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Los jardines colgantes de la nueva Babilonia

En un país con la mitad de superficie que Londres, cada centímetro cuadrado cuenta. Pero convertirse en una jungla de cemento sin un solo árbol está fuera de lugar. La estrategia es convertirse en una auténtica ciudad jardín, para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. En 2013, el Gobierno se comprometió a que el 90% de la población viviera a menos de 400 m de un parque. Gardens by the Bay es el ejemplo más famoso de ello. Inaugurados en 2012, los exuberantes jardines de 101 hectáreas ya se han convertido en un símbolo nacional. Bajo los Superárboles, encontrarás árboles-lámpara tecnológicos, plantas reales e incluso ¡más de un millón y medio de ejemplares!

El Jardín Botánico es también una auténtica celebridad en la Ciudad del León. De hecho, es el único lugar de Singapur inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Un título merecido, ya que los jardines son de una calidad tan excepcional que albergan la mayor colección de orquídeas del mundo. Este ecosistema tropical es incluso tan rico que se ha descubierto aquí una especie de arácnido endémica de Singapur, la Leptopsalis ramblae. Más que un precioso ecosistema, el Jardín Botánico de Singapur siempre ha desempeñado un papel clave en la historia de la ciudad-estado, primero participando activamente en el desarrollo de la industria del caucho que impulsó la economía del país, y más recientemente siendo el mascarón de proa de la política ecologista de la ciudad.

Además de estas dos estrellas, Singapur cuenta con muchos otros espacios verdes igualmente fascinantes. La Reserva del Humedal de Sungei Buloh, en el norte del estado, es dos veces mayor que Gardens by the Bay. Sus manglares son tan frágiles como preciosos, y representan un punto de paso crucial para ciertas aves migratorias. En el centro, la Reserva Natural de Bukit Timah alberga uno de los últimos bosques primarios del Estado insular. Este entorno virgen alberga algunas especies fascinantes, como el pangolín javanés, en peligro crítico de extinción.

El sueño de la autonomía alimentaria

Dado que la ciudad-Estado importa el 90 % de los alimentos que necesita su población, la seguridad alimentaria es una cuestión crucial que el Gobierno está decidido a abordar. En 2019, lanzó el programa "30 por 30 " para cubrir el 30% de sus necesidades alimentarias en 2030. Cómo es esto posible en un país que dedica solo el 1% de su superficie a la agricultura? También en este caso, Singapur busca innovar, a través de la agricultura vertical, las granjas urbanas y la agrotecnología.

El pionero en este campo no es otro que Sky Greens, una granja vertical que ha multiplicado por ocho el rendimiento de una superficie cultivada, al tiempo que emplea métodos ecorresponsables. Es una de las casi 300 granjas suspendidas, algunas de las cuales se han integrado directamente en los rascacielos desde la fase de diseño, no sólo reciclando las aguas residuales sino también actuando como aislante. Otras innovaciones son la acuaponía, que combina la piscicultura con la horticultura. La idea es sencilla: alimentar y regar las plantas con el agua rica en nutrientes de acuarios y piscifactorías.

La ecología como innovación

El abastecimiento de agua está sujeto a las mismas limitaciones que la agricultura, y también depende en gran medida del suministro de Malasia. La capa freática está resultando insuficiente para abastecer a los 5,5 millones de habitantes de la isla. También en este caso, para avanzar hacia la autosuficiencia, la ciudad-estado apuesta por la innovación. La idea es reciclar la mayor cantidad posible de aguas residuales, minimizando así la necesidad de agua nueva, pero también verter mucha menos agua contaminada al mar. Para lograrlo, el preciado oro azul se trata en plantas ultramodernas, algunas de las cuales son capaces de tratar casi un millón dem3 de agua al día. El lema de este programa nacional de tratamiento de aguas, bautizado acertadamente NEWater: "Cada gota debe utilizarse más de una vez".

Bajo el aliento de los aires acondicionados

Con una temperatura media anual de casi 30°C y una humedad del 80%, Singapur se asfixia. Para contrarrestar este problema, se ha armado con un enjambre de aparatos de aire acondicionado, que adornan todas las paredes de la ciudad, hasta el punto de que casi se consideran herramientas por derecho propio para su desarrollo. En 1999, Lee Kuan Yew, entonces Primer Ministro y considerado el fundador del Singapur moderno, describió el aire acondicionado como el invento del milenio, capaz de mejorar la calidad de vida, la capacidad de concentración y la calidad del trabajo de la población de los países tropicales. Sin embargo, el "invento del milenio" plantea graves problemas ecológicos, ya que absorbe un tercio del gasto energético del país y libera refrigerantes con un poder de calentamiento 1.300 veces superior alCO2.

Una vez más, la solución a este problema será tecnológica. La ciudad ha construido una gigantesca red de refrigeración bajo sus cimientos, en el barrio de Marina Bay. Varios kilómetros de tuberías transportan agua a 4,5°C desde el subsuelo hasta una veintena de edificios del distrito, enfriándolos. A continuación, el agua vuelve a las profundidades para ser enfriada de nuevo.

El paraíso del transporte público

Sólo el 11% de los singapurenses posee un coche, resultado no sólo de una red de transporte público muy desarrollada, sino también de una política destinada a desincentivar los vehículos personales mediante una fiscalidad elevada. Por el contrario, los vehículos eléctricos se benefician de una política de incentivos, gracias a importantes reducciones fiscales. En el marco de su Plan Verde Singapur 2030, la ciudad también prevé triplicar la red de carriles bici de aquí a finales de la década y añadir 130 km de red ferroviaria. Casi la mitad de los singapurenses utilizan autobuses, un récord mundial para una ciudad de su tamaño. Desde 2020, los autobuses se han ido equipando gradualmente con motores híbridos o eléctricos, que deberían sustituir a todos los autobuses diésel en 2040.