Mundo galo-romano
En el corazón de Lousonna, un sendero arqueológico conduce a través de un vicus, un asentamiento galo-romano desenterrado en las últimas décadas. La necrópolis atestigua la ocupación del lugar desde el Mesolítico, alrededor del 8.000 a.C. La visita continúa en el Musée romain de Lausanne-Vidy, que presenta los restos de una lujosa domus romana con su dormitorio pintado. En un entorno verde cerca del lago, las ruinas del foro siguen marcando el antiguo centro de la ciudad de Lausana. Con un poco de imaginación, y la ayuda de las gafas ópticas proporcionadas, todo el mundo puede proyectarse en la plaza, frente a la basílica y el templo dedicados al culto de Roma.
Entre el museo y el parque, un mosaico con motivos geométricos embellecía antaño una residencia galo-romana.
Edad Media
La Suiza que conocemos estaba dividida en varias zonas culturales. La escultura gótica, influenciada por los estilos de la región de Île-de-France, destacó especialmente en Ginebra y Lausana. En este sentido, la catedral de Lausana y su portal constituyen un patrimonio de valor incalculable. El portal, que data de principios del siglo XIII, muestra una notable atención al detalle. La policromía de sus esculturas está extraordinariamente bien conservada. El arte medieval de finales del siglo XIV marcó un punto de inflexión. Los dibujos se volvieron más naturalistas y los temas menos religiosos. A falta de escuelas de arte suizas, los pintores se marcharon a formarse a los países vecinos. Algunos continuaron su carrera en el extranjero.
El paisaje
Suiza y sus cadenas montañosas atrajeron muy pronto a los viajeros. A partir de finales del siglo XVIII, los paisajes nevados se convirtieron en un tema típicamente suizo. Caspar Wolf (1735-1783) se especializó en la pintura de alta montaña. El Lago Lemán también inspiró a varias generaciones de artistas.
Líder del movimiento realista, el francés Gustave Courbet (1810-1877) apoyó la acción de la Comuna de París en 1871, durante la cual propuso derribar la columna Vendôme a su costa. Fue obligado a pagar los daños causados, y sus bienes y cuadros fueron confiscados. Arruinado, se exilió en La Tour-de-Peilz, tras pasar temporadas en Veytaux, Clarens y Montreux. Murió en 1877 en su casa a orillas del lago, en Bon-Port, antes incluso de empezar a saldar sus deudas.
François Bocion (1828-1890), amante del lago Lemán, se aficionó a la pintura al aire libre en Suiza. Tras crecer en Lausana, Montreux y Vevey, estudió en París. Un desafortunado caso de fiebre tifoidea le obligó a regresar definitivamente a su país. Sus primeros cuadros representaban temas históricos y después, influido por los paisajes de Jean-Baptiste Corot, François Bocion se dedicó a representar escenas del lago Lemán. Nombrado profesor de dibujo en la École industrielle cantonale, enseñó allí hasta su muerte.
Eugène Grasset, alumno de François Bocion, nació en Lausana en 1845. Influido por su padre, decorador y escultor, se orientó hacia el dibujo y luego hacia la arquitectura, antes de trabajar como diseñador gráfico. Fue él quien dibujó La Semeuse soufflant une fleur de pissenlit para el diccionario Larousse.
Félix Vallotton, nacido también en Lausana en 1865, es conocido sobre todo por sus xilografías e ilustraciones en blanco y negro. A los 17 años ingresó en la Académie Julian de París, se unió al movimiento postimpresionista de los Nabis y, tras casarse, se dedicó exclusivamente a la pintura. Se inspiró en gran medida en el horror de la Primera Guerra Mundial antes de morir en 1925. En 1998 se creó en Lausana una fundación dedicada a su vida y obra.
Aunque Suiza se convirtió oficialmente en un estado federal en 1848, no surgió un estilo artístico típicamente suizo. La Sociedad Suiza de Bellas Artes, fundada en 1806, empezó a organizar exposiciones itinerantes en 1840. Sus "giras" pretendían difundir el arte por todo el país. No obstante, los suizos siguieron estudiando en el extranjero.
Modernidad
La escultura floreció en el siglo XX. Favorecida por los encargos de monumentos conmemorativos, esta forma de arte vio surgir a dos maestros: Alberto Giacometti (1901-1966) y sus figuras filiformes, y Jean Tinguely (1925-1991) y sus fascinantes máquinas. Las tendencias pictóricas de estas décadas prefirieron desarrollarse en Zúrich o Basilea.
Hoy, el Museo de Arte de Pully reúne arte contemporáneo regional, tanto emergente como consagrado. También está representado el arte de los siglos XIX y XX. Los principales fondos del museo giran en torno a las obras de Charles-Ferdinand Ramuz, Raoul Domenjoz, Jean Lecoultre, Jaques Berger, Albert Edgar Yersin y Marius Borgeaud, de los que el Museo de Arte de Pully posee la segunda colección más importante después del Museo cantonal de Bellas Artes de Lausana.
La colección del MCBA cuenta con unas 11.000 obras, que abarcan desde el siglo XVIII hasta el postimpresionismo, con importantes obras del cubismo y la abstracción de Vaud. Su reputación se basa en cinco colecciones emblemáticas: las colecciones Abraham-Louis-Rodolphe Ducros, Charles Gleyre, Théophile-Alexandre Steinlen, Félix Vallotton y Louis Soutter.
Colección Art Brut
El pintor francés Jean Dubuffet (1901-1985) eligió Lausana para establecer su excepcional colección. Fundada en 1971, la colección está dedicada a obras de artistas autodidactas. El Château de Beaulieu, del siglo XVIII, alberga la mayor colección de Art Brut, amasada principalmente por el propio artista. El término, acuñado por Dubuffet, se refiere a obras en todos los soportes producidas por outsiders sin formación que dan rienda suelta a su imaginación y hacen arte sólo para sí mismos. Algunos de estos sorprendentes artistas producen en prisiones u hospitales psiquiátricos, otros simplemente en casa, pero generalmente fuera de la vista. Sin ninguna formación artística particular, estos hombres y mujeres tienen acceso a una forma purificada de creación, un arte en estado bruto. Collages, pinturas, instalaciones y dibujos de una creatividad sin igual le transportan a mundos inquietantes. La autenticidad de cada una de las 5.000 piezas convierte la visita a la colección Art Brut en una experiencia inolvidable.
Arte de hoy
En las tranquilas calles de Lausana, el arte callejero se ha hecho un hueco en los últimos diez años. Los artistas urbanos tienen dos opciones: la calle o las galerías especializadas. En el exterior, armarios eléctricos donados por el ayuntamiento son decorados desde 2009 por alumnos de un centro de formación profesional. Hay más de 600 repartidos por toda la ciudad. En cuanto a las galerías, algunas están regentadas por artistas callejeros que venden sus grafitis por encargo llave en mano.
Lugares como Eye Food Factory están impulsados por el deseo de hacer accesible el arte urbano y contemporáneo en general. Tanto artistas consagrados como emergentes ofrecen obras de inspiración callejera en ediciones limitadas.
En las paredes de varios distritos encontrará un poco de todo. En este sentido, el barrio de Flon es el corazón palpitante de la ciudad. Aunque el ímpetu alternativo de antaño se haya desvanecido, todavía hay muchas actividades para enriquecer el paseo. Si sale de la explanada de Flon, no se perderá los muros negros del edificio Picpus cubiertos de estatuas en trampantojo. El ascensor y la pasarela de Flon conducen al metro Chauderon, decorado con diversos frescos. Los subterráneos del barrio de Malley también esconden obras colectivas. Tonos pastel y etiquetas en blanco y negro alegran el hormigón de estos caminos ocultos.
Alrededor del lago, diríjase al Bowl de Vidy. Las paredes de la pista de skate están llenas de caras alegres y personajes cómicos.
Lugares del mañana
Un paseo cultural estaría incompleto sin una selección de galerías. La galería Art & Émotion se centra en artistas de renombre internacional. Espace Abstract, dedicada al arte contemporáneo, es un laboratorio que reúne a artistas y coleccionistas. A la galería HumuS le gusta descubrir artistas fuera de lo común, siempre que evoquen emociones, ya sea a través del humor, la incongruencia o el erotismo. La joven galería Fabienne Levy pretende cuestionar nuestra sociedad a través de proyectos site-specific. La galerista quiere exponer obras que nos abran los ojos ante el mundo en que vivimos y los problemas a los que se enfrenta. Para ello, se ha instalado a dos pasos del Plateforme 10, el futuro barrio de las artes de la ciudad.
En junio de 2022, el Museo del Elíseo, dedicado a la fotografía, abrirá sus puertas en este barrio cultural no lejos de la estación. Su colección abarca toda la historia de la fotografía, desde el daguerrotipo hasta la era digital, y reúne todas las ramas de la fotografía: artística, documental y fotoperiodística, retratos y álbumes de viaje. Uno de los grandes fotógrafos de Lausana, Luc Chessex, nacido en 1936, trabajó en Cuba, donde retrató a Fidel Castro y al Che Guevara antes de regresar a su país. Después dio la vuelta al mundo, que documentó con su cámara. Matthieu Gafsou, nacido en 1981, vive y trabaja en Lausana. Esto no le ha impedido desarrollar una carrera internacional. Empezó interesándose por el paisaje y la arquitectura, antes de abordar temas sociales que tocan la condición humana. Su exposición "H+" en los Rencontres de la photographie d'Arles dejó una impresión duradera, al cuestionar el transhumanismo a todas las escalas y en todo el mundo. Sus imágenes, que coquetean con el género documental, siguen un hilo de significación universal.
¿Le gustaría visitar un centro de arte contemporáneo abierto al público? El Club d'art contemporain (CLAC) comparte sus colecciones de obras asequibles con el mayor número de personas posible. Además, los debates informales y las proyecciones invitan a los amantes del arte de todas las edades a unirse a la diversión. Un lugar dinámico donde el arte vivo sirve de vínculo entre las personas.
