JEFF DE BRUGES
En la cima de la tendencia decorativa, la tienda adornada con marrón y turquesa hace que quieras pasar a ver lo que se esconde en este bello entorno. En el interior, no es de extrañar que los chocolates belgas, fieles a su fama, sean sabrosos: pralinés, ganaches, mousses, orangettes, cerezas, chocolates licorosos, pastas de frutas, grageas artesanales o incluso cuadrados de chocolate para acompañar el café. Las recetas son creativas y se pueden comprar cajas de 250 g, 500 g o incluso de un kilo para los más golosos. Con la llegada de las vacaciones, como la Semana Santa o el Día de la Madre, la tienda ofrece nuevas creaciones y se adapta a una exigente demanda de calidad. Buen punto: las cajas y los paquetes de regalo son muy limpios. Hermosas y buenas, son perfectas para las papilas gustativas, menos para la línea. Mientras sigue paseando por el centro comercial, disfrute de un chocolate para disfrutar, o de un helado al estilo italiano: chocolate y pistacho en invierno, sorbetes de frambuesa y pasión en verano. Este año destacamos el cono con su receta de praliné gianduja con avellanas y almendras, hay dos nuevas recetas, una con un sabor intenso es el cono con chocolate negro y otra con un gianduja crujiente.... ¡Estamos perdiendo el control!