Sophie a la acogida y su marido Olivier a los hornos hicieron de su establecimiento un lugar donde cultiva el arte del bien-vida y del bien-comedor. La cocina es sencilla, sabrosa, generosa y con todo el menú elegido. Entre sus especialidades: tarta fina a las peras y foie gras asado o colas de gambas asadas crema de setas para las entradas. Civet de pie de cerdo a la corziana (un delirio) o pavimentado de bacalao, salsa pimientos rojos y chorizo para los platos. Al llevar el macé de Olivier a las frambuesas o la verrina de panna cotta con caramelo de mantequilla salada. También debes saber que Olivier destaca en el arte del servicio de tratamiento con sus sofás, pequeños hornos y otras delicias bellísimas presentadas. El entorno del restaurante es luminoso y colorido.