Parques nacionales y conservación de la biodiversidad

El Parque Natural Marino de Mayotte, creado en 2010, es una amplia zona protegida que incluye reservas integrales. Alberga especies en peligro de extinción como el dugongo, la tortuga carey y el cangrejo blanco. La misión del parque es proteger estos ecosistemas mediante la regulación de las actividades humanas (incluida la pesca), el apoyo a las acciones de restauración de los entornos naturales y el apoyo a las industrias sostenibles y a la investigación de los ecosistemas marinos. La sensibilización es también un elemento clave de las actividades del parque, que se dirigen a todos los interesados (residentes, profesionales, visitantes).

Prevención de la contaminación

El territorio sufre una importante contaminación de sus humedales (ríos, manglares, lagunas). El observatorio del parque marino ha puesto de manifiesto una tasa de residuos equivalente a 8 kg por cada 100 metros de playa, principalmente de plástico. Los cuerpos de las tortugas varadas revelaron una mortalidad relacionada con la ingestión de residuos. Los fallos en la gestión de los residuos (pre-recogida, recogida y tratamiento) contribuyen a esta situación. La recogida y el tratamiento de las aguas residuales también siguen siendo insuficientes. Ante esta situación, las asociaciones intervienen para concienciar a los habitantes y visitantes de la isla mediante acciones de recogida de residuos. Así, una asociación ha iniciado "caminatas limpias" en la zona, que combinan la ecociudadanía y la actividad física.

Restauración de entornos naturales

Los entornos naturales también sufren el cambio de uso del suelo. La urbanización y la extensión de las tierras agrícolas, combinadas con ciertas prácticas (tala y quema), contribuyen a la destrucción de los hábitats naturales y a la pérdida de biodiversidad. La deforestación es un problema en algunas partes del territorio, donde los manglares han retrocedido un 25%. Estos ecosistemas constituyen una reserva de biodiversidad y una protección de las costas contra los riesgos climáticos. Ante esta situación, se han puesto en marcha acciones de replantación en los manglares pero también en las zonas deforestadas, las "padzas".

La cuestión crucial del agua

Mayotte tiene recursos hídricos limitados. El suministro de agua potable depende en un 80% de dos embalses en las laderas. En 2017, la isla sufrió una grave escasez de agua, lo que obligó a un racionamiento. Para evitar nuevas emergencias, el Estado ha previsto desplegar una serie de medidas, que van desde la interconexión de los depósitos de agua hasta la sensibilización de todos los interesados, particulares, industria y agricultores. El crecimiento demográfico del país y el cambio climático podrían hacer que la cuestión del agua sea aún más importante en el futuro.

Enfrentarse al cambio climático

Mayotte es especialmente vulnerable al cambio climático. Esto podría provocar una mayor frecuencia e intensidad de los fenómenos extremos (sequías, inundaciones). Está especialmente amenazada por la subida del nivel del mar. Además, un fenómeno de hundimiento, vinculado a la formación de un volcán submarino, ha provocado el hundimiento de la isla en 2019. El estancamiento de ciertas aguas también podría contribuir al desarrollo de enfermedades transmitidas por vectores al favorecer la presencia de criaderos. En vista de la situación, es necesario actuar con firmeza. El territorio se ha fijado objetivos de producción de energía renovable, pero la elección de instalar una central solar en un lugar de nidificación de especies amenazadas contraviene la preservación de la biodiversidad.