Qué ver y hacer Parma

Este imponente palacio, que ha permanecido inacabado, fue construido a finales del siglo XVI para albergar a la corte de los Farnesio y las instituciones de la ciudad. Hoy en día alberga el Teatro Farnese, la Galería Nacional, la Biblioteca Palatina y el Museo Arqueológico.

Erigido entre 1618 y 1619, el Teatro Farnese es el prototipo del teatro barroco italiano. Construido en madera, las gradas están coronadas por dos niveles de pórticos y pinturas en trampantojo. Su única función era mostrar el poder de la familia Farnesio: entre 1619 y 1631 solo se utilizó nueve veces. Espectacular y único, es simplemente impresionante. Sobre todo si se tiene en cuenta que en aquella época en este recinto se reproducían verdaderas batallas navales gracias a un sistema de evacuación de agua sin precedentes. Casi totalmente destruido durante la Segunda Guerra Mundial, fue reconstruido fidedignamente en la década de 1950.

La Galería Nacional reúne una de las colecciones de pintura más importantes de Italia. Enriquecida gracias a las adquisiciones de María Luisa de Austria, esta colección de obras de arte particularmente notable incluye obras maestras como la Scapigliata, el dibujo que Leonardo da Vinci realizó de una dulce muchacha. Pinturas del Parmigianino (la Esclava turca) y el Correggio, artistas muy activos en Parma en el siglo XVI, pero también de Fra Angelico, Van Dyck, Brueghel y el Greco.

El Museo Arqueológico contiene restos prerromanos y romanos hallados en el área de Parma.

Este baptisterio es un espléndido ejemplo de la arquitectura románica italiana, cuya construcción comenzó en 1196. La masa octogonal del baptisterio está soportada por varios niveles de logias. Está revestido de bloques de mármol blanco y rosa de Verona, y su arquitecto, Benedetto Antelami, es también el autor del rico programa escultórico que adorna las caras externas y los portales. Obsérvense los animales reales o fantásticos que se representan en el perímetro, inspirados en los bestiarios medievales. Frente a la plaza está el portal de la Virgen, que contiene en el tímpano una Adoración de los Reyes Magos y un Anuncio a san José. Originalmente, todos estos bajorrelieves estaban pintados; todavía se pueden ver rastros de color en algunos lugares. El interior está armoniosamente articulado, con una sucesión de nichos y dos niveles de logias excavadas en las paredes. Aquí se puede admirar el ciclo de los meses de Benedetto Antelami: cada mes del año está representado por la labor agrícola que le corresponde, con su signo zodiacal. Antelami también talló los lunetos interiores de los portales, que aún conservan algunos de sus colores. Los frescos brillantes que decoran la bóveda y las paredes datan de los siglos XIII y XIV.

El Museo Diocesano se encuentra en el otro extremo de la plaza del Duomo. Aquí se pueden ver los mosaicos de los primeros cristianos, descubiertos durante las excavaciones en la plaza, las estatuas originales de Antelami que adornaban el exterior del baptisterio y el ángel de cobre dorado que en su momento estuvo encaramado en la punta del campanario.

Construido en 1564 por Octavio Farnesio, duque de Parma y Plasencia, el palacio es ahora la sede de la gendarmería. El parque, que fue propiedad privada de los duques, es el principal espacio verde de la ciudad. Su gran avenida central conduce a un lago. El aspecto actual es resultado de importantes obras de remodelación (hasta la década de 1960, los coches podían cruzarlo). En pleno verano, la gente viene aquí a refrescarse un poco entre los árboles centenarios.

Construida entre 1521 y 1539, la iglesia es una pequeña maravilla por los frescos que conserva. En el arco del presbiterio se encuentra la Parábola de las diez vírgenes, del Parmigianino. En la cripta se encuentran las tumbas de la familia Farnesio y de algunos Borbones, en particular la del segundo marido de María Luisa de Austria, Adam-Albert von Neipperg, que gobernó Parma durante algunos años. Pequeño museo contiguo que conserva reliquias como la camisa del rey Luis XVI en el momento de su ejecución.

El fondo de este museo está formado por la rica colección de títeres, marionetas y escenografías de Giordano Ferrari, un renombrado titiritero parmesano. Ubicado en el antiguo convento de San Pablo, tiene una superficie de 300 metros cuadrados y alberga la mayor colección de títeres de Italia (500 piezas de finales del siglo XVIII a mediados del siglo XX), de diversos orígenes, entre ellos Fagiolino, el equivalente emiliano del Guiñol.

Al final de Corso Mazzini, este puente del siglo XIII, reconstruido en los años 1930, une el centro histórico con Oltretorge. Su paso subterráneo alberga los vestigios del puente romano.

Es un inmenso mercado que se ha convertido en muy popular porque se hacen negocios de oro.

Se trata de los apartamentos privados de la abadesa Giovanna da Piacenza, dentro del convento benedictino de San Pablo. La habitación más notable es la decorada por el Correggio en 1519. La bóveda pintada representa una exuberante pérgola con niños desnudos y juguetones, mientras que en la base del techo hay figuras mitológicas en grisalla. Esta fue la primera decoración monumental del pintor, que incluso se atrevió a representar a la abadesa como Diana la Cazadora. En la habitación de al lado hay una bóveda decorada con espléndidos grotescos.

Situado en el palacio de la Riserva, un edificio neoclásico del centro histórico, el museo conserva importantes reliquias de la época borbónica, aunque está dedicado principalmente a la emperatriz María Luisa de Austria, duquesa de Parma de 1815 a 1847. Contiene todo lo que pudo haber pertenecido a la pareja imperial: mobiliario, trajes ceremoniales, joyas y retratos de familia. Colección de pinturas de artistas franceses que trabajaron para la corte de Parma en los siglos XVIII y XIX: Jean-Honoré Fragonard, François Gérard, etc.

Organizada alrededor de iglesias y monasterios del arte novela. De las tres grandes rutas de peregrinación que hoy, como ayer, presenciaban miles de peregrinos para llegar a Roma, Jerusalén o Santiago de Compostela se encuentra la via Francigena, que conectaba en la Edad Media el sur de Inglaterra con Roma. El itinerario propuesto y señalizado parte de Fidenza para dirigirse a Fornovo, después Bercerto y finalmente llegar al paso de Cisa (Tel 0524 83.377 - www.associazioneviafrancigena.com).

Situada detrás de la catedral, la iglesia conserva importantes frescos del Correggio (1520), entre los que destaca la Aparición de Cristo a san Juan en la cúpula: Cristo aparece en el centro iluminado por la luz divina, mientras que san Juan está representado en el borde de la bóveda. En la nave de la izquierda, aparecen algunos trabajos del Parmigianino. El monasterio cuenta con tres hermosos claustros del siglo XVI. Detrás de la iglesia se encuentra la antigua farmacia de San Giovanni, que estuvo en uso desde el siglo XIII hasta 1766.