Guía de viaje Francescas

Las Francescas se transformaron en una bastida bajo el mandato de Eduardo I en 1286 y, sin duda, merece la pena visitarlas, en primer lugar por su ubicación con vistas a las laderas. El acceso se hacía por cuatro puertas hoy destruidas, pero el pasado nunca está lejos: basta con pasear por las calles para sentir que te cuenta el florecimiento de los lugares. La plaza central y sus casas con entramado de madera son encantadoras. No dude en visitar la iglesia, pero sobre todo la casa donde vivió Etienne de Vignolles, compañero de Juana de Arco. En verano, hay un mercado nocturno donde se puede encontrar lo mejor de los productos locales a partir de las 18:00 horas. Una razón más para venir!