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El derecho de acceso a la naturaleza

Allemansrätt en sueco, allemannsrett en noruego y jokamiehenoikeus en finés. En primer lugar, puede ser interesante saber cuáles son las normas de acceso a los espacios naturales en Laponia. El Derecho de acceso a la naturaleza es un derecho general de paso y pernoctación en terrenos ajenos. No es una ley, sino un derecho consuetudinario, que establece que todo el mundo pueda pasear libremente por la naturaleza, ¡salvo por los jardines de las casas privadas! En Suecia, Noruega y Finlandia, puede recoger bayas, setas y ciertas flores silvestres, y montar su tienda de campaña para pasar la noche donde quiera (a menos que haya restricciones específicas), siempre que pida permiso al propietario del terreno, si está cerca. A cambio, hay que ser muy cuidadoso con la naturaleza y no molestar a los habitantes locales. Obviamente, la caza no está permitida. Recuerde respetar las zonas restringidas.

La fauna de la región boreal

Reno. El reno es, por supuesto, el animal más emblemático de Laponia. La lengua sami tiene aproximadamente cuatrocientas palabras para designarlo. Con su pelaje largo y espeso, su cola corta y su hocico, el reno está perfectamente adaptado a su hábitat. Sus pezuñas cóncavas, extendidas como mini raquetas de nieve, le permiten desplazarse con facilidad. En el agua, las utiliza como remos (también es un excelente nadador). En invierno, las emplea para destapar comida entre la nieve. Gracias a su excelente olfato, puede detectar plantas, pues no ve muy bien. Durante mucho tiempo se pensó que el reno solo se alimentaba de líquenes, pero la gran variedad de plantas, que aprovechan el intenso verano ártico para florecer y sembrar sus semillas, le proporciona una dieta diversificada que le permite soportar las inclemencias del invierno. Los renos pueden alcanzar velocidades de hasta 80 km/h. Se les ve por todas partes: en las carreteras, en los pueblos, como peluches en las gasolineras, como filetes en los restaurantes... Cada reno pertenece a una familia sami, por lo que no son totalmente salvajes (salvo algunos ejemplares). Sin embargo, son animales imprevisibles, por lo que es mejor dejarlos en paz. Si se cruza con uno en el arcén de la carretera, reduzca la velocidad y déjelo pasar sin meterse. Rara vez se asustan con los coches, por lo que tendrá la oportunidad de ver más de cerca al majestuoso reno mientras cruza a su ritmo.

Alces. Los alces son comunes en la región de Laponia, pero es muy difícil verlos. No son agresivos por naturaleza, pero si se cruza con uno, mantenga la calma y no se acerque. Es un animal colosal y no tendría ninguna oportunidad de salir de ahí... Simplemente, obsérvelo desde la distancia y déjelo pasar. Suelen vivir lejos de las zonas urbanizadas, así que tendrá más posibilidades de observarlos si conduce hacia el interior por carreteras desérticas. Los alces son una de las principales causas de accidentes en Laponia. Es un poco como el jabalí: solos o en grupo, cruzan la carretera a toda velocidad sin previo aviso. Manténgase alerta y, sobre todo, si ve uno al borde de la carretera, deténgase hasta que se haya alejado lo suficiente.

Oso pardo. Antaño tan temido que incluso era tabú pronunciar su nombre. El oso pardo sigue siendo impresionante hoy en día. Este animal vive en los bosques de Laponia, auunque no espere cruzarse con él, ya que es muy discreto. Su caza está muy reglamentada: las normas varían de un país a otro. Solo los sami tienen derecho a cazarlos durante todo el año si amenazan a la manada de renos. Como dato curioso, debe saber que no hay osos polares en Laponia (aunque se mencionan a menudo en los museos lapones). Los osos polares más cercanos están en Groenlandia y Spitsbergen.

Lobos. En Suecia hay muchos más lobos que en Finlandia, de donde han sido expulsados poco a poco por la industria y la deforestación. No se preocupe, las posibilidades de encontrarse con uno son muy bajas.

Glotón. Es el miembro más grande de la familia de los mustélidos, que incluye a las comadrejas y los tejones. Este mamífero carnívoro mide 40 cm de altura y un metro de longitud y es conocido no solo por su hambre insaciable —el nombre se ha convertido en lenguaje común—, sino también por su fuerza y ferocidad. Es un cazador al acecho, ataca renos e incluso alces, a menudo apostado en las ramas bajas de un árbol. Gran caminante y extremadamente audaz. Se aventura en las cabañas de los cazadores y, con picardía, entra en las trampas y devora las presas sin ser capturado. Este animal es uno de los más temidos del extremo norte. El glotón es la única especie que se encuentra en un número muy reducido, lo que sin duda es bueno para los lugareños, ya que plantea un verdadero problema. La pérdida de renos a manos de depredadores se compensa siempre con una indemnización, una vez identificado el animal, generalmente por la oreja. Sin embargo, la técnica de caza empleada por los glotones hace que arranquen la cabeza del reno, lo que hace más difícil justificar dicha pérdida.

Águila de cola blanca. Esta águila de gran tamaño y silueta maciza es uno de los animales más interesantes: el águila de cola blanca se cría en las orillas de los lagos y ríos idóneos para la depredación, en la tundra y en el bosque. En la costa, frecuenta escarpados acantilados rocosos. Aunque se alimenta sobre todo de aves acuáticas y peces, puede alimentarse de cadáveres en tiempos difíciles.

El lince, el castor, la liebre ártica, el zorro ártico y el lemming (el ratón de noruega) son también animales emblemáticos de esta región boreal.

Las aguas de Laponia también albergan una gran riqueza faunística. Conocidas por ser escenario de una de las mayores pesquerías de salmón del mundo, el sistema fluvial de la región también alberga truchas, rapes y percas.

Costa noruega

Aves. Para los observadores de aves, la costa oriental es un pequeño paraíso. Las montañas de la costa noruega albergan muchas especies de aves marinas. Hay cientos de miles de aves desde Runde hasta la frontera rusa que viven en las montañas de las pequeñas islas de la costa y se alimentan y dependen de los peces. Desde finales de la década de 1970, las aves han ido desapareciendo como consecuencia de la sobrepesca de peces como el arenque, el capelán y la caballa.

Entre las especies que se pueden observar están los alcatraces, cormoranes, araos comunes y árticos, águilas marinas, pingüinos, frailecillos y los halcones peregrinos, entre otras.

Avistamiento de cetáceos. El mayor número de ballenas lo encontrará al norte de las islas Vesterålen y Lofoten. Este impresionante y fascinante cetáceo merodea por estos archipiélagos noruegos durante todo el año. En verano es más probable cruzarse con cachalotes, mientras que en invierno, con orcas y ballenas jorobadas. Existe la posibilidad de participar en safaris fotográficos para descubrir las maravillas de la costa noruega, así que regálese este sueño de infancia.

¡Atención!: la caza de ballenas es un tema delicado. Noruega sigue siendo uno de los últimos países, junto con Japón e Islandia, que permite cazar cetáceos frente a sus costas. Para los noruegos es un orgullo local y afirman que no cazan sino que pescan ballenas con el fin de abastecer de carne el mercado local. La Unión Europea trabaja por una regulación internacional de esta actividad.

¡Cuidado con los mosquitos!

En verano, estos pequeños insectos pterigotos son muy virulentos en Laponia, sobre todo en lugares húmedos cercanos al agua. Le atacan sin tregua y sin piedad, y sus picaduras son mucho más fuertes que las de los mosquitos conocidos. Pueden estropearle un paseo, así que asegúrese de ir bien equipado. Compre repelente de mosquitos local, es mucho más eficaz que el suministrado en España para nuestros mosquitos menos voraces. O mejor aún: si piensa caminar varios días en verano, deje de lado la ridiculez y equípese con una gorra con mosquitera. No olvide cubrirse por completo con ropa ligeramente holgada, pero que se ajuste bien en los extremos.

Flora

El crecimiento de las plantas se concentra en el corto periodo estival, cuando el sol es casi continuo, y en la tundra. Desde finales de mayo a septiembre, ofrece parterres floridos (campos en el corazón de los bosques de abedules). Esta intensa producción vegetal atrae a numerosas aves reproductoras, a bandadas migratorias y a los mamíferos más pequeños. Las bayas silvestres y las setas invaden los mercados provinciales en otoño. También abundan las grosellas, los arándanos negros y rojos y las curiosas lakka, las bayas polares de sabor característico que recuerdan a las frambuesas amarillas. En cambio, la flora de Laponia es menos diversa que su fauna. En general, la dureza del clima dificulta el crecimiento de plantas y flores. La vegetación crece muy despacio y permanece muy pegada al suelo, en parte, para evitar que se seque por el viento y el frío. La flora local consiste principalmente en vegetación de taiga y tundra. Sin embargo, en la Laponia sueca se puede encontrar la singular orquídea ártica, la más septentrional de su especie. En el extremo norte, los picos nevados en invierno son implacables y casi siempre están cubiertos de placas de hielo. Sin embargo, en algunos casos la capa superior del suelo se descongela hasta una profundidad de aproximadamente un metro, mientras que la capa profunda permanece congelada (varios metros de profundidad). Este fenómeno es el permafrost. La tundra extiende su alfombra de musgos y líquenes entre abedules árticos y sauces enanos. Los bosques a menor altitud son principalmente de abeto, pino y abedul. Las zonas pantanosas se cubren de una flora exuberante en primavera que incluye juncos y flores.