Qué ver y hacer Provincia De Gipuzkoa (Guipúzcoa)

Comprende varios edificios, entre ellos un palacio, una ermita, un molino y una fragua. El complejo data del siglo XII, con una casa-torre defensiva en lugar del palacio. Los señores de Igartza construyeron el palacio en el siglo XVI y lo dotaron de los servicios necesarios. En la actualidad, el palacio acoge diversas actividades, como exposiciones y conferencias. Los visitantes pueden conocer mejor el palacio en visitas guiadas. El Conjunto Monumental de Igartza también ofrece servicios como cafetería/bar, aparcamiento, restaurante, sala de conferencias, etc. La entrada cuesta entre 3 y 4 euros.

Situado a orillas del río Nervión, en una preciosa casa noble, la Zubiko Etxea, este pequeño museo propone un viaje a través de la gastronomía vasca, donde se descubre cómo funcionan las sociedades gastronómicas, muy extendidas en el país. Ofrece cocina típica y productos utilizados en la gastronomía vasca.

Desde 2021, Ormaiztegi puede presumir de una nueva obra de arte en su espacio público: ¡un fresco a gran escala de 200 metros cuadrados! Creado por el artista local Balu, rinde homenaje al pasado de la ciudad y a sus lugares emblemáticos, como el antiguo balneario, símbolo del lujo y visita obligada para los turistas adinerados de 1954 a 1964, y la antigua estación de ferrocarril. Es uno de los frescos más grandes de Europa. Merece la pena verlo.

Situadas en el centro histórico de Ordizia, tres esculturas rinden homenaje a la Baserritarra, el traje típico vasco (falda roja, delantal negro y alpargatas) con el que la villa goierritarra ha estado estrechamente vinculada durante siglos. Se trata de Goizane, Perú y Mariane, tres figuras en madera y piedra que simbolizan las tradicionales figuras de la mujer baserritarra y el pastor que bajaban con sus productos a la feria popular que se celebra cada semana en la Plaza Mayor.

Debajo de Zumaia, esta playa es una de las más espectaculares de la costa vasca, con sus grandes acantilados verticales y paredes de piedra caliza que alcanzan una altura de 150 metros. El fenómeno geológico conocido como flysch, que es el resultado de una erosión milenaria, ha dado forma a la roca en unas impresionantes inglezas. El sitio es tan singular que fue usado como escenario de la serie de Juego de Tronos. En la cima de los acantilados, la pequeña capilla de San Telmo está dedicada al santo patrón de los marineros. Los habitantes del pueblo van allí en procesión cada año, justo después de Pascua.