede ahora al mausoleo y comenzó la construcción de otro mausoleo, del que solo quedan ruinas y una cripta que se puede ver detrás del Gur-e Amir. También fue Ulugh Beg quien trajo de Mongolia el bloque de nefrita que cubre la tumba de Tamerlán y quien hizo rodear las lápidas mortuorias con una valla de mármol. Como todos los edificios de Tamerlán, el Gur-e Amir es magnífico. Los volúmenes, simples, son de tamaño imponente. La cúpula exterior mide 32 m de altura y una inscripción sufí de tres metros de altura rodea su base: «Alá es el único Dios y Mahoma es su profeta.» Sobre este tambor se eleva una cúpula alargada de 12,50 m de altura y 15 m de diámetro, totalmente cubierta de ladrillos azules vidriados que sesenta y cuatro nervaduras salpicadas con rombos amarillos y azul marino parecen extender hacia el cielo. El interior del mausoleo es aún más suntuoso: primero, el verde translúcido de las paredes de ónix, antaño realzadas con decoraciones de oro y lazurita; más arriba las inscripciones coránicas azules y doradas que rodean la sala y, finalmente, la cúpula que las decoraciones geométricas doradas sobre un suave fondo azul hacen «similar al firmamento», en palabras de la historiadora Cheref-ad-Din.
En el centro, siete losas funerarias, entre ellas la de Mir-Said-Bereke, el maestro espiritual de Tamerlán, de la que se levanta un poste con una cola de caballo colgada que indica la tumba de un santo. A sus pies, la lápida de nefrita de Tamerlán está cubierta de numerosas inscripciones que enumeran a los antepasados del Emir de hierro. Esta genealogía detallada subraya su parentesco con Gengis Kan y se remonta a un tal Buzanjir, hijo del virtuoso Alavanka y de un rayo de luz. La lápida está partida en su centro: se dice que fue Nadir Shah quien, durante sus campañas en el siglo XVIII, quiso llevársela a Persia y la rompió creyendo que escondía las riquezas de Tamerlán. El resto de las tumbas pertenecen a Muhammad Sultan, nieto de Tamerlán, Ulugh Beg, su hijo, y Shah Rukh y Miranshah, otros dos hijos de Tamerlán. Las tumbas reales están en una cripta cerrada a los turistas. Si no hay demasiadas personas en el momento de la visita, es posible pedirle al guardia, con una pequeña propina, que abra la puerta que conduce a ella. En la cripta, la lápida de Tamerlán también está rota. En el patio a la derecha de la entrada, el Kok Tash es un bloque de mármol de unos tres metros de largo y un metro y medio de ancho sobre el que descansaba el trono de Timur. La costumbre era que sobre esta piedra, con poderes mágicos, se coronasen los kanes de Bujará. «Caída del cielo, no habría permitido que un falso kan o un kan sin ascendencia auténtica se le acercara», nos aclara Eugène Schuyler. La ciudad de Samarcanda estaría atravesada por pasadizos subterráneos. Uno de ellos salía del Gur-e Amir y se dirigía al Registán. Durante el Ramadán, o poco antes de Nouruz, unos cuantos mulás procesionan por los túneles subterráneos de la ciudad. Vestidos de blanco y con sandalias, se iluminan con velas y, por supuesto, se niegan a que los turistas los acompañen.

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 Samarkand
2024

PRIMER CEMENTERIO DE ATENAS (PROTO NEKROTAFIO)

Cementerio para visitar
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2024

TSITSERNAKABERD (MEMORIAL DEL GENOCIDIO)

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Monumento construido en 1965 para conmemorar a las víctimas de los ... leer más
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MASTABA

Necrópolis y Catacumbas a visitar
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Esta mastaba tiene una capilla principal con una composición ... leer más
 Saqqarah
2024

MONUMENTO NACIONAL DE LA CÁRCEL DE MONTLUC

Cementerio y memorial a visitar
4.8/5
4 opiniones

Una visita edificante para transmitir el recuerdo a los jóvenes, con la esperanza de que la barbarie no vuelva jamás. Construida en 1939, pocos meses después de la declaración de guerra con la Alemania nazi, requisada por el ejército alemán de febrero de 1943 a agosto de 1944, la cárcel de Montluc forma parte del sistema represivo nazi en el corazón de la "Capital de la Resistencia". Bajo el control de la temible Gestapo y de Klaus Barbie, fue el lugar de detención de Jean Moulin, André Frossard, los hijos de Izieu y muchas familias judías. Montluc fue la prisión de más de 10.000 víctimas de las autoridades del Tercer Reich. Los combatientes de la resistencia, los judíos y los civiles experimentaron las duras condiciones de detención. Montluc era a menudo sólo una etapa en el camino hacia la deportación y a menudo el exterminio. La prisión cerró sus puertas definitivamente en 2009. Montluc no es un museo, sino un lugar de memoria. Desde enero de 2022, el edificio, que se ha mantenido cerca de su estado original, ha sido restaurado y rehabilitado para ofrecer una mejor acogida a los visitantes, sobre todo en términos de accesibilidad, y para dar a todos los públicos un relato de una historia que no debe ser olvidada. Las obras, previstas hasta 2025, no permiten actualmente una visita completa de la prisión, en particular de los patios exteriores y de ciertas partes del edificio que son visibles en diferentes momentos. La visita es muy recomendable.

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 Lyon, 69003
2024

MAUSOLEO DE AGOSTO

Cementerio y memorial a visitar
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Un impresionante recinto funerario circular, rico en historia, en Roma. leer más
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2024

MAUSOLEO DE SANTA COSTANZA

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CIMITERO MONUMENTALE DI STAGLIENO

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 Génova
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NECRÓPOLIS DE SAN PIETRO

Necrópolis y Catacumbas a visitar
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Mausoleos bellamente decorados en una necrópolis, donde fue enterrado San ... leer más
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2024

IDOUT MASTABA

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La mastaba consta de 10 habitaciones, 5 de las cuales están decoradas y ... leer más
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CESTIA PIRÁMIDE

Necrópolis y Catacumbas a visitar
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Una notable pirámide en Roma, la tumba de Cayo Cestio. leer más
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2024

CATACOMBE DI SAN CALLISTO

Necrópolis y Catacumbas a visitar
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Catacumbas del siglo II, las más grandes e importantes de Roma. leer más
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CIMITERO ACATTOLICO

Cementerio para visitar
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Cementerio de la comunidad de extranjeros en Roma, cerca de la Pirámide ... leer más
 Roma
2024

MEMORIAL PARA LOS REPATRIADOS DE ARGELIA

Monumento conmemorativo para visitar
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El monumento a los franceses de Argelia en Marsella, recuerdo de su llegada ... leer más
 Marsella, 13007
2024

CEMENTERIO

Cementerio para visitar
4/5
1 opinión

El antiguo cementerio de Kokand es un lugar mágico, especialmente para perderse en él hacia el final del día. El ruido de los martillos es entonces lo único que perturba la calma absoluta que reina aquí. Las tumbas, la mayoría de ellas simples monumentos encalados, parecen estar dispuestas al azar. Se puede caminar tranquilamente por aquí, pasando de vez en cuando bajo un árbol. Las tumbas de color pastel, a veces azul claro o rosa, indican una muerte prematura. En este cementerio se encuentran los magníficos mausoleos que se enumeran a continuación.

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 Kokand
2024

PTAH-HOTEP MASTABA

Necrópolis y Catacumbas a visitar
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Pequeña mastaba muy bonita dedicada a Ptahhotep, con ornamentación ... leer más
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CATACUMBA DE SAN SEBASTIÁN

Necrópolis y Catacumbas a visitar
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2024

LÁPIDA FUNERARIA DE NADIRA

Monumento conmemorativo para visitar
3/5
1 opinión

Detrás de la tumba de los reyes, esta lápida funeraria blanca recuerda a Nadira, la esposa de Omar Khan. Esta es una oportunidad para descubrir a esta poetisa que vivió de 1792 a 1842 (fue asesinada por el emir de Bujará cuando se apoderó de la ciudad). Cuando, en 1822, el soberano, su marido, murió, ella gobernó el kanato de Kokand. Es conocida por sus poemas escritos en uzbeko y persa, y son muchas las mujeres que la visitan.

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 Kokand
2024

MONUMENTO A LOS HEROICOS DEFENSORES DE LENINGRADO

Monumento conmemorativo para visitar
3/5
1 opinión

Por haber recuperado su nombre bautizo en septiembre de 1991, San Petersburgo no olvidó que en primer lugar se llamó Leningrado, un nombre encargado de todo el peso de una historia a menudo trágica. Dedicado a la resistencia heroica de sus habitantes durante el largo bloqueo impuesto por los ejércitos nazis, este monumento en la plaza de la Victoria, al sur de la ciudad, lo recuerda con fuerza. Construido a partir de 1957 por los famosos arquitectos Anikouchina, Speranski y Kamenski, todos ellos veteranos de la guerra, el monumento no se inauguró oficialmente hasta el 9 de mayo de 1975, con ocasión del 30 º aniversario de la Victoria. Un conjunto de esculturas en la plaza de la Victoria ilustran el valor de la población rusa durante el bloqueo, y sobre todo la solidaridad entre generaciones y clases sociales.

Inaugurado tres años después, el monumento del monumento, en subsuelo, está afectado por todos los nombres de los héroes de la Unión Soviética, caballeros del orden de la gloria de tercera fila, héroe del trabajo socialista, que se ilustró en Leningrado; Añadiendo a la solemnidad de este lugar de recogida, 900 lámparas iluminan la sala subterránea, una para cada día del bloqueo de la ciudad. Un bloqueo que, desgraciadamente, ha sido bastante largo para que esta iluminación simbólica permita ver sin dificultad los documentos expuestos detrás de las vitrinas que reflejan la historia de la defensa de la ciudad. Una ensenada documental en blanco y negro muestra la vida cotidiana durante el terrible invierno de 1941-1942: termómetro a - 41 ° C, calles repletas de cadáveres, edificios bombardeados… en el centro de la sala, una maqueta muestra la línea del bloqueo de Leningrado. Hitler pensaba obtener fácilmente la rendición de la ciudad, cuyas reservas fueron bombardeadas. Pero la población resiste, y la ciudad está rodeada ya en septiembre de 1941. Durante algún tiempo, el lago Lagoda está a la vuelta de la esquina, en el que los camiones pueden pasar en invierno. Sin embargo, la hambruna acude rápidamente y, aliada al frío, tiene más de 1.200.000 muertos de los 3 millones de habitantes de Leningrado, casi la mitad de la ciudad… A finales de 1943, los rusos reciben grandes cantidades de armas procedentes del oeste de los Urales y pueden contraatacar.

En enero de 1944 se levantó el bloqueo. La exposición también conmemora este inmenso alivio por un gran fresco de mosaico que representa la liberación de la ciudad. Contrasta con un segundo fresco, en el muro opuesto, que ilustra la angustia del pueblo en estos días terribles.

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 San Petersburgo Санкт-Петербург