El museo de los caramelos Haribo ofrece un recorrido por el proceso de producción, publicidad, maquetas y vídeos
Se dice que los dulces siguen teniendo futuro cuando se ven tantos coches en el aparcamiento del museo de Uzès. En la naturaleza humana, los romanos ya comían trozos de fruta fresca, flores y raíces recubiertas de miel. Sin remontarnos hasta la antigüedad, la casa Haribo, la fábrica de regaliz Zan, creada por Hans Riegel, existe desde 1922. En el antiguo emplazamiento se inauguró el Museo del Dulce en 1996. Cien años después, el espacio del museo recobra vida con nuevos espacios lúdicos. Déjese guiar por los tentadores aromas de los famosos dulces Haribo, emoción para el paladar de pequeños y grandes. Los procesos de fabricación, antiguos anuncios publicitarios, las maquetas y los vídeos le devolverán a su infancia. Allí encontrará las máquinas infernales empleadas para fabricar los dulces, se divertirá reconociendo los diferentes aromas (fresa, piña, plátano…) y, si juega con la ensacadora de Carensac, pruebe su premio. Tentador hasta el final, el museo ofrece dulces durante la visita y en la tienda podrá comprarlos por kilos o a granel a precios atractivos: fresas de Tagada, Carensac, Dragibus, Chamallows...
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
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Opiniones de los miembros sobre MUSEO HARIBO
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
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Bref, du pur marketing pour y attirer les petits