Lisboa, una ciudad rebelde
El graffiti nació en Estados Unidos en la década de 1960, primero en Filadelfia y luego en Nueva York. En aquella época, eran "escritores" que escribían sus apodos ("tags") en las fachadas de los edificios. Durante este periodo, los muros de Portugal estaban censurados a causa de la dictadura... A finales de los años 80, el graffiti llegó por fin a Lisboa, más concretamente a Carcavelos (situado en la línea de tren de Cascais). Cuenta la leyenda que fueron los grafiteros franceses quienes inspiraron a los jóvenes locales. Viendo trabajar a los artistas, los jóvenes descubrieron una nueva forma de expresión que no tardaron en adoptar. Tomaron los barrios del centro de la ciudad, como Bairro Alto (el histórico distrito del graffiti y el arte callejero de Lisboa), y marcaron las paredes con sus etiquetas. Era una forma de protesta y una exigencia de reconocimiento por parte de estos jóvenes. El movimiento crecía y el ayuntamiento tenía dificultades para hacerle frente. En los años 2000, las prácticas evolucionaron y los artistas probaron nuevos estilos y técnicas. Es lo que se conoce como movimiento post-graffiti, o arte callejero.
En 2008, el Ayuntamiento de Lisboa creó un proyecto revolucionario para la época, destinado a dar a los artistas la oportunidad de expresarse legalmente. Así nació la GAU (Galería de Arte Urbana). Por supuesto, uno de los objetivos ocultos de este proyecto era poner fin a las pintadas salvajes que proliferaban en el centro de la ciudad en aquella época, pero también insuflar nueva vida a este barrio, con sus numerosos edificios abandonados. Esta forma de fomentar el arte callejero es una primicia en Portugal e incluso en Europa. Al pasear entre Chiado y Bairro Alto, seguro que ve estos grandes paneles que recorren la Calçada da Gloria. Esta fue la primera acción del GAU: crear una galería de arte callejero al aire libre. Otra de sus primeras acciones, que sigue vigente hoy en día, fue crear "muros libres" donde cualquiera puede venir a practicar y expresarse. Los encontrará a la izquierda al bajar por la famosa Calçada da Gloria. Pero ten cuidado a quién "cubres", ¡porque hay reglas en el mundo del arte callejero! No puedes cubrir a alguien mejor que tú, o estarás desafiando al artista. Si quieres probar a pintar, te recomendamos que busques un rincón donde no haya un gran fresco.
De ilegal a oficial
Animados por la política del ayuntamiento, los artistas se organizaron en colectivos, y poco a poco surgieron asociaciones, galerías y festivales. Poco después del nacimiento de la GAU, el famoso artista Vhils y su socio decidieron crear una galería de arte urbano "de verdad" (es decir, en un espacio cerrado, no en la calle): Underdogs. Tomaron el barrio de Braço de Prata y le dieron una nueva vida (después del Parque das Nações). Cada artista expuesto trabajará también en un muro de la ciudad al mismo tiempo que su exposición.
Al sentirse más legitimados, los artistas salen a la luz, se organizan en colectivos y se asocian con marcas o proveedores de material para organizar sus propios eventos. Por ejemplo, el artista Slap organizó el primer gran evento de arte callejero y graffiti, repintando por completo los pasajes subterráneos de la estación de tren de Alcantâra. Se reunirán varios pilares de la cultura urbana: graffiti, DJs y break dance. Desde hace dos o tres años, los grafiteros de la vieja escuela (los que empezaron en los años 80) se reúnen en los muros cercanos al centro comercial Amoreiras y pintan juntos.
Y luego, por supuesto, están los festivales, que atraen a artistas de todo el mundo y contribuyen a embellecer los llamados espacios "sociales". El mayor de todos: Loures Arte Publica, que nació como un proyecto entre una asociación y el ayuntamiento. Hoy reúne a un centenar de artistas cada año en el municipio de Loures. Desde hace varios años, el GAU organiza el festival Muro en distintos puntos de la ciudad. Por último, Underdogs organiza Iminente, un festival que combina arte callejero y actuaciones/conciertos. En 2023, incluso se organizó en la Praça do Comércio para que fuera de libre acceso. Dicho esto, hubo mucho menos arte callejero que en años anteriores.
Otra iniciativa, más pequeña pero no menos importante por ser más local: el colectivo Yesyoucan.spray. Creado en 2015 por Lisbon Street Art tours, lleva varios años organizando paintjams gracias a parte del dinero obtenido con las visitas guiadas que ofrece. La idea es agradecer a los artistas que dan vida a los tours renovando constantemente los paisajes artísticos de la ciudad, además de ofrecerles la oportunidad de pintar legalmente. En 2018, los paintjams se trasladaron a Caracol da Graça, y después a otras partes de la ciudad.
