CONSERVERIE LES JEANNETTES
leer másEn Jeannettes Canneries, lo que cuenta es la calidad. Pescado fresco (sardinas y atunes), trabajado a mano, un método artesanal, recetas inalteradas desde 1925, así es como Jeannettes mantiene su reputación. Las famosas sardinas en mantequilla pueden incluso recalentarse como plato principal. Por lo demás, encontrará sopa de pescado, crema tostada, rillettes de caballa al limón, bisque de langosta: ¡suficiente para deleitar a los gourmets con sabores marinos!
CONSERVERIE LA BELLE-ILOISE
La Belle-Îloise, una tradición familiar de 90 años en conservas de ...leer más
LA QUIBERONNAISE
leer másEsta empresa, fundada en 1921, sigue elaborando sus productos del mismo modo que entonces. La Quiberonnaise sólo trabaja con pescado fresco, preparado y envasado a mano en las 48 horas siguientes a la pesca. El resultado es notable y la elección es draconiana: especialidades de sardina de crianza, especialidades de marisco para tostar, sopa y rouille de pescado bretón, atún blanco del Atlántico, caballa en conserva, hígado de bacalao, especialidades de algas, salmón y otras especialidades para recalentar... La empresa también ofrece productos bretones dietéticos para untar, productos bretones dulces, fruta estofada La Quiberonnaise, charcutería bretona y paquetes y surtidos gourmet.
MAISON LUCAS
leer másTruchas, arenques (incomparables), atunes, salmones, etc., ahumados con madera de hayas, se pueden degustar en esta pequeña empresa familiar que lleva funcionando desde 1974, con la cabeza de Michel Lucas, frecuentada por sus hijos. No olvides el tarama casero que, manchado sobre tostadas, sorprende. También hay que saber que todos estos productos bien vivos se encuentran en la cruz, en la cola de mayonesa y en el restaurante de la casa, La Griee. Este último propone también bandejas de marisco para llevar. ¿Qué demanda el pueblo? ¿Visitar la empresa? Es posible, basta con llegar a ZAC Plein Ouest.
LA COMPAGNIE BRETONNE QUIBERON
leer másLa Compagnie Bretonne es una historia familiar que comenzó en 1920 y perpetúa su saber hacer desde entonces. Una aventura que fue posible gracias a la invención en 1795 de un proceso de conservación diseñado por un tal Nicolas Appert. Desde entonces, el arte de la conserva no ha dejado de evolucionar y es en el centro de producción de Penmarc'h donde ha alcanzado su apogeo. La rigurosa selección del pescado y el respeto de la estacionalidad son las garantías de la alta calidad de las conservas envasadas a mano.