No busques el ambiente de la Brasserie Marso, todo está en el título: un ambiente de cervecería. A imagen de las grandes cerveceras parisinas, en una decoración retro, estilo años 1920, dos grandes salas del restaurante te acogen, a la vez elegante y elegante. los servidores son rápidos y vueltas de mesa en mesa para servirle algunas especialidades de la casa como ensalada César al parmesano y a los trozos de ave, mejillones y sus patatas fritas, el famoso hamburger Marso (baus, ensalada, filete, tomate, cebolla, cornisa, queso, queso, cebolla y ensalada; enredada en el camembert, los tagliatelas con foie gras y los gigantes, salsa forestal o incluso el aïoli de bacalao… Te avisaron, es una auténtica cocina de bistró. La carta se presenta en forma de gacete culinario ilustrado donde encontrarás una variedad bastante impresionante de platos variados y variados, pasando por pizzas o pasta. En postre,¿por qué no te dejas probar por uno de los clásicos de la cocina de bistró, la isla flotante o los perfiles de chocolate? Si vienes acompañado de un niño de menos de 10 años, se le ofrecerá su menú.