LA MANDRAGORE
Ambiente años 1930 en esta casa muy sencilla en el casco antiguo, música jazz, decoración refinada (candelabros en las mesas) y pequeños detalles que dan la diferencia, son las palabras clave de este restaurante, en el que se sirve el vino a medida, siguiendo el plato, incluido un liquoroso con el postre. El establecimiento ofrece clases siguiendo los menús elaborados por los restauradores Pascale Dargelos y Jean-Pierre Damasco: cocina tradicional de muy buen gusto adornada con un toque de exotismo: gambas con jengibre, foie gras fresco salsa dulce con frutas, pavimentado de salmón al chorizo y parmesano, raviolis con trufas blancas, vieiras doradas con risotto cremoso, y para acabar croando el chocolate pralinado. La carta cambia cada cuatro meses como por magia, probablemente debido a esta mandrágora…