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Cerámica y bordados

Los búlgaros poseen una fina artesanía. Los principales lugares donde se produce son Samokov (talla de madera), Chiprovtsi (orfebrería) y Troyan (cerámica y alfarería). Si visita los museos que exponen las obras de los artistas locales, tendrá la oportunidad de comprar algunos de los artículos. Uno de los mejores sitios para ello es el Museo Nacional de Arte de Oreshak, cerca de Troyan. En las ciudades más grandes también encontrará algunas tiendas que venden objetos de cerámica de uso cotidiano (platos, cuencos, ollas, jarrones, vasos, etc.) o con fines decorativos.

Los búlgaros destacan en el arte de la alfarería, fabricada con terracota, y la cerámica, con arcilla. El gyuvetch es una olla de barro esencial para hornear. Las hay de todas las formas y tamaños, y son un recuerdo original para traerse a casa.

Los bordados también desempeñan un papel importante en la artesanía búlgara. Así que no dude en echar un vistazo a las servilletas y manteles elegantemente bordados a mano.

Por último, cabe mencionar que, aunque sean más difíciles de transportar (a menos que viaje con su propio coche), las alfombras de estilo renacentista son otra representación de la artesanía búlgara.

Como única advertencia, hay que ir con cuidado en las tiendas de recuerdos muy generalistas cuando se trate de objetos que parecen antiguos. Solo un ojo experto puede notar si son verdaderos.

Los recuerdos religiosos y tradicionales del país

En el país de los monasterios, si quiere traerse un recuerdos religioso, no hay nada mejor que un icono o un cuadro. En la mayoría de los monasterios hay una pequeña tienda fuera o dentro de la iglesia donde se puede comprar todo tipo de objetos religiosos. Apriltsi, cerca de Troyan, fue la cuna de la técnica tempora para pintar iconos. Verá pulseras de hilos de colores colgando de los árboles, normalmente cerca de los monasterios. Son una especie de amuleto de buena suerte asociado a las plegarias de los creyentes. También puede seguir esta tradición y comprar una de estas pulseras. Cerca de algunos monasterios, los vendedores se instalan en un callejón donde exponen diversos objetos religiosos, o de otras temáticas, en su pequeña caseta.

Otro recuerdo original y típico búlgaro es el traje tradicional con bordados, cuya técnica varía según la región. O las máscaras kukeri, que suelen ser de cuero o madera, adornadas con plumas multicolores. Estas últimas, según la creencia de los kukeri, protegerían la casa del mal.

Los CD de cantos tradicionales, con algunas de las voces búlgaras más bellas y originales del mundo, atraerán a los melómanos que aún tengan un reproductor de CD. Pruebe a tocar un instrumento popular búlgaro: el duduk o el kaval, dos tipos de flauta fáciles de transportar.

Además de pinturas religiosas, también hay cuadros contemporáneos, como los expuestos en la galería Nina de Sofía.

Por último, llevarse un libro en cirílico, tanto si lo lee como si no, le recordará que estuvo en un país donde la escritura es diferente a la nuestra. Una buena librería para ello es la Elephant Bookstore de Sofía. Elija un libro conocido, como Harry Potter, en cirílico, o de un autor búlgaro. Pida consejo al librero en inglés.

Los vinos búlgaros y otras bebidas

¿Sabía que los vinos búlgaros tienen buena reputación? Si no se trae ninguno en la maleta, puede degustarlos allí mismo. Cada región de Bulgaria tiene distintas variedades de uva que producen vinos muy interesantes, aunque reina la pinot noir. Entre los más destacados, decántese por la variedad hamza-suhindd, la khan krul o la chergai. Solo unas pocas bodegas de la región de Rila reciben al público para ofrecerles visitas guiadas y venden sus botellas directamente. Puede encontrar vino en supermercados, pero también en tiendas especializadas, como Tempus Vini Wine, en Sofía, o Enoteca Wine & Friends, en Burgas.

En cuanto a licores más fuertes, pruebe a tomar rakia, una especie de vodka, o mastic, una bebida parecida al ouzo griego. Pero para ello le tiene que gustar el anís.

Para los amantes de la cerveza, algunas cervecerías ofrecen sus propias bebidas a base de lúpulo, como Aveu Beers, en Varna.

Los productos hechos a base de rosas

Bulgaria es el templo de la rosa, gracias al valle que se ha hecho famoso por esta flor. Por eso las tiendas de productos hechos con rosas se encuentran en todas las grandes localidades del país: Sofía, Varna, Burgas, Veliko Tarnovo, Plovdiv, etc. Las tiendas más emblemáticas son Refan y Rose of Bulgaria, en las que encontrará cosméticos y perfumes elaborados con aceite esencial de rosa, o también jabones. En otras tiendas también se venden dulces y mermelada de rosas, que son una delicia.

Especialidades gastronómicas que no debe perderse

En cuanto a la alimentación, encontrará fácilmente tiendas especializadas en productos típicos búlgaros. Quizá le apetezca probar los embutidos locales, entre ellos, el más conocido, el syrokopcherye, además del queso sirene (que puede encontrarse en todos los supermercados) y el pan de pita libanés, que, a pesar de no ser un producto local, es muy popular entre los búlgaros. En cuanto a dulces, mencionar los hechos con nueces y los rahat-lokum.