Guía de viaje
Dijon

Con un patrimonio arquitectónico excepcional que va del gótico al art decó, la capital de Borgoña es también un destino gastronómico y vinícola. Antigua capital de los Duques de Borgoña, Dijon evoca, por supuesto, la mostaza, pero también la grosella negra y su kir, el pan de jengibre y, en general, los gougères, la fondue y la carne de vacuno bourguignon y muchas otras especialidades que se destacan en su feria gastronómica de otoño y durante todo el año a través de sus chefs y productores. La Cité de la gastronomie et du vin, inaugurada en 2018, establece una identidad reivindicada y justificada. Otros símbolos marcan el paisaje urbano: la Puerta Guillaume, el arco de triunfo de la Plaza Darcy, la iglesia de Notre-Dame y sus gárgolas o la reproducción del oso de Pompon en el jardín de Darcy. Los más bellos edificios de estilo Haussmann están ocupados por la Caisse d'épargne, las Galerías Lafayette, la Universidad de Borgoña, el Grand Hotel la Cloche, etc. Una pequeña joya en el centro de la ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se pueden ver las casas de madera del siglo XV en la rue Verrerie. Otro ambiente con el puerto deportivo y su jardín de recreo. Una joya cultural, el museo de Bellas Artes ocupa desde 1787 el vasto Palacio de los Duques. Otras visitas son necesarias para descubrir el Museo de la vida de Borgoña instalado en el claustro del monasterio de las Bernardinas, el Cassissium, el mayor espacio dedicado a la grosella negra, el museo de las cometas o la antigua fábrica de pan de jengibre Mulot et Petitjean, todavía en funcionamiento.