San Bartolomé : ¿Por qué ir allí?

San Bartolomé es quizás la isla más famosa de las Antillas francesas. Este confeti de 24 km² es la materia de las fantasías más salvajes. Las estrellas y la jet set internacional la han convertido en su hogar desde los años sesenta, después de que el multimillonario estadounidense David Rockefeller se enamorara de ella. Pero Saint-Barthélemy es mucho más que un refugio para famosos. El arte de vivir en Saint-Barth es evidente en la acogida relajada y sincera que se recibe. Todo es cuestión de equilibrio, entre lujo discreto y sencillez. Todo el mundo se conoce, todo el mundo se tutea y la gente se cruza varias veces al día. El autostop es habitual y la gente se desplaza en coches pequeños. Un pueblo francés donde se vive bien y se disfruta de cada momento. Una auténtica definición de hedonismo, donde se puede cenar en los mejores restaurantes del Caribe tras una tarde en una playa casi desierta