IGLESIA BAGNOT
Una iglesia que alberga una serie de frescos muy curiosos. En la segunda mitad del siglo XIX, un equipo encargado de la renovación del edificio pone al día, escondido bajo una espesa capa de enlucido, un conjunto fuera del conjunto de escenas pintadas al badioma. Estudios recientes datan de los dibujos de finales del siglo XV. Éstos representan un conjunto de demonios y demonios al mejor de su forma. Así, una de las bóvedas del coro está dedicada al infierno. Un Belzébuth prepara la cena de las almas damnificadas inmersas en una olla en medio de caldo. A la espera de la cocción, la bestia juega con dos tibias. Los santos, santos y Cristo rivalizan, pero el cielo está bien conservado. Un espectáculo sorprendente, que no hay que perder, tanto por la anécdota, lo extraño que por la calidad de los colores, sorprendentemente conservados.