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Una producción marcada por la propaganda

El cine se desarrolla bajo la presidencia de Porfirio Díaz, un dictador que ve en la invención de los hermanos Lumière una nueva herramienta de propaganda. Por lo tanto, orquestó su producción por parte de operadores franceses. La revolución mexicana que estalló en 1914 animó a los cineastas internacionales a interesarse por las fuerzas de la oposición. Así, Pancho Villa firmó un contrato con una empresa americana para que sus operadores pudieran filmar sus enfrentamientos desde la mejor posición. Autorizó las representaciones, al entender que estas puestas en escena lo convirtieron en el primer héroe del cine mexicano. Su apuesta dio resultado: la imagen del jinete bigotudo con sombrero circuló por todo el mundo.
Sergei Eisenstein(El acorazado Potemkin) fue a México en los años 30. Estaba preparando un largometraje sobre la revolución mexicana y los grupos de mujeres zapatistas: Que Viva México. Pero la película se desvía del deseo del director... La revolución está ya muy lejos, y su recuerdo no es bien visto en las esferas del poder. Esta herencia también atrajo a directores estadounidenses comprometidos, como Elia Kazan, que dirigió Viva Zapata en 1952. El famoso revolucionario fue interpretado por Marlon Brando, y el guión fue escrito por John Steinbeck.

De la edad de oro a la era de los "charros

Desde los años 30 hasta finales de los 50, el cine mexicano vivió su época dorada. Las películas de Luis Buñuel, los cuentos poéticos de Emilio Fernández, pero también las comedias de las estrellas Tin-Tan y Cantinflas, así como los dramas cotidianos, tenían una profundidad y una calidad que no tienen equivalente hoy.

Luis Buñuel, nacido en España, se nacionalizó mexicano en 1951. El director atravesó la historia del cine, desde su etapa surrealista con Dalí a finales de los años 20, hasta sus últimas comedias absurdas rodadas en Francia en los años 70. La obra emblemática de su etapa mexicana es Los olvidados

(1950). A esta época dorada le siguió, desgraciadamente, un periodo de películas de charros, llamadas así por los insípidos pasteles que se producían en masa. Sin embargo, se hicieron algunas grandes películas: Buñuel realizó su última película en México con El ángel exterminador (1962), y Alejandro Jodorowsky hizo su obra maestra La montaña sagrada (1973). Destaca otro director mexicano, Paul Leduc. Tras estudiar en París, regresó a México en 1967 y fundó el grupo Ciné 70, donde realizó su primer largometraje, John Reed México Insurgente, rodado con pocos recursos y al estilo de un verdadero documental. En 1976, su segundo largometraje, Etnocidio, notas sobre el mezquital, nos abrió los ojos a la deplorable situación de los campesinos indígenas en México.

Obras políticas

El contexto geopolítico de México, y en particular su frontera con Estados Unidos, ha sido uno de los temas favoritos del cine en las últimas décadas. Sueños de oro (2013), de Diego Quemada-Díez, nos sumerge en el viaje de los migrantes centroamericanos a través del país. La frontera también es objeto de algunas películas extranjeras realizadas en coproducción con México, como No Country for Old Men (2007), de los hermanos Coen.
La serie de Netflix Narcos México

(en emisión desde 2018) se centra en México como puerta de entrada a Estados Unidos para los narcotraficantes. Diego Luna interpreta a Félix Gallardo, el hombre que unificó el cártel de Guadalajara. Cineasta comprometida, María Novaro participó en el colectivo Cinéma Féminin de 1979 a 1981. Dirigió varios cortometrajes, entre ellos Una Isla Rodeada de Agua, en 1985. El Jardín del Edén (1994) trata el tema de la inmigración ilegal. Tesoros (2017), rodada en un pueblo de Guerrero y dirigida al público juvenil, se estrenó en la Berlinale.

Las estrellas del cine contemporáneo

El cine mexicano experimentó un cierto renacimiento a principios de los años 90. Jaime Humberto Hermosillo se dio a conocer con La Tarea (1991) que fue un gran éxito. El director ataca la hipocresía de las clases medias mexicanas. La actriz y política María Rojo tiene el papel principal. Pero es a partir de finales de la década de los 90 cuando se producen varias películas muy buenas, entre las que destaca un trío de directores: Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro, que han conseguido exportarse internacionalmente y mantener un cine de autor en el circuito mainstream

.

Las primeras películas de Iñárritu son polifónicas: siguen la trayectoria de varios personajes que se cruzan en torno a un acontecimiento: un accidente de coche en Perros enamorados (2000), una bala perdida en Babel (2006). Sus otros éxitos son 21 gramos (2003), Biutiful (2010) y The Revenant (2015). Amours chiennes

lanzó la carrera del actor mexicano Gael García Bernal en el extranjero.

Alfonso Cuaròn saltó a la fama con Y tu mamá también (2001 ), que ganó el premio de guión en el Festival de Venecia. Su primera película de Hollywood, Los hijos del hombre, presenta una historia de anticipación en una humanidad en guerra y estéril. Después dirigió Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004), donde desarrolló un gran gusto por mezclar movimientos de cámara mecánicos y virtuales, que alcanzó su punto álgido con Gravity (2013). Firmó su regreso a México en Netflix en 2018 con Roma

, una película que sigue la vida de una familia de clase media en la Ciudad de México de los años 70.

Guillermo del Toro se ha distinguido tanto con éxitos de taquilla, como Blade 2 (2002), Pacific Rim (2013), como con películas fantásticas de autor, como El laberinto del fauno (2006) o incluso más recientemente La forma del agua (2017, León de Oro en Venecia). Su primer largometraje, la fantasía Cronos, ganó el Premio de la Crítica en el Festival de Cannes en 1993. También firma la serie de fantasía The Strain,

emitida en FX desde 2014. Por último, Carlos Reygadas es un joven cineasta con un futuro muy prometedor. Post Tenebras Lux provocó un escándalo en el Festival de Cannes de 2012, al tiempo que se llevó el Premio del Director. Está acostumbrado a rodar con actores no profesionales. Su última película, Nuestro Tiempo, se estrenó a finales de 2018.