Parques nacionales

Parque Nacional de las Cinque Terre: situado entre la Riviera del Levante y la costa de las Cinque Terre, el parque, clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, protege una biodiversidad salvaje y cultivada. Alberga antiguos paisajes agrícolas: terrazas de piedra seca, viñedos y olivares.

Los pueblos del parque son accesibles en tren desde Génova, con oportunidades de ecoturismo desarrolladas en torno a una etiqueta de calidad ambiental: el Marchio di Qualità Ambientale (MQA).

Santuario de cetáceos: área marina protegida transfronteriza entre Francia e Italia, dedicada a la protección de los cetáceos.

Lucha contra la contaminación

En cuanto a la recogida selectiva de residuos domésticos, se han hecho progresos en la región. Quedan esfuerzos por hacer, sobre todo en materia de biorresiduos (instalaciones de recogida y tratamiento). El Mediterráneo, que constituye el 1% de las aguas marinas del mundo, concentra el 7% de la contaminación por plásticos (fuente: WWF). La mayor parte de esta contaminación es invisible a simple vista (plásticos en forma de nanopartículas y micropartículas) y procede de efluentes acuosos. Las ONG Legambiente y Zerowaste realizan campañas y acciones sobre el tema: www.legambienteliguria.org. Como individuo, también es posible adoptar un enfoque de residuo cero: www.zerowasteitaly.org.

Enfrentarse al cambio climático

El Mediterráneo y Liguria están especialmente expuestos al cambio climático. El Mediterráneo no sólo es un punto caliente de la biodiversidad, sino también uno de los puntos calientes del cambio climático, que se calienta de media un 20% más rápido que el resto del mundo. El aumento de las temperaturas (con una tropicalización local del clima) podría agravar la intensidad y la frecuencia de los fenómenos extremos, en particular las inundaciones, como destaca un estudio publicado en 2019 por el Instituto Científico de Ámsterdam. En octubre de 2020, Liguria sufrió unas inundaciones mortales. La obsolescencia y la falta de mantenimiento de las infraestructuras, combinadas con los impactos de diversas actividades antropogénicas, incluido el turismo, aumentan la vulnerabilidad del territorio. El cambio climático también está provocando la acidificación de los mares, lo que tiene efectos nocivos para el plancton, un eslabón esencial de la cadena alimentaria. Las sequías y las inundaciones repercuten en la producción agrícola, lo que hace que la cuestión de la resiliencia alimentaria sea fundamental.

Pioneros de la agricultura ecológica

El Val Di Vara es un ejemplo de territorio resistente, que en 2004 tomó la decisión de convertir toda su agricultura a la producción ecológica. En la actualidad, el modelo está demostrando ser un éxito tanto agrícola como medioambiental y económico. El instigador de este ambicioso proyecto fue el equipo municipal de Varese.

Viajar despacio

La zona es accesible en tren, barco, bicicleta y a pie. Entre los itinerarios a pie se encuentra la Alta Via dei Monti Liguri, un sendero de 442 km que une Ceparana con Ventimiglia (con tramos accesibles en bicicleta de montaña).

En cuanto a la alimentación, no dude en ponerse en contacto con los miembros del movimiento Slowfood, cuyo objetivo es promover una alimentación "sana, limpia y justa", defender la biodiversidad alimentaria y toda una filosofía ligada al placer de la comida (véase: slowfood.it). La red de Agriturismo incluye granjas ecológicas que acogen a los visitantes (para más información: www.agriturismo.it/fr).