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NECRÓPOLIS DE SHAH-I-ZINDA

Necrópolis – Catacumbas
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Samarcanda, Uzbekistán
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La necrópolis del Rey viviente, Shah-i-Zinda, es un callejón que sube a la colina de Afrasiab y que antaño conducía hasta las puertas de la antigua ciudad. Una calle insólita al borde de la cual se construyó, en el siglo XI, el mausoleo de Qassim-ibn Abbas, misionero musulmán y primo del profeta Mahoma que llegó a Sogdiana en el año 676, con la primera oleada de conquistadores árabes. Qassim-ibn Abbas fue decapitado por los infieles mientras rezaba y la leyenda cuenta que luego cogió su cabeza y bajó por un pozo que conducía al paraíso, donde presidió una corte de almas acompañado por dos asesores. Esta leyenda retoma el mito zoroastriano de los jueces del inframundo: Mithra Solar, Srôsh y Rashn, así como el mito del Rey viviente, que también tiene un origen anterior a la conquista islámica y que cuenta como, después de su muerte, el rey Afrasiab continuó gobernando en el reino de los muertos. Los conquistadores árabes y los misioneros del islam se apropiaron de muchas creencias zoroastrianas, maniqueas o nestorianas en beneficio de los héroes de la nueva religión. En los siglos XI y XII se construyeron muchas tumbas y mausoleos cerca del mausoleo del santo y de la gran mezquita contigua. Cuando la antigua ciudad de Samarcanda fue tomada y destruida por los mongoles, solo se salvó la tumba de Qassim-ibn Abbas (también conocido como Kussam o Kutham). En la época timúrida, en los siglos XIV y XV, las familias nobles y los miembros de la familia de Tamerlán fueron construyendo más mausoleos cerca del de Qassim-ibn Abbas bajo la creencia islámica de que la proximidad de la tumba de un santo proporciona protección en la otra vida. Estos nuevos edificios dieron al lugar su configuración actual. La calle parece hundirse en el suelo, porque a lo largo de los siglos los escombros de los edificios de la antigua ciudad mezclados con tierra han elevado el nivel del suelo varios metros. La impresión es aún más llamativa desde el exterior, cuando se ven los bulbos azules que sobresalen de la colina como enormes e inusuales setas. A los románticos les gustará el itinerario poético que va desde el gran pishtak hasta el mausoleo de Khodja Akhmad; es también un descubrimiento de las diferentes técnicas decorativas y los estilos arquitectónicos de los siglos XI al XV.

La puerta de entrada, o pishtak, está flanqueada por el primer chortak, un pequeño pasaje rematado por una cúpula sostenida por cuatro arcos (literalmente, chortak), donde se puede leer la siguiente inscripción: «Este majestuoso conjunto fue construido por Abd-al-Aziz Kan, hijo de Ulugh Beg, hijo de Shakhrukh, hijo del emir Timur en el año 838 de la Hégira». (1434-1435). De hecho, fue Ulugh Beg quien lo construyó en nombre de su hijo pequeño, que todavía era muy joven.

Al pie de los cuarenta peldaños de la escalera del Paraíso, o escalera de los Pescadores, hay una mezquita con iwán y columnatas finamente talladas donde los creyentes acuden a escuchar las oraciones del imán. Se dice que Qassim-ibn Abbas fue decapitado aquí.

La escalera conduce al mausoleo de Kazy Zadeh Roumi, a la izquierda, construido entre 1420 y 1435 para el tutor de Ulugh Beg. Considerado como el Platón de su época, Kazy Zade Roumi no sería, sin embargo, enterrado aquí: el esqueleto descubierto en el mausoleo era el de una mujer, quizás la cuidadora de Tamerlán. Es el edificio más grande del complejo. La sala de oración y el mausoleo están rematados por dos cúpulas muy altas. La belleza del conjunto no debe hacernos olvidar que hay que contar los peldaños de las escaleras, tal como hacen los peregrinos, que los cuentan de nuevo al bajar. Si cuentan un número diferente, tal vez no puedan acceder al paraíso... a menos que suban las escaleras 40 veces de rodillas y reciten un versículo del Corán a cada paso. La escalera fue construida en el siglo XVIII en el lugar que ocupaban las antiguas murallas que rodeaban Samarcanda durante el periodo pre-mongol. Suba hasta el segundo chortak, del siglo XIX, erigido en el emplazamiento de la antigua muralla de Afrasiab.

El primer mausoleo a la derecha del segundo chortak es el del emir Hussein, también conocido como Tuglu Tekin, hijo de un turco llamado Kara Kutkul, famoso comandante al que Tamerlán tomó como modelo mientras afirmaba ser de su ascendencia. Tamerlán hizo construir el mausoleo en 1376, aunque Tuglu Tekin había muerto como un mártir en el siglo VIII.

Frente a él, el mausoleo de Emir Zade (hijo del emir) data de 1386 y albergaría los restos de un hijo desconocido de Tamerlán. Justo encima, en el mismo lado de la calle, el mausoleo de Shadi Mulk Aka (1372) fue construido por orden de Turkan Ata, la hermana de Tamerlán, para enterrar a su hija. El emperador, para quien su sobrina era muy importante, hizo grabar la siguiente inscripción: «Esta es una tumba donde se perdió una perla preciosa». Turkan Ata también fue enterrada allí, junto a su hija. Es el mausoleo más antiguo del complejo y también la construcción más antigua de la Samarcanda de los timúridas. Los nombres de los tres arquitectos originarios de Samarcanda y de Bujará están inscritos en la hornacina de color turquesa del portal, magníficamente decorada con mayólica y terracota tallada y esmaltada. El interior está totalmente decorado. La cúpula está cortada por una estrella octogonal, símbolo del sol rodeado de ocho planetas. La cerámica es original y está sorprendentemente bien conservada para tratarse de un mausoleo con más de seis siglos de antigüedad. Sus colores adquieren diferentes tonalidades según la hora del día y la orientación del sol.

Enfrente, en el mausoleo de Chirin Bika Aka (1385), reposa la segunda hermana de Tamerlán, bajo una cúpula con una base de dieciséis lados. La fachada está decorada con mosaicos calados en azul oscuro. La decoración interior fue realizada por un artista azerbaiyano, un hecho asombroso y único para aquella época, cuando en Uzbekistán se practicaba el islam sunita mientras que en Azerbaiyán eran chiítas. Igualmente sorprendente es el hecho de que en la fachada, a ambos lados del portal, las inscripciones árabes no son suras del Corán sino palabras del filósofo griego Sócrates. Pone: «Sócrates dijo: la gente está triste en todas las circunstancias».

En el mismo lado, el mausoleo octaédrico sigue siendo un misterio. Data del siglo XV, pero, aunque se considera un mausoleo, no se han encontrado restos humanos. Según otra hipótesis, podría ser un minarete, pero su vasta arquitectura no ofrece ninguna prueba de ello. Tampoco se sabe mucho acerca de los tres mausoleos siguientes, a la izquierda del camino de entrada. El primero data de 1385 y lleva el nombre del arquitecto Alim Nassafi. El siguiente, construido el mismo año, lleva el nombre de Ulugh Sultan Begum. Y el último debe atribuirse, probablemente, a Emir Burunduk, uno de los mejores capitanes de Tamerlán. El tercer chortak se abre en el extremo norte, ya en la última parte de la necrópolis. A la izquierda están la mezquita Tuman Aka, que data de 1405, y el mausoleo adyacente, construido en 1404 para Tuman Aka, la esposa más joven de Tamerlán. Sobre una base cuadrada, su cúpula azul turquesa descansa sobre un tambor cilíndrico alto. Aunque los mosaicos del portal recuerdan el mausoleo de Chirin Bika Aka, la originalidad de la decoración se basa en el uso del color violeta, que era extremadamente raro en aquella época. El interior se ha dejado deliberadamente en blanco, lo que también es inusual, y las decoraciones se limitan a unos pocos frescos paisajísticos bajo la cúpula. Sobre la puerta de madera, finamente tallada, se lee: «La tumba es una puerta por la que todos pasan.» Frente a la mezquita Tuman Aka, la puerta de madera de olmo finamente trabajada, antaño realzada con oro, plata y marfil, fue diseñada por el maestro Yusuf de Shiraz. Conocida como la puerta del Paraíso, se abre desde hace más de 600 años en el reino de Qassim-ibn Abbas. En la pared derecha del pasillo se han descubierto restos de la muralla de la antigua mezquita del siglo XI, cuyo alminar se puede ver más arriba a la derecha. También data del siglo XI, lo que lo convierte en el monumento más antiguo del complejo y en el único de su tipo en el Shah-i-Zinda.
A través de la puerta del Paraíso, el pasillo conduce a la mezquita de Qassim-ibn Abbas. Su mihrab está decorado con mosaicos, una técnica que se utilizó en Samarcanda a finales del siglo XIV y en la cual los artesanos de Asia Central se convirtieron en virtuosos. Las piezas de mosaico de barro esmaltado representan hojas, pétalos de flores, ramas finas o inscripciones y se ensamblan sin huecos. La siguiente sala es el ziaratkhana, o sala de oración. Detrás de una cerca de madera, en el gurkhana, se encuentra la tumba del siglo XI de Qassim-ibn Abbas, totalmente decorada con mayólica. En ella se puede leer: «El que murió siguiendo a Alá no está muerto, sino que está vivo». Los arqueólogos también han investigado y descubierto un pozo de 18 metros de profundidad. La decoración de la sala puede parecer original dado lo borrada que se observa. Sin embargo, fue completamente restaurada en 1995, pero el nivel de humedad es tal que todo el trabajo se desperdició en los meses siguientes. Se ha instalado un climatizador para tratar de solucionar el problema, pero solo hay que ver las esquinas de las paredes y el suelo para darse cuenta de lo inútil de la tentativa. Para salvar lo que queda, se pide encarecidamente no apoyarse en las paredes y ni siquiera poner los dedos sobre ellas.

Saliendo de la tumba del santo, inmediatamente a la derecha y frente al mausoleo de Tuman Aka, se encuentra el mausoleo de Kutlug Aka, que data de 1360 y que alberga a otra de las mujeres de Tamerlán. Su portal está decorado con terracota tallada y vidriada.

Cerrando el extremo norte de la necrópolis, el mausoleo de Khodja Akhmad data de 1350 y es el más antiguo de Shah-i-Zinda después del de Qassim-ibn Abbas. Su portal fue decorado con mayólica azul y blanca por el artesano de Samarcanda Fakhr Ali.


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Visitado en mayo 2023
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Magnifique
A faire un peu avant la fermeture, quand les touristes de la journée se sont évaporés. Juste sublime. J'aurais pu y rester des heures. Très apaisant et ce bleu dont je ne me lasse pas..
Sixiron
Visitado en septiembre 2019
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A ne pas manquer
Impressionnant complexe funéraire où chaque bâtiment est magnifiquement décoré.
fute_921683
Visitado en octubre 2019
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Sublime
Une vrai merveille, vraiement des mille et une nuits .... c’est on sait pas où donner de la tête
Visitado en abril 2018
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Importante nécropole, ensemble de tombes, lieu de pèlerinage pour les musulmans de partout. Prenez le temps de vous y promener, de flâner et d'y vous y arrêter. Belle rénovation, en cour encore à certains endroits.
futé-719176
Visitado en septiembre 2017
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un des sites les plus formidables d'Ouzbékistan, une série de mausolées tous plus beau les uns que les autres, impressionnant.
une restauration de qualité
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