Nacida en el siglo IX en torno a la abadía de Saint-Benoît, en el corazón del Alto Languedoc, la ciudad se convirtió en condado de Toulouse y en obispado antes de ser asolada por las Guerras de Religión. A partir del siglo IX fue una parada en los caminos de Santiago de Compostela. Fue la industria textil la que permitió a la ciudad recuperar su prosperidad en el siglo XVII. Las antiguas casas de madera con galerías de colores que se sumergen en el Agout son testigos de esta época en la que los pañeros, tintoreros y otros curtidores utilizaban las aguas del río para su trabajo. Hay que imaginar el Agout a la altura de Castres, llevando los colores, los olores y las barcazas, las bodegas llenas del oro de Cocagne. Ciudad de rugby como debe ser en Occitania, Castres destaca por sus empresas inteligentes y su saber hacer. La subprefectura del Tarn, donde nació Jean Jaurès, figura socialista francesa y símbolo de las luchas obreras, cuenta actualmente con unos 50.000 habitantes. Ciudad con 3 flores, Castres ha sabido combinar su patrimonio, sus actividades (golf, bolos, piscina, etc.) y sus espacios verdes. A los curiosos les atrae el museo dedicado al escultor y pintor Francisco Goya, el teatro de la ciudad, así como sus tesoros arquitectónicos, históricos y naturales. La Catedral de San Benito, la más importante de la ciudad, data de los siglos XVII y XVIII y fue declarada monumento histórico en 1953. Por último, apodada la pequeña Venecia del Sur, cuenta con mansiones privadas de los siglos XVI y XVII. El patrimonio natural es notable, con dos zonas Natura 2000 y seis zonas de interés ecológico

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Maisons au bord de l'Agout - Castres PHOVOIR
Balade sur l'Agout - Castres PHOVOIR
Cadran solaire à Castres PHOVOIR
Maisons castraises au bord de l'Agout PHOVOIR

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