SALINAS DE GRUISSAN
Establecimiento situado en Gruissan que ofrece una visita guiada de una hora y media para descubrir la explotación de la sal.
Las salinas de Gruissan, situadas entre el estanque de L'Ayrolle, la isla San Martín y el grao de la de Vieille-Nouvelle, se extienden por casi 350 hectáreas. Su entorno preservado es ideal para visitarlo, ya sea para admirar la excepcional fauna o para comprender el saber hacer que ha permitido la explotación de este oro blanco. Para descubrir mejor estos elementos, se organiza regularmente una visita guiada de hora y media. Para la visita, puede elegir entre ir caminando o hacer el recorrido en patinete eléctrico, con Trott'Up. Este paseo en el corazón de las salinas permite descubrir todos los secretos de los maestros salineros: movimiento del agua, concentración, cristalización, etc. Además, dispone de un ecomuseo gratuito muy instructivo que invita a retroceder en el tiempo. De hecho, sus colecciones de herramientas y contenidos multimedia permiten revivir la cosecha de sal desde 1900 hasta la actualidad.
Tienda. La amplia tienda, que se halla cerca, permite conseguir sal en todas sus formas: flor de sal, sal aromatizada, sal cruda…, así como a una amplia gama de productos locales. La visita a las salinas puede empezar o terminar con un delicioso momento en la Cambuse du Saunier, el restaurante del paraje. Con su terraza panorámica, que ofrece unas magníficas vistas a las marismas, sus amplias mesas, su carta de mariscos y su atractiva carta de vinos, es un lugar inigualable. Un último consejo: si está en la región a principios de julio, no se pierda la fiesta de la sal, ¡un acontecimiento que hay que vivir!
Este establecimiento también figura como :
Belle visite guidée.
Je recommande la boutique du Salon et son musée intégré. Des sels aromatisés à tous les goûts et à des prix attractifs.
La visite dure environ 1h et j'ai vraiment passé un agréable moment !
Le petit plus : la boutique souvenir, notamment pour acheter du sel en spray, super original !
Avant de partir, essayez de déjeuner à la cambuse du saunier, juste à côté. Elle vaut le détour!